Doncic, Trae, MPJ, Ayton... "2018 va a ser el mejor draft de la historia"
Los playoffs 2021, rampa de despegue definitiva de una generación de jugadores que va camino de ser una de las mejores de siempre en la NBA. Mucho más que Doncic y Trae Young.
El debate sobre el mejor draft de la historia, como muchas de estas discusiones/rankings tan necesario como uno quiere considerarlo, aparece de forma recurrente, normalmente cuando está más cerca la nueva elección de rookies, que este año tendrá lugar el 29 de julio, dentro de este calendario de pandemia que va dando pasos hacia la normalidad (el de 2020 tuvo lugar, conviene recordarlo, un extraño 18 de noviembre. Sin embargo ahora, en plena segunda ronda de playoffs y con las eliminatorias asomándose a las finales de Conferencia, se vuelve a hablar de drafts históricos, los mejores y más valoradores de siempre. Y es así porque hay una generación que va camino de (veremos: lleva años tener certezas en asuntos así) retar a casi cualquier otra. Es la de 2018, que está usando estos playoffs 2021 como consagración definitiva, a las puertas de un verano en el que lloverán millones porque es su turno en las ampliaciones de sus contratos rookies.
¿Cuál es el mejor draft de la historia? Como siempre en estos asuntos, la respuesta es subjetiva, difícil de resolver con rotundidad y abierta a reinterpretaciones históricas. Sin embargo, hay una cierta convención en torno a cuatro quintas que se consideran por encima de todas la demás:
-Desde luego, la de 1984. No la más profunda por volumen de jugadores de máximo impacto pero sí la más importante por el tamaño de sus principales figuras: Hakeem Olajuwon (número 1), Michael Jordan (3), Charles Barkley (5) y John Stockton (16). Entre los cuatro, 47 all star, 45 All NBA, 23 All NBA Defensive, ocho anillos, siete MVP, diez títulos de más puntos, nueve de más asistencias, cinco de más robos, tres de más rebote… Hay que añadir, en la parte ilustre, a Sam Perkins (4), Alvin Robertson (7), Otis Thorpe (9), Kevin Willis (11), Michael Cage (14), Jerome Kersey (46)…
-Un año después, en 1985, llegó otra generación inolvidable: Patrick Ewing (número 1), Xavier McDaniel (4), Chris Mullin (7), Detlef Schrempf (8), Charles Oakley (9), Karl Malone (13), Joe Dumars (18), AC Green (23), Terry Porter (24), Tyrone Corbin (35), Hot Rod Williams (45)...
Resulta asombroso que en apenas doce meses llegarán a la NBA dos desembarcos tan históricos de talento. Sin embargo, el de 1985 ha quedado relegado en la opinión de muchos por otros dos draft posteriores:
-En 1996 llegaron tres MVP y el líder histórico en triples (por ahora, Stephen Curry recorta a toda velocidad): Allen Iverson (19), Marcus Camby (2), Shareef Abdur-Rahim (3), Stephon Marbury (4), Ray Allen (5), Antonie Walker (6), Erik Dampier (10), Kobe Bryant (13), Peja Stojakovic (14), Steve Nash (15), Jermaine O'Neal (17), Zydrunas Ilgauskas (20), Derek Fisher (24)...
-Y, después, claro, 2003. El paragidma de draft poco profundo pero histórico en sus mejores representantes: LeBron James (1), Carmelo Anthony (3), Chris Bosh (4) y Dwyane Wade (5). Además, y ya lejos, Kirk Hinrich (7), David West (18), Boris Diaw (21), Mo Williams (47), Kyle Korver (51)...
De los más recientes, destacan 2009 (Blake Griffin, James Harden, Stephen Curry, DeMar DeRozan…) y 2011 (Kyrie Irving, Klay Thompson, Kawhi Leonard, Jimmy Butler, Kemba Walker, Nikola Vucevic...).
E irrumpe 2018. Con, insisto, estos playoffs 2021 como escenificación de lo que ya tenemos claro que fue un curso rookie enorme, por profundidad y talento. Lo acaba de decir su número 1, el pívot DeAndre Ayton, después de que los Suns dejaran al campeón, los Lakers, en la cuneta a las primeras de cambio: “Creo que la de 2018 va a ser la mejor generación de la historia. Esa es mi sensación. Ves a tíos como Doncic, Porter Jr, Trae… Ha sido fantástico ir viéndolos en estos playoffs. Ninguo se encoge. Esta es la nueva generación de estrellas de la NBA”. En esos playoffs ya no está Luka Doncic, que dejó la primera ronda como máximo anotador por promedio en las eliminatorias (35,7 puntos por noche), pero siguen el propio Ayton, su compañero Mikal Bridges, Trae Young, Michael Porter Jr, Kevin Huerter, Bruce Brown…
Estos son los jugadores que están convirtiendo al de 2018 en un draft que puede acabar siendo considerado histórico:
NÚMERO 1: DEANDRE AYTON (PHOENIX SUNS). El siete pies de las Bahamas era una elección obvia cuando los Suns se llevaron el número 1 del draft por primera vez en su historia. Por su descomunal potencial y porque era la estrella de la Universidad de Arizona. El factor local, aunque menos que en el pasado, sigue contando. Con 22 años, Ayton es la prueba de que la falta de paciencia lleva a que se juzgue demasiado rápido a jugadores que llegan sin hacer a la NBA. Eso, y haber sido elegido por delante de Doncic y Trae Young, le puso en la picota en sus primeros pasos en la Liga. Pero la llegada de un entrenador como Monty Williams y de un playmaker como Chris Paul han hecho maravillas, en las dos últimas temporadas, con un pívot que está jugando a un nivel fabuloso en playoffs, primero contra Anthony Davis y la batería de músculo de los Lakers y ahora contra Nikola Jokic, el nuevo MVP. Promedia en sus primeras eliminatorias 16,3 puntos, 10,5 rebotes y un increíble 75% en tiros de campo. Sólido en defensa, esforzado y sin las lagunas de concentración que todavía asomaban en la última regular season. Un jugadorazo con un buen toque de vieja escuela.
NÚMERO 3: LUKA DONCIC (DALLAS MAVERICKS). Elegido por Atlanta Hawks y traspasado a Dallas Mavericks a cambio de Trae Young (pick 5) y una primera ronda de 2019 que los Hawks invirtieron en Cam Reddish. Poco se puede decir del esloveno, que en tres años ha amasado dos all star, una inclusión en el Mejor Quinteto (pueden ser dos, aunque volverá a ser All NBA en todo caso) y la consideración de candidato perenne al MVP. Firmará una extensión de más de 200 millones en Texas y ahora solo queda ver cómo de acertados están los Mavs a lo hora de rodear a su jugador franquicia. El primer intento (Kristaps Porzingis como estrella, Josh Richardson como obrero) ha salido mal… y aún así los Mavs estuvieron con un 2-3 a favor contra los Clippers, su verdugo en las dos últimas temporadas, siempre en primera ronda.
NÚMERO 4: JAREN JACKSON JR (MEMPHIS GRIZZLIES). Una lesión de menisco cuya recuperación se alargó hasta los ocho meses, porque en Tennessee no querían ninguna sorpresa negativa, ha dejado en standby la valoración de un interior con un enorme potencial y llamado a ser el gran escudero de Ja Morant. Después de sus excelentes momentos de la temporada pasada, en esta solo pudo jugar once partidos antes de los playoffs. En ellos acusó mucho la inactividad aunque en la serie contra Utah Jazz tuvo buenos momentos. La temporada próxima es muy importante para él, pero su techo sigue siendo alto.
NÚMERO 5: TRAE YOUNG (ATLANTA HAWKS). Otro base genial, como un Doncic al que siempre estará unido por el trade en el que cambiaron de camiseta la noche del draft. También ya all star, se ha confirmado en los Hawks como un líder y un jugador con un talento especial. Y los que dudaban de su capacidad competitiva están quedando silenciados en estos playoffs: en primera ronda, contra los mediáticos Knicks, 29,2 puntos y 9,8 asistencias por partido. En segunda, exhibición en Philadelphia para robar el factor cancha en el primer partido. Otra estrella joven con galones en la nueva NBA.
NÚMERO 8: COLLIN SEXTON (CLEVELAND CAVALIERS). Otro caso claro de que hay que dejar que los jugadores crezcan, aprendan: maduren. Sexton llegó muy verde desde Alabama y en su año rookie fue más desesperante que prometedor. En el segundo mejoró... y en el tercero ha firmado un curso excelente: 24,3 puntos, 4,4 asistencias y un 47,5% en tiros de campo. Como rookie, hace solo dos años, se movía en 16,7, 3 y 43%. Ha jugado muy buenos partidos, con finales espectaculares en los que ha demostrado capacidad para resolver cuando quema la bola. Mucho futuro por delante.
NÚMERO 10: MIKAL BRIDGES (PHOENIX SUNS). Un tremendo error de los Sixers, que eligieron a Mikal Bridges con el número 10 y lo traspasaron a los Suns. Bridges era de la zona, su madre trabaja para los Sixers y venía de jugar en Villanova… pero en Philadelphia querían a Zhaire Smith, que salió del equipo en 2020 y no parece tener futuro NBA. Por el contrario, Bridges es un alero extraordinario, ya uno de los mejores defensores de la Liga en su puesto, un complemento perfecto como puente entre Chris Paul, Devin Booker y el juego interior y un buen tirador. El prototipo de 3+D moderno, ya titular indiscutible en uno de los aspirantes al anillo. Un jugadorazo.
NÚMERO 11: SHAI GILGEOUS-ALEXANDER (OCK THUNDER). Jugó una gran temporada rookie en los Clippers (intercambiaron pick con los Hornets) y salió, un coste alto que en su momento no se valoró lo suficiente, en el traspaso por Paul George. El all in de los Clippers una vez que tuvieron el sí de Kawhi Leonard mandó a SGA a los Thunder, y allí el canadiense ha confirmado en las dos últimas temporadas que es una estrella en ciernes, ya muy cerca del nivel all star. En OKC aprendió en su primer año con Chris Paul y en esta última temporada ha promediado 23,7 puntos, 4,7 rebotes y 5,9 asistencias. Un excelente jugador que no para de producir.
NÚMERO 12: MILES BRIDGES (CHARLOTTE HORNETS). Otro jugador que ha dado una zancada enorme en su tercera temporada. Reconocido apenas por sus tremendos mates y sus espectaculares saltos como rookie, ya es mucho más que eso. Primero como jugador de energía para la rotación poniendo rebotes, muelles y defensa desde el banquillo, y después con un enorme paso adelante cuando las lesiones arrasaron la rotación de James Borrego, Briges ha dejado muy buenas sensaciones esta temporada y muy buenos presagios para el futuro. En los últimos 17 partidos, ya con Hayward lesionado, promedió 21 puntos, casi 7 rebotes y 3,7 asistencias con casi un 51% en tiros y un 41% en triples. En la temporada ha disparado su eficiencia en la línea de tres (40%) y cerca del aro (72). Un jugador que es puro motor y al que habrá que seguir con mucha atención la próxima temporada.
NÚMERO 14: MICHAEL PORTER JR (DENVER NUGGETS). Se acerca al nivel de estrella que prometía cuando era, desde muy lejos, el favorito para el número 1 del draft. Una lesión muy fea en la espalda cortó por lo sano su temporada en Missouri, asustó a muchas franquicias, le hizo caer y caer en el draft (hasta que los Nuggets, que se lo podían permitir, asumieron el riesgo que otros no se atrevieron) y se pasó en blanco su primera temporada NBA. En la segunda, Michael Malone cuidó sus minutos y su cabeza, ayudándole a entender el juego y a mejorar en defensa. Ahora progresa en todo para redondear un perfil que ya es temible en anotación: 19 puntos de media esta temporada con un 44% en triples. Y ni rastro, por ahora, de los problemas de espalda. La mejor señal.
NÚMERO 17: DONTE DIVINCENZO (MILWAUKEE BUCKS). Los cambios en el roster de los Bucks le han obligado a dar un paso adelante, especialmente cuando se torció la llegada, que llegó a estar cerrada, de Bogdan Bogdanovic. DiVincenzo respondió como escolta titular, con mucho trabajo de intendencia, defensa al lado de Jrue Holiday y Krhis Middleton y un 38% en triples que disparó su valor para un equipo en el que ya jugó más de 27 minutos por noche en regular season pero del que se cayó en playoffs por una lesión. En todo caso, ha demostrado que tiene valor en uno de los mejores equipos de la NBA. La mejor señal.
NÚMERO 19: KEVIN HUERTER (ATLANTA HAWKS). Con la llegada de Nate McMillan y el salto adelante de los Hawks, Huerter no ha pasado a ser titular (no lo es cuando el equipo no acumula bajas en las alas) pero sí está muchas veces en los quintetos que cierran los partidos, también en playoffs. Un muy buen tirador que supera el 42% en triples en la NBA y que da la sensación de estar siempre cerca de dar un estirón trascendental en su juego. Veremos si lo consigue.
NÚMERO 27: ROBERT WILLIAMS III (BOSTON CELTICS). Cayó mucho en el draft, pese a sus tremendas facultades físicas, por su mala cabeza. Y desde que fue elegido por los Celtics, el pívot demostró que, efectivamente, hay que tener cuidado con su tendencia a la dispersión. Pero su progresión como ancla defensiva y finalizador de alto porcentaje en ataque ha sido una de las pocas buenas noticias de los Celtics en una temporada por lo demás nefasta.
NÚMERO 33: JALEN BRUNSON (DALLAS MAVERICKS). Un compañero de generación de Doncic… y compañero también del esloveno en muchos minutos en pista. Se equivoca muy poco, es inteligente y sabe jugar al baloncesto. En muchas noches es uno de los tres mejores de los Mavs… lo que no es una gran noticia para los texanos en sí misma, pero sí una demostración de que se hicieron con un guard muy sólido ya en segunda ronda del draft. Hará una larga carrera NBA.
NÚMERO 34: DEVONTE’ GRAHAM (CHARLOTTE HORNETS). Un base eléctrico, con rachas fulgurantes de anotación y capacidad para meter cualquier triple, Graham pasó de no tener casi presencia como rookie a promediar en su segundo año 18,2 puntos y 7,5 asistencias con un 37% en triples. Las lesiones en los Hornets le dieron la oportunidad y no la desaprovechó. En esta último temporada ha mantenido el nivel y ha demostrado que, aunque es irregular, puede reventar partidos y tiene personalidad en los finales apretados. Un jugador de rotación muy interesante, como mínimo.
NÚMERO 36: MITCHELL ROBINSON (NEW YORK KNICKS). Después de unos cuantos líos universitarios, preparó por su cuenta el salto a la NBA y fueron los Knicks los que apostaron por un pívot de 2,13 y muchísimo potencial. Esta temporada una lesión en la mano le paró en seco, una pena porque es un jugador muy del gusto de Tom Thibodeau. De hecho era titular y se movía en buenos números, mucha incidencia en defensa y altísimos porcentajes cerca del aro.
NÚMERO 37: GARY TRENT JR (TORONTO RAPTORS). Un escolta muy válido en la NBA actual porque defiende bien en uno contra uno y anota desde el exterior, con rachas en las que parece incapaz de fallar. Era un reserva de primer nivel en los Trail Blazers y se fue a Toronto Raptors en la operación Norm Powell. En Canadá quiere asentarse, como mínimo como un jugador importante de rotación. Pero tiene talento para ser un titular con galones y un jugador de primer nivel.
NÚMERO 42: BRUCE BROWN JR (BROOKLYN NETS). A veces, no pocas, un jugador necesita estar en el lugar idóneo y en el momento perfecto. Después de dos años inestables en Detroit, Bruce Brown acabó en Brooklyn Nets y allí se ha convertido en una pieza importante del gran favorito al anillo. Con tres súper estrellas y poco detrás, los Nets necesitaban exprimir sus recursos y Brown ha respondido de maravilla porque ha sabido entender lo que se necesitaba de él: energía constante, trabajo y movimiento incansable para buscar posiciones cerca del aro. En un equipo con tres genios que desesperan a la defensa rival, la actividad de Brown produce puntos fáciles. Pone esfuerzo inagotable y muy buena lectura de las jugadas de bloqueo y continuación. Muy revalorizado.
Hay más jugadores muy interesantes y que todavía pueden disparar sus carreras NBA: Wendell Carter Jr era un número 7 del que esperaban muchísimo en los Bulls pero no cuajó en una franquicia desordenada y ahora lo intentará en Orlando Magic, donde llegó como parte del pago por Nikola Vucevic. Landry Shamet es un tirador de rachas (con tramos buenos y otros… nefastos) que tiene un rol ideal para él en Brooklyn Nets, donde hay posiciones de tiro liberadas para todos los jugadores de complemento. Lonnie Walker es uno de los jugadores del núcleo joven de lo que deberían ser los nuevos Spurs, Josh Okogie tiene potencial por su capacidad defensiva (veremos si sigue o no en Minnesota), Hamidou Diallo fue traspasado a los Pistons, donde tuvo una entrada estupenda, Grayson Allen tiene puntos y capacidad de trabajo (y un rol por ahora sólido en los Grizzlies), Anfernee Simons es puro talento (sí, solo en ataque), Aaron Holiday debería tener una larga carrera NBA y De’Anthony Melton es un héroe underground que forma parte también de los prometedores Grizzlies.
En el lado contrario, hay elecciones muy altas que no parecen levantar cabeza. Es obvio el caso de Marvin Bagley Jr, para el que es larguísima la sombra de Luka Doncic. El ala-pívot fue elegido justo delante, con el 2, por Sacramento Kings y (a diferencia de Ayton) no ha hecho nada para ayudar a que en la franquicia californiana lleven su decisión con (al menos) aplomo. Acosado por las lesiones, terrible en defensa, productivo pero limitado en ataque y en un equipo en el que casi nada funciona casi nunca, Bagley tiene potencial para enderezar el rumbo todavía, pero difícilmente será una estrella, no desde luego una capaz de acercarse a esas (Doncic, Trae Young) elegidas por detrás de él. Mo Bamba (número 6) no consigue (también con lesiones frecuentes) dar continuidad y promesas de futuro a su espectacular físico, y en Orlando Magic se le pueden haber acabado las oportunidades; y Kevin Knox fue un número 9 en el que los Knicks pusieron ilusión pero que por ahora parece incapaz de ser siquiera un suplente productivo en el nivel NBA. Le queda tiempo, pero parece lejísimos después de tres temporadas en las que no solo no ha avanzado sino que ha retrocedido en una rotación que ahora, además, dirige un Thibodeau con poca paciencia.