Portland pierde por mucho otra vez y Billups estalla con fuerza

Los Blazers son un desastre y lo confirma el perder contra unos Celtics que sólo por comparación se pueden dar con un canto en los dientes de la alegría. El equipo verde sigue con problemas; primero, para tener a todos sus jugadores disponibles y segundo, para que los importantes den el rendimiento adecuado. No han cogido una racha de más de tres victorias seguidas y se acerca la Navidad sin que este nuevo equipo que ahora está bajo el mando de Udoka tenga una sonrisa en la cara de todo lo que ha mejorado. Ni con esas tuvieron la sensación de que fueran a perder en el Moda Center ante una Portland que, con la ausencia de Damian Lillard, parece rota. 

Los 15 puntos que sacaron en el primer cuarto les valieron para toda la noche. Boston venció 117-145 a Portland sin que pareciera que hubiera competitividad entre ambos. Noche en la que los tiros sí que les entraron a Tatum (9/17), Schröder (10/16) o incluso al potente suplente Payton Pritchard (6/12). Fue bálsamo en vez de veneno. 

Lillard estaba ausente por una tendinopatía en la parte baja del abdomen. Es cierto que no está siendo, ni de lejos, una buena temporada para él, pero la ausencia dice mucho. Tampoco estaban un jugador válido en la rotación como Simons y un jugador rompedor en este difícil contexto, Little, pero el nivel no es tolerable. Son situaciones similares las de estos dos equipos, con estructuras de plantilla mantenidas en el tiempo pese al cambio en el banquillo. Y los Celtics se han llevado la palma y por mucho, por lo que cabe un pequeño periodo de reflexión en los Blazers para intentar darse cuenta de qué está fallando en el proyecto. 

Billups se ha encargado de hacer su análisis por su cuenta. Después de la derrota soltó varias perlas contra la actitud de su equipo y, en concreto, de algunos jugadores. "Competitividad es algo que tienes o no tienes, no algo que puedas activar o desactivar", comenzó. "La falta de orgullo es lo que me cabrea. Si a ti no, tienes un problema. A veces no es tu noche. Bueno, puede pasar. Hay una forma de la que se puede perder y ésta no lo es, ha sido vergonzante", añadió. "Los chicos jóvenes no saben cómo va esta liga, pero es algo que los veteranos les pueden enseñar. Estoy más enfadado con los titulares por poner a los suplentes en esta situación. Nunca he visto un equipo que necesite que su banquillo inspire a los titulares. Esa mierda me parece una locura. Se supone que debe ser al revés", dijo en referencia al papel jugado por los jugadores cruciales en esta noche. 

Los primeros compases fueron una tragada importante de los Blazers, que no parecían estar presentes. El arrojo de McCollum, del que parece no dar cuenta Billups, se vio en jugadas como la última del primer cuarto, en el que la paliza estaba siendo considerable, rebajando con una bandeja para empezar el segundo con mejor cara. La reacción llegó sobre todo con Zeller en la pista, dando esa garra característica, siguiendo jugadas y poniendo bloqueos que sirvieran. Udoka se vio obligado a pedir dos tiempos muertos en poco tiempo porque la distancia se acortaba a pesar de lo acertado de Tatum, su referencia más clara. Tanto fue así que de rondar los veinte se quedó en sólo dos de ventaja. Ahí acabó el problema. Volvieron a enturbiarse las defensas de los locales, que no continuaban y se liaban con cada cambio, y Boston sacó el acierto a pasear para ir poniendo, ladrillo a ladrillo, un segundo muro más alto y resistente que el primero. Sin más.