Cuando Magic Johnson y Michael Jordan vinieron a jugar a España
Cuando Magic Johnson y Michael Jordan vinieron a jugar a España

REPORTAJE ESPECIAL

Cuando Magic Johnson y Michael Jordan vinieron a jugar a España

Hubo unos años, los anteriores y posteriores a los Juegos Olímpicos de Barcelona, en los que las superestrellas de la NBA visitaban España con cierta asiduidad

A finales de la década de los 80 hubo tres circunstancias que dieron lugar a todo lo que vino después. Tres fechas clave. Por un lado, el 17 de octubre de 1986, día en que Juan Antonio Samaranch anunció que los Juegos Olímpicos de 1992 se celebrarían en Barcelona. En segundo lugar, el 8 de abril de 1989, la FIBA aprobó que los jugadores de la NBA pudieran representar a sus países en los Juegos Olímpicos, algo hasta entonces prohibido. Y en tercer lugar, ya a nivel local, el 7 de febrero de 1988. Ese día se retransmitió el primer partido de la NBA (aunque ya se había emitido algún trozo del All-Star o de alguna final, meses después de jugarse), un Milwaukee-Boston en diferido, dentro del programa ‘Cerca de las Estrellas’ de Televisión Española.

A finales de los 80, la NBA inició una estrategia de expansión por Europa

Este último hecho fue el germen de lo que es hoy en día la NBA para los aficionados españoles. Pese a que el programa dirigido por Ramón Trecet se emitía en horario casi de madrugada, atrapó al aficionado al baloncesto y al deporte en general. Con el recuerdo aún latente de los Juegos de 1984 de Los Ángeles, donde España jugó la final contra unos ‘extraterrestres’ estadounidenses, y el salto a la NBA de Fernando Martín, el primer jugador de baloncesto español ‘famoso’ de la época, el producto triunfó. La fiebre de la NBA no sólo estaba extendida en España sino en toda Europa. Y una vez se supo que las megaestrellas del campeonato profesional estadounidense jugarían juntas en los Juegos Olímpicos de Barcelona, todo estalló. Y eso que aún no se sabía que se formaría el ‘Dream Team’, el mejor equipo de baloncesto de todos los tiempos.

Magic Johnson y Michael Jordan, con la medalla de oro olímpica.
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Magic Johnson y Michael Jordan, con la medalla de oro olímpica.

Larry Bird fue la primera superestrella que se vio en España, en 1988

En Estados Unidos captaron rápidamente ese incipiente interés del aficionado europeo y la NBA inició una estrategia de expansión por Europa que tendría su culmen en los Juegos de 1992, aunque se alargó unos años más. La NBA comenzó a expandir sus derechos por toda Europa, a comercializar vídeos VHS y todo tipo de productos de los equipos; las marcas deportivas, como Nike y Converse, empezaron a comercializar en Europa los modelos de zapatillas de los jugadores de la NBA… Pero faltaba algo para acabar de conquistar al público del viejo continente: ver que las estrellas eran de carne y hueso. Y así, la NBA, con el apoyo de la FIBA y el patrocinio de la multinacional americana de restauración, idearon el Open McDonald’s, que consistía en que un equipo NBA se medía a los equipos más fuertes de Europa y posteriormente del Mundo. Tras un primer torneo piloto en Estados Unidos, en 1987, en el que participaron los Milwaukee Bucks, la selección de la URSS y el Tracer de Milán, la segunda edición se jugó en España (ya todas las demás, hasta 1999, se disputaron en Europa). El Palacio de los Deportes de Madrid albergó a los Boston Celtics, la selección yugoslava, el Scavolini de Pesaro y el Real Madrid. Fue la primera vez que se vio en España a una superestrella de la NBA, Larry Bird. Tres años después, los Knicks de Pat Ewing jugaron en Barcelona este torneo. Pero la afición quería más. Michael Jordan y Magic Johnson, los dos iconos de la época, estaban a punto de llegar a España.

Los 37 puntos y los 'dos mates' de Jordan en la ACB

Jordan realiza un mate ante la mirada de Audie Norris.
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Jordan realiza un mate ante la mirada de Audie Norris.

Hoy en día, con Europa 'colonizada' hace ya décadas, la NBA suele enviar a sus estrellas a expandir su marca por el extremo oriente. China, Japón, Singapur... Pero hubo un tiempo en que los más grandes jugadores de la historia del baloncesto viajaban a Europa para promocionar y saciar el incipiente interés europeo por el campeonato profesional norteamericano de baloncesto. Era el principio de los años de los 90 y el hecho de que los Juegos Olímpicos de 1992 se iban a celebrar en Barcelona, hacían de España un enclave estratégico para la NBA. Al margen del Open McDonald’s de 1988, el primer mito que llegó a España fue Michael Jordan. Fue el 30 de agosto de 1990. Jordan aún no había ganado ningún anillo (estaba a unos meses de hacerlo) pero un aura estelar ya rodeaba al que, para muchos, después fue el mejor jugador de la historia. Su viaje a España estuvo plagado de anécdotas. El acto central era el partido de presentación de la ACB de esa temporada. Jordan jugaría un partido con los mejores de la Liga española, un aliciente emocionante y singular para el aún novel aficionado español a la NBA. El partido se celebraba en Barcelona pero, un día antes, el 23 de Chicago Bulls tenía cita en Madrid: iba a asistir al derbi Estudiantes-Atlético de Madrid-Villalba, incluso se había anunciado que haría el calentamiento con la camiseta colegial. Todo se canceló porque Air Jordan prolongó su estancia en Alemania para visitar una base americana y alentar a los militares estadounidenses que en ese momento combatían en la Guerra del Golfo.

Jordan voló directamente a Barcelona y lo primero que hizo fue ir a jugar al golf en el campo del Prat de Llobregat. El escolta de los Bulls pidió que Seve Ballesteros jugara con él pero el golfista cántabro no se encontraba en España por esas fechas. Su segunda petición fue que el Rey Juan Carlos I le recibiera en audiencia. Tampoco se le fue concedido. Así, directamente se alojó en una suite del Hotel Princesa Sofía que costaba 125.000 pesetas de la época para descansar de cara a lo que se le avecinaba al día siguiente.  Lo primero que hizo esa mañana fue visitar la sede de la ACB. Allí, hizo de mano inocente del sorteo de la Copa Príncipe y después se dio un paseo por lo que sería la Villa Olímpica, con la camiseta de Barcelona’92. La anécdota fue que, en la rueda de prensa, explicó que “no estaba en sus planes” jugar los Juegos Olímpicos. Dos años después sería uno de los iconos de esa cita olímpica. Por la tarde, ya en el pabellón de los Deportes de Barcelona hizo de jurado en la final nacional del concurso de mates ‘Air Jordan’, junto a dos ilustres matadores de la ACB: Ricky Winslow y Mike Smith, que después hicieron una exhibición de mates en la que Jordan, campeón del concurso de la NBA en 1988, no quiso participar.

En 1990, Jordan jugó una exhibición con los mejores jugadores de la ACB

Jordan jugó un tiempo con cada uno de los dos equipos que estaban formados por las estrellas de la ACB: Corny Thompson, Creus, Villacampa, Winslow, Llorente, Norris, Walter Berry o el actual presidente de la ACB, Antonio Martín, entre otros. La estrella invitada decidió alargar los tiempos a 15 minutos puesto que de entrada se habían programado a 12. Se sentía a gusto. El pabellón estaba a reventar. 10.000 personas atiborraban el recinto. Había aficionados por todos los lados. Las escaleras y los pasillos estaban atestados de gente. Incluso hubo invasión de campo en algunos lances del partido. Jordan encestó 37 puntos aunque, según las crónicas de la época, hubo algo de decepción ya que “sólo realizó dos mates”. Un deleite que encandiló a todo un país que vio el partido de exhibición por TVE2. Años después se dijo que Jordan jugó ese partido a sabiendas de que la NBA le multaría. Se trataba de promocionar la marca no de arriesgar su físico en un partido. Nike pagó gustosamente la sanción. La publicidad que le repercutió en el mercado incipiente español para la marca deportiva de Oregón era lo importante. Los jugadores de la ACB también quedaron impresionados tras medirse a Air Jordan. "Al principio nos quedábamos parados viendo lo que hacía. Impresionante, era difícil no ser espectador", comentó en su día Antonio Martín. "Lo que más impresionaba era su físico: era más rápido, jugaba con más intensidad, saltaba mucho más”, comentó años después Jordi Villacampa, quien de entrada sorprendió al estadounidense con un marcaje más propio de un partido oficial que de una exhibición. "Esperábamos no hacer el ridículo y nos fue bien”, explicó José Luis Llorente.

Jordan lanza a canasta ante Villacampa.
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Jordan lanza a canasta ante Villacampa.

A Michael Jordan aún se le esperaba en la fiesta posterior que organizó la ACB pero el de Carolina del Norte no asistió pese a que la organización le insistió en que debía acudir al acto. Se quedó en la habitación de su lujoso hotel hablando de baloncesto por varias horas con Walter Szczerbiak, ex del Madrid que en esas fechas hacía de enlace entre la ACB y la NBA, y sus agentes. Ya no hubo más apariciones públicas de la estrella americana en España hasta los Juegos de Barcelona, dos años después, aunque las malas lenguas cuentan que esa noche la pasó en un reservado de la discoteca 'Up and Down' de Barcelona. Justo un año después, la ACB quiso repetir y trajo de una tacada a España a otras tres estrellas NBA: Charles Barkley; Scottie Pippen, lugarteniente de Jordan en los Chicago Bulls; y David Robinson. A pocos meses de la cita olímpica los tres declararon que estarían en los Juegos (y lo estuvieron). Robinson finalmente no jugó el duelo de exhibición, al prohibírselo su equipo, San Antonio Spurs, aunque realizó algún mate en el calentamiento. Las crónicas de la época relatan la rivalidad y los piques que hubo, durante algunos lances del partido, entre Arvydas Sabonis, entonces en el Forum y después estrella de los Portland Trail Blazers, y el 'Gordo' Barkley.

De la primera canasta del Sant Jordi al Centenario del Real Madrid

Magic Johnson, con la camiseta del Real Madrid.
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Magic Johnson, con la camiseta del Real Madrid.

El 26 septiembre de 1990, Earvin ‘Magic’ Johnson y su aura de estrella planetaria aterrizó en España. Visitó Madrid y Barcelona, unas semanas después de la visita de Jordan y justo unos días después del paso por España de Olajuwon, otra estrella NBA de la época. Pero en ese momento, Magic era Magic. Su principal acto en España era convertir la primera canasta en el Palau Sant Jordi, de la mano de Campofrío. Díaz-Miguel, seleccionador español, se mostró en desacuerdo y comentó que tal honor le correspondía a Epi. Por entonces, Magic era la máxima estrella de la NBA, ya con varios anillos, algo que aún no había conseguido Jordan. El base de los Lakers ya había declarado a los cuatro vientos que estaría en Barcelona'92, para alcanzar uno de los pocos títulos que le quedaban como jugador. Por entonces, aún no sabía que los Juegos serían sus últimos partidos antes de su primera retirada, al ser portador de SIDA. En Madrid, hizo una multitudinaria rueda de prensa en la que anunció que en los siguientes años volvería a España para realizar algún clínic con niños.

Magic, en el cartel anunciador del partido contra el 7Up Joventut.
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Magic, en el cartel anunciador del partido contra el 7Up Joventut.

Cumplió su palabra, y su contrato con Campofrío, y en julio de 1991 regresó a España para estar con los niños en Madrid, Barcelona y Valencia. A la fiesta se unió el jugador español más icónico de la época, Juan Antonio San Epifanio 'Epi', quien le acompañó en los clínics y le hizo aficionado del Barcelona… aunque años después vestiría la camiseta del Madrid. En Valencia, además, realizó un minipartido y asistió a la presentación del Pamesa en La Fonteta. Antes, en Madrid, en la rueda de prensa se marcó un farol: "La era Jordan no ha llegado ni llegará hasta mi retirada". Esa misma temporada (1990-91), los Bulls habían derrotado a los Lakers (4-1) en la final de la NBA, lo que a la postre significó un cambio de ciclo.

Al año siguiente, regresó para los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 capitaneando el Dream Team. Mucho se ha escrito de esas dos semanas. Dos años más tarde, en 1994, volvió al Palau Olímpic de Badalona. "Una sensación de escalofrío ha recorrido mi cuerpo y cientos de recuerdos han pasado por mi memoria", declaró. El ya entonces exjugador de los Lakers dejó su huella impresa en la Plaza de los Campeones de Barcelona, justo enfrente de lo que había sido la Villa Olímpica de los Juegos, en 1992. Al día siguiente, volvió a Badalona. Por la mañana, impartió un clínic con más de 200 niños y por la tarde jugó un amistoso con un equipo que formó para exhibiciones, el Magic All Stars, entre los que también se encontraban los míticos Mark Aguirre y Kurt Rambis, contra el Joventut, vigente campeón de Europa. A ambos equipos les patrocinaba en ese momento la marca de bebidas 7up y el equipo de Magic venció a la Penya (86-112). Magic demostró que aún estaba en forma (20 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias). Esa fue la última vez que un Magic aún 'en activo' visitó España.

Ya retirado, con 42 años, Magic Johnson lució el '32' del Real Madrid

Después, Magic ejerció durante unos cuantos partidos de entrenador de los Lakers y en 1996, con 36 años, regresó a la NBA para jugar sus últimos meses, a un gran nivel, con el conjunto angelino. Tras ese último baile, se retiró definitivamente y no fue hasta seis años después, cuando volvió a España por última vez. Concretamente fue el día de Reyes de 2002. Y lo hizo con el Magic-All Stars de nuevo, un equipo reforzado por Cedric Ceballos, excompañero de Magic en los Lakers; Larry Spriggs, excampeón de la NBA en 1985 y exjugador del Madrid, en el banquillo; y el hijo de Kareem Abdul-Jabbar, poniendo el toque de melancolía al grupo que Magic había juntado para estas exhibiciones. El motivo fue la celebración de uno de los actos del Centenario del Real Madrid. Florentino Pérez quiso juntar para el Centenario al mítico 'Dream Team', diez años después de Barcelona'92 pero tuvo que conformarse con el equipo de exhibición de Magic Johnson, que llegaba a la capital con 42 años. Este fue el único motivo puesto que la NBA en 2002 ya estaba totalmente integrada en la cultura europea y ya no había que hacer 'patria'.

No obstante, la presencia de Magic en Madrid, por cuarta vez en España, fue todo un acontecimiento en todo el país. Las páginas de los diarios se llenaron con su regreso a nuestro país. Tras realizar un clínic con 200 niños, asistió al palco del Bernabéu para ver partido de fútbol entre el Madrid y el Depor, el día antes del duelo que le esperaba en el pabellón Raimundo Saporta. En el partido, deleitó a los aficionados pese a contar ya con 42 años. Jugó los 40 minutos del partido, cinco de ellos con la camiseta del Real Madrid, algo que exaltó a la afición blanca y un hito que quedó para la historia del madridismo. El Madrid ganó ese partido pero lo más importante es que Magic lució el 32 blanco en un partido. El 'showtime' vestido de blanco. Esta fue la última visita pública del base más famoso de la historia de la NBA a España, un lugar que en los 90 fue el epicentro de la 'colonización europea' por parte del campeonato de baloncesto profesional norteamericano.

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