La quinta victoria es para Gasol

A pocos segundos de alcanzar el minuto 16 de partido, el tiempo se detuvo en el Palau Blaugrana. Jugadores, técnicos y aficionados aplaudieron durante unos segundos a Pau Gasol, quien había anunciado tres horas antes en el Liceo de Barcelona su retirada. Cada cuerpo presente imaginó a Pau en sus fotografías más icónicas. A los veteranos del Palau les vendría a la memoria aquel fideo que debutó hace dos décadas y a los más jóvenes el Pau gigantesco medallista olímpico y ganador de dos anillos de la NBA. También hubo quien recordaría al último Pau, el de su despedida el curso pasado, un jugador con destellos y maltratado por las lesiones con 40 años.

En un momento menos mágico por las medidas COVID que impidieron que el Palau se abarrotara para la ocasión, sus ex compañeros ganaron a un combativo Casademont Zaragoza (76-63). Pero minutos después del tributo se colocaría 33-31 con dos posesiones para igualar e irse al descanso con opciones de victoria ante un irregular Barcelona, capaz de anotar 25 puntos en el primer cuarto y de llegar con 36 al descanso gracias al acierto de Calathes con un triple salvador. Antes, los azulgrana crecieron en el rebote (15 a 9) y en el acierto en el triple (50%) en un partido trampa para los de Jasikevicius, obligado a rotar a sus jugadores pues acumulará tres partidos en apenas seis días (Munich y Sevilla). La asamblea del 17 de octubre ha provocado que los azulgrana jueguen la sexta jornada de la ACB antes que la quinta.

Había aventurado Ponsarnau en la previa que su equipo debía conjugar la mejor defensa del curso (se vio ante el Valencia) con el ataque de los dos últimos partidos en los que su equipo había superado los 100 puntos. Aunque el Barça les empezó a superar en la pintura (14-8 o 26-19), los aragoneses no se pusieron nerviosos y empezaron a endurecer su defensa y a encontrar puntos en distintas posiciones de la pista: hasta nueve jugadores habían anotado antes del descanso (36-31).

El Barcelona aprieta, el Casademont cae con dignidad

Lejos del alocado primer cuarto, los equipos apuraban la posesión, obligados por la defensa rival, con constantes faltas que, por ejemplo, llevaron a Mirotic al banquillo con cuatro personales a falta de 13 minutos para la conclusiones. McLean, con 12 puntos y cuatro rebotes, sujetaba a un Casademont que hacía la goma y que de nuevo, como le pasó en los dos cuartos anteriores, no supo gestionar los dos últimos minutos. Un parcial de 6-0 para el Barcelona colocó el marcador en 52-42 a falta del último parcial. Casi todo decidido.

Con dos triples seguidos de Okoya y Laprovittola se presentó el último acto, más destensados ambos equipos, consciente el equipo visitante que tomar el Palau era misión imposible; y el Barcelona que con mantener su ritmo de anotación le bastaba. Superior en el rebote (34 a 29) y en los tiros de tres (39% frente a 25%), los azulgrana fueron ampliando la ventaja hasta los 20 puntos, en una actuación coral en la que solo Oriola superó los 21 minutos de juego. Empiezan la dura semana con el pie derecho y le regalan a Gasol una victoria y un homenaje merecido para un icono del Barça, del baloncesto español y de la NBA.