Unos brillantes minutos del montenegrino Bojan Dubljevic en el último cuarto, bien secundado por Louis Labeyrie, decantaron el encuentro entre el Valencia Basket y un desinhibido y ya salvado Urbas Fuenlabrada y le condujeron a un triunfo engañosamente amplio que da al equipo valenciano la cuarta plaza y el factor cancha en el cruce de cuartos ante el TD Systems Baskonia.

Aunque fue el Fuenlabrada el que arrancó con más acierto, al Valencia su buena labor en el rebote defensivo, su voluntad de correr y el mal balance defensivo del equipo madrileño le permitió hacerse con el timón del choque con Mike Tobey de ejecutor. Pero un tiempo muerto de Josep Maria Raventós despertó a su equipo y los puntos de Christian Eyenga y Cheik Diallo apretaron el choque (24-23, m.10).

La falta de contundencia defensiva local permitió al Fuenlabrada aguantar pegado sin tener que hacer demasiado pero la rotación despistó al equipo madrileño y el Valencia pudo de nuevo anotar en transición para abrir una pequeña brecha.

Los puntos de Obi Emegano estrecharon de nuevo el encuentro pero entre los puntos de Dubljevic cerca del aro, los tiros libres y dos triples finales de Sam Van Rossom y Martin Hermannsson, el Valencia llegó al descanso con el choque controlado (51-40, m.20).

La buena salida del joven base esloveno Ziga Samar y el ímpetu de Diallo permitieron al Fuenlabrada aprovecharse de un Valencia dormido para con un parcial de 2-11 obligar a Jaume Ponsarnau a pedir un tiempo muerto para evitar que el choque se descontrolara.

Pero la reacción local no llegó, un triple de Trimble colocó al equipo madrileño por delante, la ventaja visitante llegó a ser de cinco puntos y sólo seis puntos casi seguidos de Labeyrie permitieron al Valencia minimizar los daños antes del último cuarto (63-64, m.30).

Viendo que el partido y la cuarta plaza se le complicaba a su equipo, Dubljevic asumió la responsabilidad en los locales. El interior anotó, asistió y reboteó hasta que se aseguró que el guión retomaba la lógica anterior pese a los intentos de Trimble de mantener el desafío. Pero, ya salvado desde hace semanas, el Fuenlabrada no se complicó la vida y se fue de vacaciones con los deberes más que hechos.