Durant, solo ante el peligro
La estrella se va a 34 puntos, 13 rebotes y 11 asistencias en 48 minutos, un partido con prórroga en el que acaba exhausto. Los Nets ganan, pero no convencen.
Una cosa está clara: un jugador solo no va a ganar el anillo. Por muy bueno que sea. En la noche de Stephen Curry, Kevin Durant realizó otra espectacular exhibición en un partido en el que jugó hasta 48 minutos y descansó 5. La prórroga hizo la diferencia para el alero, que está tirando solo del carro de unos Netsque siguen sumando victorias a base del talonario de su estrella, un hombre con una calidad inconmensurable que no hace más que concatenar una buena actuación detrás de otra. Durant se mantiene como uno de los mejores jugadores de la competición con 33 años, y sigue dando muestras de lo que es un baloncesto enormérrimo mientras el tiempo para hacer historia en solitario se acaba. No pudo ganar en los Thunder, algo que sí hizo en esos Warriors que cambiaron la historia. Y, de momento, en medio del coronavirus y la conglomeración de estrellas que hay en Brooklyn, no ha podido hacerlo en los Nets. Donde, quién lo iba a decir, está más solo que nunca.
Los Nets ganaron ante su público un partido muy ajustado (131-129), en la prórroga y con Durant vestido con la capa de héroe. Ya no por necesidad y por el mal juego de James Harden o la ausencia de Kyrie Irving: el escolta y su gran barba han entrado, como muchos otros, en los protocolos de salud y seguridad relacionados con el coronavirus. Por ahí anda también LaMarcus Aldrige, Bruce Brown y algún otro. Una lacra que se está empezando a cebarse en exceso con la mejor Liga del mundo, que puedevolver a cambiar las tornas hacia el tipo de calendario del año pasado (susceptible a los cambios) y dejar atrás las fechas fijas que están dejando de serlo. Y, entre todo ello, los equipos se empiezan a resentir y a perder partidos que no perderían en situaciones normales. Eso no ha empezado con los Nets que, claro, tienen sano a Durant.
El alero, ya un jugador total al que no merece la pena catalogar en una posición concreta, hizo de todo: 34 puntos, 14 rebotes y 11 asistencias, con 12 de 29 en tiros de campo y 2 de 8 en triples. Su desaparición en el último cuarto (0 de 5 en el lanzamiento) provocó que los Raptors hicieran mella en la cuestionada defensa de los Nets y anotaran 44 puntos para forzar la prórroga de forma tan inopinada como merecida. En la misma, Durant se dejó de cebar con el triple y aseguró para anotar 6 puntos más (con 3 de 6 en tiros, todos de dos). Fred VanVleet anotaba un triple a 5 segundos para el final que dejaba al equipo de Nick Nurse a un solo punto (130-129), Pero Patty Mills fallaba el segundo lanzamiento desde la personal y Scottie Barnes se veía obligado a lanzar a la desesperada tras el rebote sin suerte. Y victoria, otra más, para los Nets.
Hay pocos adjetivos para definir a Durant, no muy bien acompañado excepto por el propio Mills, que ha venido a los Nets como agua de mayo: 30 puntos con 7 de 14 en triples. Además, 17, con 10 rebotes, de Kessler Edwards, 10+13 de David Duke Jr., 16 para Nic Claxton y 13+5+6 para Blake Griffin. Una segunda unidad que Steve Nash no utiliza en demasía pero a la que se ha visto obligada a dar paso tras la avalancha de bajas que sufre. Y en los Raptors (13-15, undécimos del Este), por cierto, 23 para Barnes, 25 para Pascal Siakam, 31 para VanVleet y 25 para Gary Trent Jr., con un partido que estuvieron muy cerca de llevarse pero en el que claudicaron por obra y gracia de Durant, al que le da igual jugar solo.
Los Nets van 20-8, suman su tercera victoria consecutiva y son líderes de la Conferencia Este. Pero están exprimiendo al máximo a un Kevin Durant que juega casi 37 minutos por noche con 33 años y se acerca a los 30 puntos, a los 8 rebotes y a las 7 asistencias por noche. Pero asume demasiado ante las bajas, no ha tenido el apoyo de Harden cuando el escolta ha jugado a su lado y se sigue esforzando por atraer a un Kyrie Irving que sigue desaparecido en combate, a pesar del optimismo que se ha generado en torno a la entidad sobre su posible retorno. De momento, Durant sigue deleitándonos con el baloncesto de un jugador generacional, histórico, extraordinario e irrepetible. Con una facilidad para hacer una mansalva de puntos que no se ha visto antes y al que no le importa jugar solo ante el peligro. Eso sí, a ver cuánto dura esto. Las pilas se gastan. También las de Durant. Eso sí, hasta que llegue ese momento, toca disfrutar.