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BROOKLYN NETS

Vuelve Durant, pero cae Harden: un 'big-three' que se resiste

En Brooklyn, sólo han podido disfrutar en siete ocasiones de sus tres mejores jugadores juntos. Hoy, sin 'La Barba', vuelve Durant tras 23 partidos.

NEW YORK, NEW YORK - DECEMBER 30: Kevin Durant #7 of the Brooklyn Nets dribbles during the second half against the Atlanta Hawks at Barclays Center on December 30, 2020 in the Brooklyn borough of New York City. The Nets won 145-141. NOTE TO USER: User expressly acknowledges and agrees that, by downloading and/or using this Photograph, user is consenting to the terms and conditions of the Getty Images License Agreement.   Sarah Stier/Getty Images/AFP
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Sarah StierAFP

Los Nets están siendo la apisonadora que se esperaba en el contenido, pero no en las formas. Actualmente, ocupan la segunda posición del Este, con el mismo porcentaje de victorias que Philadelphia y con tres partidos de distancia sobre Milwaukee, las tres grandes franquicias de la conferencia en este curso. Tras ellos, el abismo: para encontrar al cuarto clasificado, unos Hawks crecidos de la mano de Nate McMillan, hay que descender otros cinco partidos. Mucha diferencia en una tabla que echa de menos a Boston en la parte más alta y que cuenta con las sorpresas de Charlotte o Knicks. En Miami, mientras tanto, en una temporada en que las lesiones y los protocolos les han afectado como a pocos, van a lo suyo. A nadie le va a gustar encontrárselos en playoffs. Este es el panorama y así se ha ido dibujando: con unos Bucks que, a diferencia de los dos últimos años, se permiten, de vez en cuando, utilizar la temporada regular como laboratorio; unos Sixers que, de la mano de Daryl Morey, ya tienen herramientas para evitar la monotonía y unos Nets que están donde la entidad de su big-three les obliga a estar. Aunque, sobre la pista, no haya big-three.

Esta madrugada, frente a New Orleans Pelicans y tras 23 partidos de ausencia, Kevin Durant volverá a tener minutos. Una gran noticia para el baloncesto y aún mejor para la Gran Manzana, que no disfrutaba de su gran estrella, con permiso de Harden e Irving, desde el pasado 13 de febrero, fecha en que se vio obligado a frenar. Las previsiones no eran alarmantes, pero las molestias se terminaron alargando. Inicialmente, incluso, no se descartaba su presencia para el partido de las estrellas, en el que, además, ejercía de capitán; pero, al final, tuvo que rechazar su presencialidad. Detrás de todo ello, una distensión en los isquiotibiales de la pierna izquierda. Un problema que, al fin, ha dejado atrás. El más importante de todos, pero no el único. Y es que, a lo largo del presente curso, el 11 veces All Star no está encontrando la continuidad deseada. Una contrariedad que adquiere mayores dimensiones cuando se tiene en cuenta que llega tras una rotura en el tendón de Aquiles que le mantuvo 552 días alejado del baloncesto. En enero, tuvo que perderse tres partidos debido a un contacto estrecho de covid y, un mes después, era obligado a abandonar la pista frente a Toronto Raptors debido, de nuevo, a los protocolos sanitarios. Una situación surrealista y que, además, precedió su último partido antes de la lesión: 20 puntos y 5 rebotes y asistencias frente a Golden State Warriors.

La noticia, sin embargo, llega acompañada de otra, de significado totalmente opuesto. Tal y como ha confirmado hoy mismo Malika Andrews, de la ESPN, James Harden se perderá, al menos, los partidos de los próximos 10 días debido a la misma lesión que acaba de superar su compañero de equipo. Es decir, que no estará hoy contra los Pelicans, pero, en principio, tampoco frente a Lakers, Timberwoles, Sixers ni Hornets. Una racha sin su presencia que se sumará a las dos anteriores al último partido, ante los Knicks, en el que sólo pudo aguantar cuatro minutos sobre la pista. Una pésima noticia para Steve Nash, que perderá al que, seguramente, estaba siendo el jugador más importante del equipo: 25,4 puntos, 11 asistencias, 8,7 rebotes y candidato al MVP. Al menos, hasta el momento.

La concatenación de sucesos, sin embargo, viene siendo la tónica habitual. Hasta el momento, el temible 'big-three' sólo ha podido compartir minutos en siete encuentros. La última vez que lo hizo, de hecho, aún no se habían incorporado al equipo ni Blake Griffin ni LaMarcus Aldridge. Una situación que podría parecer un rompecabezas para Nash, pero que, de momento, se está solventando de forma excelente, tal y como demuestra la posición de la franquicia en la tabla. La cuestión, sin embargo, no deja de tener su importancia de cara a 'playoffs'. A pesar de que, tal y como se ha ido viendo, el encaje entre los jugadores se ha desarrollado de forma fluida, el poco tiempo compartido no deja de ser un hecho a tener en cuenta de cara a la química grupal. Harden ya ha encontrado su sitio al lado de Irving, ejerciendo el primero, claramente, de base y, el segundo, de escolta. Y ambos están en cifras brillantes. A las de 'La Barba', ya comentadas, se suma la temporada más anotadora de Kyrie (28 puntos y 6,2 asistencias). Un combo que podía ser explosivo en muchas direcciones y lo ha sido en la correcta. Durant, por su parte, en los 19 partidos que ha podido disputar, está en promedios por encima de los de su carrera (29+7,3+5,3). Todo encaja sobre el tapete de los números y, previsiblemente, aún mejorará con la presencia de los tres jinetes; pero, de cara a playoffs, acumular minutos de forma conjunta siempre es positivo, y se está resistiendo.