Las claves de la llegada de Gabriel Deck a la NBA
Gabriel Deck aterriza en la NBA dejando plantado al Real Madrid pero cumpliendo un objetivo que tenía en la cabeza desde hace ya muchos meses.
Gabriel Deck se va a la NBA. Lo hace en un momento, que es lo que más se le critica, muy complicado y avanzado de la temporada, tanto en el equipo que deja como al que se incorpora. La transición, peliaguda a nivel personal por sus problemas con el inglés, la hace desde Madrid hasta Oklahoma. En los Thunder empezará ahora, a los 26 años, su andadura en Estados Unidos.
El argentino firmará un contrato por tres temporadas con los Thunder. Es un equipo que casa perfectamente con lo que él quiere: probar. Por eso ha dejado el Madrid a poco más de dos meses para que acabe la campaña en Europa: necesitaba jugar en la mejor liga del mundo. El equipo al que llega la pone todas las facilidades por la poca presión que hay en él. Mark Daigneault, un jovencísimo entrenador especializado en explotar el talento joven, tiene en sus manos una plantilla de poca edad y a la que se exigirá poco en el corto y medio plazo, ya que así se ha propuesto desde la gerencia.
Sam Presti, el responsable de la parcela deportiva, ha tomado el atajo de los picks del draft. Tienes 34, la mitad de primera y la otra mitad para la segunda, de cara a las próximas siete ediciones. Se nota, por tanto, cuál es la apuesta.
El gran potencial con el que juegan los Thunder es, además de los jóvenes, jugadores como Deck, que ya sea a nivel internacional o estadounidense estén bajo el radar los cazatalentos. En tres años le va a dar tiempo a demostrar si vale o no para jugar a ese nivel. Aspectos a mejorar como la rapidez a la hora de tirar desde lejos son contras, otros como la capacidad para defender a altos y bajos, el juego en el poste bajo o la lucha en las líneas de pase son pros. Puede acoplarse bien al estilo norteamericano.
La llegada se produce ahora, en pleno mes de abril. Hay planos a considerar en esta decisión que va más allá del dejar o no tirado al Madrid, si así se quiere tratar. En clave pura de los Thunder esto ayudará a desarrollar a Deck desde el inicio, teniendo unos últimos partidos para aterrizar convenientemente, jugar a gusto y progresar. En clave personal de Deck hay otro evento que se debe tener en cuenta, los Juegos Olímpicos de Tokio para los que su Argentina ya está clasificada; de haber llegado al acabar la temporada podría haberse visto obligado a estar en las ligas de verano y que éstas hubiesen coincidido con la cita japonesa.
Con la salida del Madrid, cifrada en una cantidad cercana a los dos millones de euros, los Thunder pueden ayudarle ya con 750.000 dólares. El mismo caso que su compatriota Facu Campazzo, pero con la diferencia que la cláusula de este último era tres veces mayor.
En Oklahoma City el apocado alero de Añatuya entrará por Darius Miller, al que han cortado para hacerle hueco a él. Se encontrará a varios jugadores interesantes como compañeros: el ucraniano Svi Mykhailiuk, un tirador que ahora empieza a tener una cantidad de minutos considerable; el francés Théo Maledon, que comenzó con poco sitio y ahora es titular aun siendo novato; el serbio Aleksej Pokusevski, toda una sensación entre los aficionados al que no se sacó partido en el Olympiacos griego; Kenrich Williams, un perfil parecido al suyo; Moses Brown, al que también le han ofrecido un contrato hace unos días; Darius Bazley, ahora lesionado; Shai Gilgeous-Alexander, la estrella a la que se esta protegiendo; Lu Dort, el bisonte; Al Horford, que ya ha pactado no jugar y salir en verano... En definitiva, equipo con amplias posibilidades para desarrollarse e ir creciendo poco a poco, sin estar entre la espada y la pared, y con un acuerdo garantizado a tres años vista. Se acerca al chollo.
Por último, necesario reseñar la razón por la que los Thunder le han ofrecido tanto dinero. Si no hubiera sido así, probablemente Deck hubiera seguido en el Madrid hasta final de temporada. El jugador viajó a Estambul y jugó casi todos los minutos sabiendo ya que se iba, lo cual habla de su compromiso con el club pese a que la relación contractual fuera a acabar pronto. Los Thunder necesitaban gastar cuatro millones de dólares para gastar el mínimo que la NBA pide como inversión a sus equipos, con lo que se ha optado por invertirlo en Deck en vez de hacer una partición que tampoco hubiera tenido mayor recorrido. Es una apuesta más, y tampoco a ciegas, el único problema para levantar tanta polvareda es lo mucho que repercute en el Real Madrid.