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No fue un sueño: James Worthy jugó con el Granollers

En 1989, y tras ser MVP de las Finales de la NBA, el legendario jugador de los Lakers disputó dos partidos amistosos con el equipo catalán.

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No fue un sueño: James Worthy jugó con el Granollers
Focus On Sport Getty Images

Mike Davis, Claude Riley, Joan Creus, Oscar Cervantes y James Worthy. Ese fue el quinteto que alineó Manel Comas, entrenador del Granollers, para enfrentarse al Iraklis de Salónica. Fue en 1989, en el clímax de una inflexión que cambiaría la historia del baloncesto para siempre. Si hoy en día la NBA es una liga global se debe, en prácticamente toda su totalidad, a lo que fue por aquel entonces. La legendaria rivalidad entre Magic Johnson y Larry Bird sirvió de trampolín para una competición que, en su salto, ha logrado ganarse el apodo de mejor liga del mundo. El impulso fue farragoso, como casi todos. Antes de cualquier éxito se suelen esconder tropecientos fracasos, y ni la acumulación exagerada de los segundos garantiza lo primero.

En Estados Unidos, la fórmula funcionó. De la mano de Magic y Bird, se pasó del borde del colapso a la explosión definitiva en positivo, pero no estuvieron solos. Antes de ellos, Pete Maravich, Walt Frazier, Elvin Hayes, Bill Wlaton, Bob McAdoo, Moses Malone o Kareem Abdul-Jabbar ya habían plantado una semilla; y, con ellos, también regaron Isiah Thomas, Dominique Wilkins o Clyde Drexler, dando paso a Michael Jordan y el florecimiento total. Entre todos (y muchos más), también estaba Worthy, que, en un fotograma para la historia, cambiaría el amarillo de los Lakers por el del Grupo IFA Granollers.

La llegada de Fernando Martín a la liga estadounidense, en 1986, los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992, con el recuerdo de la plata en Los Ángeles y su final, o la llegada de las retransmisiones más allá del Atlántico a los televisores españoles generaron un caldo de cultivo que la organización, entonces dirigida por David Stern, no podía desaprovechar. País de las oportunidades tanto de fuera hacia dentro, como de dentro hacia fuera. España demandaba NBA y la NBA aplicó la ley: oferta, oferta y oferta.

En 1988, en el Palacio de los Deportes, la afición española pudo disfrutar, por primera vez, de una superestrella de la NBA en directo: Larry Bird, con sus gloriosos Boston Celtics, formaba parte de un torneo en el que también participarían el Real Madrid, la selección yugoslava y el Scavolini de Pesaro. Antesala de lujo para mucho más. En 1990, Michael Jordan jugaría un partido con los mejores jugadores de la liga ACB, en el que sería el acto de presentación de la nueva campaña. Charles Barkley, Scottie Pippen, Hakeem Olajuwon o David Robinson también se dejarían ver poco después por España. Hasta Magic Johnson, que lo hizo en dos ocasiones. La primera, para enfrentarse al Joventut de Badalona en un partido de exhibición; la segunda, ya con 42 años, también en un partido amistoso, pero vistiendo de blanco durante cinco minutos.

Del MVP de las Finales al Granollers

Fue en medio de todo este periodo de expansión cuando Worthy aterrizó en la ciudad catalana. Lo hacía, además, tras ser nombrado MVP de las Finales de la NBA, después de enfrentarse a los Pistons de Isiah Thomas, Joe Dumars, Bill Laimbeer o Dennis Rodman; a los bad boys. Una serie que terminaría con un 4-3 final, que significaba el segundo anillo seguido para los Lakers, el quinto en ocho años y el tercero, y último, para James, que cerraría la eliminatoria con promedios de 22 puntos, 7,4 rebotes y 4,4 asistencias. Un jugador de época, entre los más importantes en la historia de la franquicia púrpura y dorada, correspondido con el mérito de ser Hall of Fame. 7 All Star, 2 All NBA y 20,5 puntos, 6 rebotes y 3,6 asistencias en su temporada más productiva.

Todo eso vestía, un 2 de septiembre 'cualquiera', la camiseta del Grupo IFA Granollers. Tal y como recoge Antonio Rodríguez en Endesa Basket Lover, en el partido de presentación del equipo, el torneo Ciutat de Granollers. En total, 15 minutos sobre la pista en los que pudo anotar 9 puntos, sin evitar la derrota de los locales frente al Iraklis de Salónica (74-87), con su gran estrella, David Ingram, en un estado intratable (57 puntos). Al día siguiente, frente al Milano, repetiría, pero solamente durante seis minutos, en los que pudo sumar 7 tantos más.

Ahora en EBA, por aquel entonces, el Granollers atravesaba su mejor época en el baloncesto profesional. Fundado en 1932, y siendo uno de los clubes más antiguos del país, se mantuvo en la máxima categoría de la competición entre 1977 y 1993. Tiempo en que consiguió una tercera y quinta posición en la Liga ACB (la primera aún bajo la denominación de Liga Española de Baloncesto), disputó la Copa Korac, se quedó a las puertas de la Lliga Catalana ACB o la Copa Príncipe de Asturias y una auténtica leyenda de la NBA vistió su camiseta. James Worthy en Granollers, no fue un sueño.