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Carlisle, de los Mavs a los Pacers

El entrenador neoyorquino regresa a Indiana tras trece años en Dallas. Firma por cuatro años y 29 millones. "Mi salida de los Mavericks... sentía que era lo mejor para las dos partes".

Carlisle, de los Mavs a los Pacers
PEDRO PARDOAFP

Rick Carlisle solo ha estado una semana sin trabajo. El técnico neoyorquino de 61 años se ha comprometido para las cuatro próximas temporadas, por las que percibirá 29 millones de dóla-res, con Indiana Pacers. Vuelve, por lo tanto, a la que fue su casa, primero como asistente y mano derecha de Larry Bird (1997-2000) y después como head coach (2003-2007). En sus años en Indiana, Carlisle cosechó un balance en regular season de 181-147 con tres visitas a playoffs, la más exitosa hasta la final de Conferencia (2004).

Antes había dirigido a Detroit Pistons (2001-2003) y después, en 2008, se hizo cargo de los Mavericks, donde ha estado hasta ahora. Trece años para el entrenador con más victorias en Dallas: 555 por 478 derrotas. Y la guinda, claro, el título de 2011 con Dirk Nowitzki como jugador franquicia. El único en la historia del equipo texano. Ahora Carlisle regresa a unos Pacers que han roto una racha de cinco años en playoffs tras un pobre 34-38 culminado con derrota en el play in, contra los Wizards. Un año marcado por las lesiones pero también con las tensiones entre el vestuario y un Nate Bjorkgren que solo ha durado una temporada al frente del equipo de Indianápolis.

Carlisle, que como jugador fue campeón con la mejor versión de los Celtics de Larry Bird (1986), tiene un balance total en su carrera como entrenador de 836-689. Es el decimoquinto técnico con más victorias y el tercero en activo, solo por detrás de Gregg Popovich y Doc Rivers. Tiene ilusión por su nuevo reto, de regreso en el Este catorce años después: “Hay un grupo de jugadores con talento y sin egoísmo, que juegan duro. Siempre puede haber movimientos, pero en la franquicia confiamos en que se recuperen físicamente los jugadores que ya tenemos para ver hasta dónde pueden llegar”.

La salida de Carlisle de Dallas fue sorprendente… y polémica. Coincidió con el adiós de Donnie Nelson, el arquitecto en los despachos, y las polémicas centradas en la gestión del propietario, Mark Cuban. Líos que han salpicado a un Luka Doncic que tenía buena relación con Nelson pero del que se decía que no estaba en un buen momento con un Carlisle al que le afeaba la táctica, las rotaciones y al influencia que concedía a Haralabos Voulgaris, el hombre de confianza de Cuban al que no se ve con buenos ojos en muchos estratos de la organización, incluido el vestuario.

En palabras que recoge ESPN, Carlisle no oculta que lo mejor era separar caminos y deja un recado sobre el entrenador que encajaría con Doncic: “No puede decir exactamente cómo se llegó a este final. Fue más bien la sensación de que sería mejor para todos. Espero que el próximo entrenador sea Jason Kidd porque él y Luka tienen muchas cosas en común como jugadores. Creo que sería una gran situación para Luka y creo que también lo sería para Jason. Soy el único en este planeta que ha entrenado a los dos y conozco las cualidades tan especiales que tienen. Así que creo que sería una unión perfecta, pero solo es mi opinión".

Carlisle también se ha explayado, son palabras que recoge el periodistas Tim MacMahon, sobre su despedida de Doncic: "Le he mandado un mensaje dándole las gracias por estos tres años increíbles. He aprendido muchas cosas de él, y le he dicho que me alegro de que ahora solo le voy a ver dos veces al año. Y lo digo como el mayor de los halagos, claro. Creo que es el mejor jugador joven del mundo. Estos tres años abonan el terreno para los diez siguientes para él. Espero que sea campeón de la NBA, espero que gane varios MVPs. Tengo el mayor de los respetos por su capacidad como jugador, es de verdad de esos que hay uno en cada generación. Hace dos años me senté con él y le dije que iba a poner la bola en sus manos, que le iba a permitir crear, moldear su carrera, cometer errores, firmar grandes jugadas, ganar y perder, y que eso iba a ser muy importante para el jugador en el que se iba a convertir. Él asumió ese reto y esa responsabilidad y se ha convertido en un jugador que va a firmar un contrato supermáximo. Pero él sabe que los legados son una cuestión de títulos. Así era para él en Europa, y creo que va a ser para él también en la NBA".