Carmelo Anthony compara una eventual derrota de estos Lakers con la de Estados Unidos en 2004
Los Lakers más veteranos buscan el título, reeditar lo que consiguieron en 2020. Melo cree que, con los fichajes, deben ganar o acabarán como EE.UU. en 2004.
Grandes expectativas en los Lakers después de un verano en el que han acumulado un talento veterano, con muchos años de experiencia, y han añadido a la dupla formada por LeBron James y Anthony Davis a otro MVP, Russell Westbrook, tras el traspaso concretado con los Wizards. Y presión después de una mala temporada, marcada por las lesiones, en la que estaban defendiendo el campeonato conseguido en la burbuja de 2020.
Uno de los fichajes más importantes, amigo personal de LeBron, y uno de los que no ha ganado todavía la NBA y ansía hacerlo en una de sus últimas oportunidades es el que ha puesto el listón alto en las declaraciones anteriores a la pretemporada. Es Carmelo Anthony, consagrado con diez presencias en el All-Star o por ser el máximo anotador en 2013 entre otros éxitos en equipos como los Nuggets o los Knicks. A los 37 años, y después de que Portland le recuperara cuando estaba semiretirado, ve una opción para 2022.
Para Melo, sin embargo, hay mucho que perder en esta temporada. Se ve como favorito y cree que no ganar el Larry O'Brien sería un fracaso que puede repercutir.
Con la excusa de su libro When Tomorrows Aren't Promised: A Memoir Of Survival And Hope el legendario jugador de Nueva York se pasó por el programa Million Dollaz Worth Of Game para analizar aspectos de su carrera profesional y se juntaron dos importantes momentos, siendo el actual uno de ellos, al hablar de lo que representa esta plantilla formada por los Lakers.
Para Melo hay muchas esperanzas puestas en los Westbrook, Howard, Jordan, Rondo o él mismo para acompañar a James, Davis y Westbrook, pero la caída sería dura.
"Ésta es, probablemente, la temporada más importante para mí. Ya he tenido años muy importantes, pero éste de aquí lo es más porque sé lo que está en juego. No lo veo como presión, pero sé lo que hay en juego. Y, como no sepamos sacar ventaja de ello, luego no vendrán otras oportunidades como ésta. Tenemos que hacerlo. No hay peros. Como no lo hagamos, pasará como con la Estados Unidos que perdió en 2004. Sería ese mismo sentimiento. Tendríamos que escondernos un poco si no conseguimos el objetivo. Eso es lo que está en juego, pero también es parte de la gracia", asegura Melo.
El caso de la EE.UU. de 2004
A lo que hace referencia Carmelo Anthony, que curiosamente ha sido uno de los jugadores más importantes de Estados Unidos en los últimos quince años, es a lo que ocurrió en los Juegos Olímpicos de Atenas. Después del Dream Team y otras dos Olimpiadas controladas por el equipo norteamericano llegó el batacazo, ya anunciado en el Mundial que habían disputado en su Indianápolis dos años antes: no llegaron ni a la final. Se cargaron, de hecho, a una España favorita en los octavos de final sin ser ellos los que pasaron a las eliminatorias como cabezas de serie.
Se les escapó el oro, que fue para Argentina. Se vieron abocados a la medalla de bronce, conseguida en un partido que ganaron a Lituania.
Aquella derrota con Larry Brown a la cabeza y la posterior del Mundial de Japón, en las que Carmelo Anthony y su ahora compañero LeBron James eran parte del equipo, fue el detonante para que la federación estadounidense presionara más a las grandes estrellas para que participaran en los torneos veraniegos. La caída en Atenas ha sido el borrón más importante, por ser el evento que más reluce en el palmarés de Estados Unidos, desde que van jugadores profesionales a este tipo de campeonatos.