Real Madrid y Valencia se lo juegan todo a una carta

Esta noche el WiZink Center será el escenario de un partido en el que hay muchísimo en juego. Lo más evidente es un puesto en la final de la Liga Endesa. Pero llegados a este punto de la temporada, Real Madrid y Valencia Basket se juegan el poder contar un curso tan atípico e intenso, como ha sido éste, en la columna de los éxitos o en la de los fracasos.

A los blancos nadie podrá reprocharles que se vayan de vacío después de despedidas (Campazzo, Deck) y lesiones más o menos graves (­Randolph, Thompkins, Llull, Tavares...) torpedeando su línea de flotación todos estos meses. Pero si no ganan la Liga no dejará de ser el primer año desde que llegó Laso al banquillo en el que no conquistan ningún título grande (la Supercopa de septiembre queda ya lejos). En cuanto a los taronjas, una plantilla confeccionada para llegar a los playoffs de la máxima competición continental y que no fue capaz de lograr ese objetivo, se quedaría sin pelear por ninguno de los dos títulos nacionales. Y en ambas ocasiones apeado por el mismo rival (el Madrid ya le eliminó en los cuartos de la Copa).

A este duelo llega en mejor momento el Valencia. Anímico, tras igualar la serie ganando a los blancos por 18 puntos el martes, y físico, con la plantilla al completo a disposición de Jaume Ponsarnau. No puede decir lo mismo Laso, al que la plaga de bajas le ha dejado esta vez la dirección de juego tiritando. Ya se vio en Valencia. Hermannsson en ataque y Vives en defensa se impusieron con claridad a Alocén, único base puro disponible de la plantilla, y al canterano Núñez. El primero acabó el partido de hace dos días con un golpe en la cadera y aún tiene dolor en la zona. Abalde y Felipe dieron positivo el día 31 y apuntan a baja, con lo que Laso contaría con solo once jugadores.

Eso sí, no hay que olvidar que los valencianos han caído, y mostrando muy mala cara, en sus dos encuentros como visitantes en este playoff: en cuartos en Vitoria y en el primero de semifinales en Madrid. Hoy es la última oportunidad para cambiar esa dinámica.