La estadística que augura una victoria de Doncic ante Kawhi

Los Mavericks van 2-0, viajan a Texas para afrontar el tercer partido, han maniatado a los Clippers en los dos duelos iniciales y trasladan una sensación de superioridad y seguridad extraordinaria. Sus dos victorias, claro, han tenido un nombre propio que no podía ser otro: Luka Doncic. El esloveno se fue a 31 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias en el encuentro inaugural, mientras que en el segundo se ha ido a 37 tantos, con 7 rechaces y 7 pases a canasta. Dos exhibiciones propias de una leyenda que han permitido al equipo de Rick Carlisle adelantarse de forma tan inopinada como merecida, poniendo en jaque a un rival teóricamente superior y adelantándose en la elminatoria con una ventaja extraordinariamente importante.

Ahora, hay un dato que beneficia a los Mavericks. Son solo el 25º equipo en la historia que se adelanta 2-0 en una eliminatoria como visitante. Solo 24 equipos habían conseguido vencer en los dos primeros partidos fuera de casa desde que la NBA hizo su aparición. Y de esos 24, un gran precedente: 21 han acabado ganando la serie, una cifra espectacular que no hemos visto en las Finales, donde nadie ha perdido sus dos primeros partidos en casa y luego ha prevalecido.

El dato es uno más dentro de una competición llena de ellos, pero da muchas esperanzas a los Mavericks, que tiene la ventaja de campo a su favor y hasta dos oportunidades para hacerse con la victoria y adelantarse por 3-1, una ventaja muy sólida. Los precedentes más cercanos han acabado en cara y cruz, eso sí: en 2015, los Cavs de LeBron ganaron 4-0 a los Hawks en las finales de la Conferencia Este. Dos años después, los Celtics perdieron en casa sus dos primeros encuentros contra Chicago y acabaron ganando la eliminatoria. Solo ha habido una vez más en todo el siglo XXI en la que esto ha ocurrido: en 2005, con los Rockets ganando sus dos primeros partidos... y perdiendo la serie. Precisamente, ante los Mavericks, que saben que cuentan con una gran ventaja pero que tienen enfrente a un rival de altura. Y que todavía tienen que remar. Mucho.