Pendientes de Mumbrú en Bilbao
El técnico barcelonés tiene un año más de contrato y ayer despejó la pregunta sobre su futuro. Se tomará unos días para liberar su mente tras una temporada muy dura. Ocho jugadores con contrato.
El Bilbao Basket cerró la temporada más complicada de su existencia, y mira que ha tenido episodios incluso en los que estuvo a punto de desaparecer. Todo lo malo le ha golpeado y al final, en doce días mágicos, ha remontado para una salvación increíble en el mano a mano con el Estudiantes. La fiesta fue por todo lo alto en Miribilla. Un grupo de aficionados alentó a la tropa antes de empezar el partido que dio la salvación ante el Joventut y al final se quedaron los hinchas felicitando por la labor cumplida.
La plantilla inicia las merecidas vacaciones en estos días de alegría y champán. Y la dirección deportiva se pone manos a la obra cerrando la temporada y dando los primeros trazos de la próxima. Hay varios jugadores con contrato en vigor y otros con cláusulas de rescisión muy bajas. En Miribilla las vinculaciones son bastante flexibles, ya que hay blindajes asequibles o incluso liberatorios por ambas partes sin desembolso. Están atados hasta 2022 ocho jugadores, entre ellos los más jóvenes Hakanson, Reyes, Dos Anjos, Miniotas y Kulboka. También un experto y jugador capital en la permanencia como Serron, así como el capitán Rousselle, todo corazón. A Rigo se le aseguró seguir tras su grave lesión y es un tipo con enorme carisma en la entidad.
Y luego está Mumbrú. Bajó como jugador, en el amargo cierre de su carrera, y todo le ha ido rodado como técnico: ascenso, equipo revelación y permanencia milagrosa. Tiene contrato por un año más y no deja de repetir que el Bilbao Basket es algo más que un club para él (llegó en 2009 como jugador), pero esta campaña ha sido muy dura y ahora mismo está más fuera que dentro. Habrá que ver si el corazón pesa definitivamente más que la cabeza en caso de que le lleguen ofertas. "Todavía tengo contrato", despejó tras lograr la permanencia. Gusta en Burgos si Peñarroya acaba marchándose al Valencia. Un club, el castellano, que incluso trató de ficharlo en su etapa de jugador cuando descendió hace tres años, pero prefirió cerrar su carrera en activo en Bilbao e iniciar la de entrenador. Este año va a haber movimientos en los banquillos de la ACB, porque Unicaja también madura un nuevo rostro, como el Zaragoza. En el Obradoiro están pendientes de Moncho Fernández y en la Penya entrarán en un debate sobre si continuará Duran con la pizarra.