Pau Gasol ha ganado tres Ligas ACB: 1998, 2001… y 2021. Casi veinte años después, vuelve a ganar en Liga. El 25 de junio de 2001 se proclamó campeón y MVP, con 20 años (el 6 de julio cumplió 21), el 27 fue elegido en el Madison Square Garden con el número 3 del draft de la NBA. Dejaba atrás su explosión de la temporada 2000-01, que precipitó un salto a la NBA en todo caso cantado.

Después de ganar Copa y Liga, con doblete de MVPs, ante el Real Madrid y quedarse sin asalto a la Euroliga por una inoportuna apendicitis, llegó el paso definitivo una carrera de leyenda que ha incluido dieciocho años en la NBA con dos anillos, con la camiseta legendaria de los Lakers y al lado de Kobe Bryant, seis all star y cuatro nominaciones para los Mejores Quintetos (dos para el segundo, dos para el tercero). Después de jugar en Grizzlies, Lakers, Bulls y Spurs, fichó por los Bucks pero tuvo que parar por una lesión en un pie que le hizo pasar por el quirófano en mayo de 2019. Tenía por delante un contrato que no pudo estrenar con los Trail Blazers y dos años de pesadilla en la que la retirada le rondó de forma constante. Habría parado como un jugador grande en la historia de la NBA y gigante en el baloncesto FIBA: uno de los mejores y más dominantes de siempre, campeón del mundo, tres veces medallista olímpico y con siete metales en Europeos (tres de oro).

Pero Pau Gasol se empeñó en seguir adelante y poner el punto y final a su manera, según sus reglas y no las del maltrecho pie izquierdo. Su gran motivación era Tokio, sus quintos Juegos Olímpicos, a los que llegaría con 41 años tras el aplazamiento de 2020 por culpa de la pandemia. Y el puente hacia el regreso con la Selección (bronce en el Eurobasket de 2017, su última cita) estaba en su casa, en el Barça: el 23 de febrero de 2021 se confirmó una de las grandes bombas de la historia del baloncesto español. El regreso de Pau Gasol al Palau, al Barcelona.

Ese regreso ha terminado, por lo que respecta a esta temporada (Pau sugirió antes del segundo partido de la final que podría ser el último en el Palau para él), con nota muy alta. Sufrió para adaptarse y coger ritmo, especialmente en la más exigente Euroliga. Y, en el lado más negativo, se quedó a unos minutos de levantar el único gran trofeo que el falta: lo impidió el Efes en la recta decisiva de la final. Pero, sin embargo, Gasol ha jugado a muy buen nivel en Liga Endesa y ha sido un jugador no solo útil sino realmente determinante en los playoffs, donde su excelente nivel pasó examen contra los temibles pívots del Real Madrid. En el primer partido y con el Barça a remolque y abrasado en el rebote, su entrada en pista equilibró el juego interior y dio problemas a un Tavares que hasta entonces jugaba a sus anchas. En el segundo volvió a jugar a un excelente nivel. Estuvo casi 20 minutos en pista, acabó con 11 puntos, 6 rebotes y 19 de valoración. Volvió a dar problemas a Tavares, entendó el juego a la perfección y dejó una de las imágenes de la final: tras el amago de reacción del Real Madrid superado el ecuador del tercer cuarto (0-9 de parcial), remató un 10-2 que devolvió el agua a su cauce con un triple y un mate en carrera tras asistencia de Nick Calathes.

Pau llegó a la final de la ACB con un excelente rendimiento en cuartos y semifinales, exactamente en el rol ideal para él: pocos minutos, mucho impacto. Sus números en esas eliminatorias fueron rotundos: 12,3 puntos, 5,5 rebotes y 18,5 de valoración. Y todo en apenas 15:24 en pista por noche, con un +/- medio de +9, un 74% en tiros de dos, un 41,7% en triples y un 90,5% en tiros libres. Según datos de la ACB, el más valorado por minuto de la historia del playoff. Sus 1,2 de media superan a Arvydas Sabonis y su temporada 1990-91 en el Valladolid (0,97), al Walter Berry del Villalba o a su hermano Marc en el Girona (0,93).