PLAYOFFS NBA | SUNS 102 - 109 LAKERS (1-1)

El orgullo del campeón: Davis explota y los Lakers ponen el 1-1

Los Lakers lideraron casi todo el partido, pero Phoenix igualó al final. Un monstruoso Anthony Davis inclinó la balanza y puso el 1-1 en una serie que pone rumbo a Los Angeles.

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Los Lakers ya están aquí. El equipo angelino se impuso a los Suns en el segundo partido de la primera ronda de playoffs, recupera la ventaja de campo y pone rumbo a Los Angeles con un 1-1 que cambia totalmente las tornas de la eliminatoria y que confirma dos máximas que siempre hay que tener en cuenta: la primera, que no hay que sacar conclusiones precipitadas de un game 1; y la segunda, que el orgullo del campeón tiene una dimensión que a veces no comprendemos, pero que es perfectamente tangible con exhibiciones como la de esta noche. Frank Vogel volvió a demostrar que no es el entrenador de los Pacers y no cambió la alineación titular, pero sí la dinámica del partido y la forma de mover el banquillo: introdujo cambios antes, metió a Marc Gasol en la rotación con mucho acierto, no se cebó con un Andre Drummond que cuajó una gran actuación y tomó las decisiones acertadas en los momentos finales de partido, con Anthony Davis, monstruoso, jugando de cinco (donde más daño hace) y la defensa bien plantada atrás para frenar a un rival que tuvo más opciones de las que mereció, pero sucumbió ante el poderió visitante.

El primer partido había dejado sensaciones más bien malas para los angelinos, con una versión mala de LeBron y fantasmagórica de Davis. Eso sí, solo perdieron de nueve (99-90) ante un equipo que se mostró superior en todo momento pero no sentenció del todo en ninguno. Había cosas que recuperar para el segundo asalto y se hicieron, especialmente en lo referente a Davis: la estrella lleva una temporada para olvidar, sin encontrar su juego cuando ha estado sano y lesionado la mayor parte del tiempo. Pero en el segundo partido ante los Suns, volvió a parecer ese hombre que defiende a cualquiera y produce como una máquina en ataque, un físico excepcional y atemporal que destroza rivales y acapara todo lo que puede en ambos lados de la pista. Davis ha sumado 34 puntos en solo 15 tiros (18 de 21 desde la personal), con 10 rebotes, 7 asistencias, 1 robo y 3 tapones. Y un tapón tremendo a DeAndre Ayton en el último cuarto, en el que ha anotado 14 puntos, 9 de ellos desde la personal. En una palabra: exhibición.

Los Suns fueron delante en el primer periodo (12-11) y ya no recuperaron el liderato hasta el último (88-86). Entre medias, las ventajas de los angelinos estuvieron siempre en torno a los 8-10 puntos, con una máxima de 15; eso sí, se dejaron remontar al final y especularon demasiado, haciendo dudar al aficionado de la posible victoria. Los Suns, envalentonados por su público (el "beat LA" vuelve a sonar con fuerza), tuvieron su oportunidad, pero no concretaron en los últimos minutos, sentenciados por un triple de LeBron, que ponía un 94-103 ya insalvable para los de Monty Williams. La parte más curiosa fue que Chris Paul solo disputó 23 minutos (6 puntos y 5 asistencias), en parte por el buen papel de Cameron Payne, que con su arcaica dinámica de tiro fue el elemento diferenciador que permitió remontar a los suyos. Al final, 19 puntos y 7 asistencias para el base suplente, que tuvo también un gran papel en defensa y fue la calma en los nervios que atenazaban las muñecas de sus compañeros, que apenas anotaron 8 triples en 26 intentos (un 30%).

Empieza una nueva serie

Con el empate a 1, todo se reinicia. Ahora la serie es al mejor de cinco partidos, pero la ventaja de campo corresponde a unos Lakers que viajan a Los Angeles con dos duelos por delante en los que encarrilar una eliminatoria en la que sus rivales tendrán, todavía, mucho que decir. Eso sí, la mala suerte de tener enfrente a un rival de tal magnitud habiendo quedado segundo en regular season, será algo inherente a los comentarios sobre una eliminatoria en la que predecir un resultado final, por ganador o cantidad de partidos, es (cuanto menos) atrevido. Si Davis mantiene el nivel, los Suns lo van a tener complicado, y eso que todavía no se han encontrado con la mejor versión de LeBron, que cuajó una actuación aceptable, pero sin grandes alardes más allá del ya mencionado triple final: 23 puntos, 4 rebotes y 9 asistencias. Además, 24 puntos para Dennis Schröder, un martillo pilón que mantuvo a los angelinos por delante durante todo el partido, y 15+14 de Andre Drummond, que aportó energía y una lucha incesante bajo los tableros.

Los Suns deberán recuperar al mejor Chris Paul para tener opciones. Sí cuentan con Devin Booker, que llegó a los 31 tantos, y con un Ayton que sigue con su idilio en el lanzamiento: 11 de 13 en tiros de campo tras el 9 de 10 del primer choque, con 22 puntos y 10 rebotes para él, pero mejor defendido que en el duelo inaugural, ya sea por los minutos finales de Davis o por Marc Gasol (6 puntos con dos triples), que desplazó a Montrzl Harrell (que no jugó) y aportó minutos de calidad al juego interior angelino, que lo necesitaba como el comer. El nivel de Paul será diferencial, así como el de LeBron y Davis; para los Lakers esto es esencial, ya que tienen una plantilla preparada para rodear a sus estrellas y no para jugar sin ellas. Ahora, la serie llega a Los Angeles, donde los Lakers disputarán su primer partido de playoffs desde 2013. Y lo hace con una estadística clara: 6-0 después de derrota en playoffs desde que LeBron aterrizó en Hollywood. Es tiempo de glamour y de Staples Center. Y es el momento de los Lakers, que ya están aquí. Claro que, para ganar el anillo no basta con llegar. Hay que quedarse. Lakers-Suns, 1-1 y al lío. Sigue la fiesta.