Willy, producción gratuita

15 derrotas seguidas. Y, luego, seis victorias consecutivas. Es el bizarro dato que tienen ahora mismo los Rockets, que según la ESPN es el primer equipo de todo el deporte norteamericano (NBA, NHL, MLB, NFL) en conseguir semejante racha positiva después de una totalmente negativa. Una curiosidad que no deja de ser totalmente extraña y que no va a significar mucho más que un mero apunte en los libros de historia. Al fin y al cabo, tan solo es la séptima victoria para los texanos esta temporada: 7-16 para ellos, adelantando en la clasificación a losThunder (6-16) y a sus rivales esta noche, los Pelicans (7-19). Eso es lo que sí han conseguido, abandonar el pozo más hondo de la clasificación.

El partido tampoco tuvo mucha historia. La victoria de los Rockets fue trabajada: ganaron todos los cuartos con poca diferencia, entraron al último con 8 puntos de ventaja (93-85) y no permitieron que sus rivales se acercaran a menos de esa cifra hasta el final. Sus víctimas han sido Bulls, Hornets, Thunder por partida doble, Magic y, ahora, Pelicans. Casi todos equipos de la parte baja de la clasificación. Encuentros que, claro, hay que ganar. Lo único que falta por saber es si sumar estas victorias va a significar algo a corto plazo o es un mero espejismo para Stephen Silas, un entrenador que no ha demostrado nada desde que llegó a la NBA. En medio del sainete de James Harden, que a nadie se le olvide.

Christian Wood, con 23 puntos y 8 rebotes, volvió a ser el mejor jugador de un equipo que rozó el 50% en tiros de campo y llegó al 42,5% en triples (17 de 40) una cifra espectacular. Wood, por cierto, está en más de 16 puntos y 11 rebotes esta temporada, buenos números en un lugar sin premio. Además, otros 23 tantos para Eric Gordon, ese último reducto de los Rockets candidatos de hace no mucho tiempo, 13 para Garrison Matthews, 12 para Daniel Theis, 11 para Jae'Sean Tate y 10 para Alperen Segun. Un poco de todo para un equipo que está dando algún que otro chispazo y que en los últimos partidos está pareciendo precisamente eso: un equipo.

Willy sigue en buena forma

En los Pelicans volvió a destacar Willy Hernangómez, un auténtico héroe cuando se trata de producir estadísticas en poco tiempo. Nadie aprovecha tan bien los minutos como él; ante los Rockets, jugó menos de 16 minutos. Y se fue a 10 puntos, 14 rebotes (9 ofensivos, impresionante), 1 asistencias y 2 robos. Y está ya en más de 8 puntos y casi 7 rebotes por noche esta temporada. Y casi en doble-doble en los últimos 7 encuentros (en torno a 11+9), cuando ha empezado a entrar de manera más acusada en los planes de Willie Green, otro entrenador sin aura que ha llegado a un proyecto a la deriva y que se ha unido a esa horda de técnicos jóvenes y novatos que conviertes su paso por la NBA en una experiencia efímera.

El mejor de los Pelicans, eso sí, fue Brandon Ingram: 40 puntos 5 rebotes y 4 asistencias para él (con 15 de 28 en tiros, muy buena serie de lanzamiento). Pero sin premio, claro. Además, 17+10 de Jonas Valanciunas, 10 puntos y 5 asistencias de Nickeil Alexander-Walker desde el baquillo y apenas 9 tantos de Devonte' Graham, que se quedó en 3 de 12 en tiros de campo y 3 de 11 en triples. El equipo sigue, por cierto, esperando a un Zion Williamson que sigue siendo el hombre de cristal y mirando al futuro igual que al pasado o al presente: sin ningún tipo de esperanza. Eso sí, Willy emerge dentro de tanto desmán. Hay quién se puede quedar con eso. Para el que quiera mirar el vaso medio lleno.