Aldama se presenta ante la NBA: doble-doble y mucho descaro

Santi Aldama ya tiene carta de presentación para la mejor liga del mundo. Hasta el momento, le había costado adaptarse, pero la pasada madrugada, frente a Chicago Bulls (96-91), se desmelenó. 13 puntos, 11 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones. Ese es su primer grito dedicado a la NBA y, al mismo tiempo, su primer doble-doble con la camiseta de Memphis Grizzlies. En la franquicia, se frotan las manos. Subieron a por él en el Draft y, en el tercer partido, ya están justificando su decisión. El interior canario, que estaba proyectado para las últimas posiciones de segunda ronda, salió elegido con el pick 30, cerrando la primera. Las razones de la apuesta, para aquellos que siguieran a Aldama en la universidad, estaban claras: un jugador de 2,11 metros de altura capaz de correr por toda la pista y de dominar el juego interior, pero también de sumar desde la larga distancia. El prototipo ideal de jugador moderno. Lo que fue anoche Aldama.

La primera canasta del partido fue suya, dejando patentes las ganas con las que llegaba. A partir de ahí, despliegue total de sus posibilidades. En la siguiente jugada, el mundo al revés. Si los primeros puntos habían sido mostrándose poderoso en dirección a canasta, los siguientes llegaban desde la esquina, sumando tres tantos más a su casillero. Mucho repertorio en apenas cuatro minutos. Y lo que quedaba. A dos del descanso, sin ir más lejos, el canario mostraba una de sus mayores virtudes. Volvió a su etapa formativa, en la que jugaba de base. Cogió el balón en su campo, lo subió, distribuyó a un lado, la pelota volvió a él y, ya bajo el aro, descargó de espaldas para dejar una asistencia de highlight.

No frenó. Antes de cerrar la primera parte, firmaba uno de sus dos tapones de la noche (el segundo, ya en el tercer cuarto, sería imponente) y su segundo triple. Dos en seis intentos, quedándose en un 33,3% de precisión que mejora sus sensaciones pasadas con la eficiencia, pero que aún está lejos de sus posibilidades. En tiros de campo, más de lo mismo, con un cinco de catorce (35,7%). En Loyola-Maryland, donde promedió 21,2 puntos, sus porcentajes estaban en 36,8 % y 51,3 %, respectivamente. Hay margen de mejora y, seguro, se va a recorrer.

La exhibición sirvió tanto para liderar a Memphis hacia la victoria como para resarcirse en lo personal. Fue el tercer integrante con más puntos del equipo y el primero en cuanto a tapones, rebotes y asistencias. De jugador total. Mucho aire tras sus primeros dos partidos en la Summer League, en los que se había quedado lejos de poder evidenciar su verdadero potencial. En el primero, en el que se mostró firme en defensa, dejó 4 puntos y 2 rebotes en 15 minutos; en el segundo, poderoso en el interior pero desacertado en el tiro, 6+12. En dicho partido, eso sí, ya acumuló mucho más minutaje (27 minutos), al igual que anoche (26). Está siendo, en este sentido, uno de los jugadores más utilizados por Memphis, dejando clara la apuesta de la franquicia, que ya le ha otorgado su dorsal oficial para debutar en la NBA: el 7. Un número que puede albergar muchas alegrías.