El Unicaja naufraga en Andorra y se complica la Copa del Rey

El MoraBanc Andorra se llevó una victoria muy importante ante un mal Unicaja que sigue sin dar con la clave para salir de la mediocridad. El equipo de Ibon Navarro resolvió el encuentro en un tercer cuarto pleno de acierto donde sometió a su dubitativo oponente con un parcial de 19-0 en siete minutos en que los malagueños no anotaron y fallaron hasta nueve ataques consecutivos. Los andorranos alivian su mala clasificación y complican la vida de un Unicaja, en modo vulgar, que tuerce extraordinariamente su presencia en la próxima Copa del Rey.

Estos son dos equipos que no han empezado bien la temporada. Dudas confirmadas en un primer tiempo con efecto tobogán. Los de Ibon Navarro, con un parcial de 15-4 se colocaban en 23-15 en un primer cuarto con cinco triples anotados. Unicaja es un equipo que sube mucho cuando se pone a defender y en un suspiro lograba remar hasta el 25-25 aniquilado en el minuto 15 con un 8-0 de parcial. Unos buenos minutos en defensa del poco utilizado Rubén Guerrero y un canastón de Norris Cole sellaron el tiempo de descanso con ventaja de los malagueños por 37-38. Una primera mitad intermitente y caprichosa con exceso de impulsos y volantazos.

En esta reanudación cambiaron las cosas para siempre. La falta de constancia y la electricidad de Hannah, Jelinek y Tunde Olumuyiwa volvían a dar una vuelta a la noria. Parcial de 19-0 que colocaba el electrónico en 58-42 Unicaja era un despropósito en ataque (nueve seguidos sin anotar) rebote endeble y desorden generalizado. Siete minutos para la basura de los malagueños. Un horror.

Tras siete minutos sin anotar Cole logró un triple que debería significar un punto de inflexión. El individualista jugador estadounidense parecía el único con capacidad para oponer algo de resistencia a los del Principado que disfrutaban de sus mejores minutos. El tercer cuarto se cerraba con 62-48 y tremendo parcial de 25-10 para los andorranos.

Consciente de que debía ponerse las pilas, el Unicaja apretó los dientes en la recta final con un parcial de 2-10 que le devolvía a la batalla (64-58 min. 33). Fotis metía en cancha, por primera vez, a Nzosa. Llamativo.

El Andorra mantenía la compostura y con disciplina defensiva mantenía a raya a los de Fotis, muy mal en el lanzamiento exterior y peores en el rebote sobre todo ofensivo. Con 72-60 a falta de cinco minutos los árbitros decretaron doble técnica sobre Brizuela y Alberto Díaz. Jaime, a todo esto, en el banquillo. Otro 5-0 con los del Carpena desarbolados y 78-63. El resto fue coser y cantar para los locales y una penitencia para los costasoleños que solo se limitaron a maquillar el resultado.