Los Cavaliers fueron prácticos. Tenían a un equipo tocado y no tuvieron miramientos. Al hoyo con estos deprimidos Heat que tan buena pinta tienen pero a los que las pequeñas lesiones están minando hasta ahora. La de Adebayo no es menor, sin embargo. En la previa de este encuentro se confirmó que el pívot estadounidense de origen nigeriano estará de baja hasta mediados del mes de enero, ya en el próximo año natural, al desgarrarse un ligamento del dedo pulgar de la mano derecha por lo cual ha recibido cirugía. Recuperando a Herro, con molestias, pero también sin Morris y Butler. Hay plantilla larga, pero están parcheando en un momento que ya empieza a ser importante en la temporada. No es que los de Cleveland vayan bien en los asuntos médicos, también han sido de los golpeados en esta primera parte de la temporada, pero están resolviendo mejor los partidos en concordancia con los efectivos con los que están pudiendo contar. 

En Miami la diferencia entre estos dos fue demasiada, como si el efecto mental de la baja de Adebayo hubiera golpeado de más a unos Heat que son candidatos a todo. No ganaron ningún cuarto los locales, cayendo por 85-111. 

Los Cavaliers suman más victorias fuera de casa que dentro, siete de sus doce totales son como visitante, y hacen más grande el hoyo de un rival de conferencia, que también ayuda. Tres seguidas para ellos después de una mala racha es respirar aire puro. Y con muchos efectivos recuperados para poder mostrar el nivel al que han malacostumbrado a sus aficionados esta campaña: hacer mucho con poco. A los de Bickerstaff les dio de sí incluso para sentar a sus jugadores habituales en las postrimerías de la noche y cerrar esta victoria con algo de acción para los suplentísimos. Su panorama ideal. 

Kevin Love, con 22 puntos en 21 minutos, fue el mejor del partido. Allen (19+11) y Mobley (17+11) acompañaron por dentro. Ricky Rubio estuvo mal en los tiros (1/5) pero espléndido en la dirección de su equipo: +38. 

La gran ventaja se hizo en el primer periodo. A partir de ahí, rodado para los visitantes. Allen siguió este partido como terminó el anterior y Garland está siendo una buena opción para sacar adelante posesiones que se atrancan, con ellos dos se pegó un buen tirón. La salida de Love desde el banquillo fue otra amenaza, desde fuera en ataque pero pegándose por dentro en defensa, y te puede hacer mucho daño como tenga el día. Un par de triples casi seguidos del ala-pívot en el segundo periodo sirvieron para aguantar la reacción de los Heat, que estaban quince abajo, y otro más, ése al final de una posesión y tras rebote de ataque de Rubio, dio un segundo impulso. Al descanso se llegó con dos acciones consecutivas de Jarrett Allen cerca del aro rival. 

Se pusieron a diez los locales al salir de los vestuarios gracias a Tucker, Herro, Dedmon y un tiro final de Lowry. La diferencia se había puesto en veinte y la habían recortado. Esa secuencia fue la última grande de los Heat. En el lado contrario estaba el novato Evan Mobley solventando jugadas por sí mismo y a él se unieron de nuevo Allen y Love e incluso Stevens. El control interior era grande por parte de los Cavaliers y con ello la diferencia volvió a subir. Esta vez, para no bajar. El triple de Garland sobre el sonar de la bocina del tercer cuarto fue la puntilla. Miami no iba a remontar este partido.