Ecos de Iverson y 2001: el trono del Este pasará por Philadelphia
Los Sixers aseguraron por fin el primer puesto de su Conferencia de cara a unos playoffs que arrancan en una semana. En ellos podrán tener unos 10.000 aficionados en la grada.
El viaje de los Sixers 2020-21 ha culminado donde querían en Philadelphia, donde han trabajado para estar durante toda la temporada, el equipo más regular de los que de verdad tienen aspiraciones de ganar la Conferencia: ellos, Nets, Bucks… ¿y Heat? Con una victoria plácida ante los desmadejados Magic (122-97), los Sixers colocaron el 48-23 a falta de un partido y aseguraron, por fin, el primer puesto del Este. El premio es obvio: tendrán factor cancha durante todos los playoffs en su Conferencia. Y aunque este año no es tan importante, cosas de la pandemia, sí tiene peso: los Sixers son el mejor local del Este y el segundo mejor de la NBA (31-5 los Jazz, 28-7 ellos), llevan el doble de derrotas a domicilio (7 por 16) y podrán llenar en las eliminatorias un 50% de capacidad del Wells Fargo Center. Eso ya se acerca a los 10.000 aficionados. Una cifra nada desdeñable en una ciudad donde las gradas, cuando llegan los partidos gordos, hacen mucho, mucho ruido.
Después de un par de derrotas contra Pacers y Heat, una sin Joel Embiid y la otra con el pívot en malas condiciones, los Sixers recibieron el bálsamo de Orlando Magic, un equipo que solo es mejor (21-50 ahora) que los Pistons en el Este, que hace tiempo que piensa en poco más que el draft y que tuvo como máximo anotador a Ignas Brazdeikis (21 puntos, 6 rebotes). Su lista de baja es digna de ver: Fultz, Isaac, Ross, Porter Jr, Carter-Williams, Okeke… La reconstrucción, oficial tras las salidas de Vucevic y Fournier, no será fácil pero está en marcha después de dos temporadas cayendo en primera ronda unos playoffs que esta vez verán por televisor, claro.
Los Sixers esperarán rival del play in, de donde recibirán al segundo clasificado, el que gane el último y definitivo partido. Todavía pueden asomar por allí los salvajes Wizards o los Celtics, su gran rival histórico y un equipo que les ha eliminado en dos de las tres últimas temporadas, en Florida con un 4-0 que puso fin a la etapa Brett Brown. Lo que ha venido después es la llegada de Daryl Morey a los despachos y Doc Rivers al banquillo y un nuevo impulso competitivo a un equipo que lo necesitaba. Y que acabará líder del Este por primera vez desde 2001, el año de las últimas Finales (4-1 contra los Lakers). El año en el que Iverson fue MVP, Mutombo Defensor del Año, McKie Mejor Sexto Hombre y Larry Brown Entrenador del Año.
Será la cuarta temporada seguida en playoffs tras el feo (pero útil, algo es algo) trance del Proceso, una reconstrucción abrupta que incluyó 47 victorias en tres temporadas… y la llegada vía draft de Joel Embiid y Ben Simmons. Útil, sí, pero duro para una franquicia orgullosa que no gana un título desde 1983 y que iniciará el asalto en 22 de mayo, en apenas una semana.
Contra los Magic, ningún titular pasó de 26 minutos después de un 39-19 en el segundo cuarto (66-43) al descanso. Joel Embiid, tras su trance por una enfermedad en los últimos días, sumó 13 puntos y 11 rebotes entre cánticos pidiendo un MVP que será para Nikola Jokic, Simmons acabó con 13 puntos y 9 asistencias y Seth Curry metió casi todo lo que tiró: 20 puntos en 23 minutos con un 7/9 en tiros.