Vuelve La Paz y la Amistad

El Madrid da hoy (20:00, Dazn) un pasito más hacia la normalidad a orillas del mar Egeo, en La Paz y la Amistad, el pabellón de El Pireo junto al puerto de Atenas, uno de los santuarios del baloncesto continental. Por primera vez en 19 meses encara un partido con un ambiente de los de antaño, o al menos más parecido. El jueves anterior ante el Anadolu Efes reunió en casa, en el WiZink Center, a 4.050 espectadores; pero esta tarde en la cancha del Olympiacos el aforo permitido se eleva a 8.000, el límite en Grecia para un recinto cerrado. El curso pasado no superó los 3.134 seguidores que se encontró en su visita a San Petersburgo en marzo y los mil del tramo final del playoff ACB.

Vuelve también La Paz y la Amistad, porque la normativa local dejó a cero el pabellón la campaña pasada, la segunda seguida del equipo rojiblanco sin participar en la primera división helena. Este año ha regresado a la A1 y su pista será otra vez plató de los memorables pulsos con el Panathinaikos. En el estreno continental hace una semana ante el Baskonia, con exhibición de los de Bartzokas incluida (75-50), se reunieron 5.780 seguidores. Frente al Real se esperan más. Los precios de las entradas van desde los 10 a los 200 euros y hay obligación de estar vacunado (salvo los menores de edad) o haber pasado el coronavirus.

Un Olympiacos por primera vez en 11 años sin Spanoulis, retirado, aunque aún con Printezis (36 años). Un bloque más físico, al que “defensivamente se le ve más sólido”, según Pablo Laso, y “agresivo en carrera”. Parte en el segundo escalón de favoritos al playoff, quizá parejo al Zenit, tras los fichajes de Walkup, Dorsey, Lountzis y el gigante Moustapha Fall, uno de los seis franceses junto con Jean-Charles y los cuatro madrididistas que podrían coincidir en el parqué. Williams-Goss visita a su exequipo (estuvo en Atenas la 2018-19) y Laso destaca a varios de sus rivales y pone el foco en Sloukas (“determinante para ellos”) y en Papanikolaou y McKissic (“muy importantes, dan sensación de poderío atrás”). Tan clásico el adversario como el escenario, donde el Madrid solo ha ganado tres veces en 14 visitas este siglo. Para Georgios Bartzokas, exentrenador del Barça, los blancos son ahora "el equipo más preparado del momento".

De Petrovic y Martín a Doncic pasando por el heroico Galis

La Paz y la Amistad (Estadio Eirínis kai Filías, conocido como SEF) se inauguró en 1985 con un coste superior a los 4.000 millones de pesetas (más de 24 de euros) junto al Estadio Karaiskakis de fútbol, donde un puente les une por encima de la carretera que les separa. Entre la cancha y las gradas hay un espacio inicialmente destinado para una pista de hockey hielo, que duplica en tamaño la de baloncesto. El primer gran partido que celebró fue la final de la Copa de Europa entre el Cibona y el Real Madrid el 3 de abril de 1985, mes y medio después de su estreno. Ganaron los croatas con un desatado Drazen Petrovic, que en la liguilla, en Zagreb, había escupido a Fernando Martín cuando este le daba la mano. En 1987 el SEF hizo de Olimpo para que Nikos Galis (40 puntos en la final ante la URSS) y Grecia se colgaran el oro en el Eurobasket ante 16.000 hinchas enfervorizados (ahora el aforo es de 12.000), en 1989 vio a Petrovic meter 62 puntos de blanco para ganar la Recopa y en 1993 la gesta del Limoges de Maljkovic en la Liga ­Europea. Para los Juegos Olímpicos de 2004 se reformó y acogió el voleibol. Y, el 8 de diciembre de 2017, Luka Doncic anotó en el mismo lugar, en El Pireo, 33 puntos, su récord con el Madrid y la mejor marca de un jugador merengue en la Euroliga.