NCAA | FINAL FOUR 2021 | BULLDOGS 70 - BEARS 86
Sorpresa en la final: Baylor hace historia y se impone a Gonzaga
Los Bears dan la sorpresa. Dominan al favorito de principio a fin, le dejan en 70 pírricos puntos y conquistan la NCAA por primera vez en su historia.
Historia en la NCAA. El March Madness ha acabado con una sorpresa tan inopinada como merecida, la victoria de Baylor ante Gonzaga, la gran favorita para llevarse un título que los Bears han acabado conquistando por primera vez en la historia. La competición universitaria, huérfana de público durante toda la temporada (un clásico en el último año), permitió que 8.000 personas entraran en el estadio de Indiana, que tenía capacidad para 70.000. Pero sin el bullicio inherente a un torneo famoso por los highlights y las esporádicas, anárquicas y explosivas reacciones del público, Baylor se impuso de forma incontestable a un equipo que no perdía un partido desde 2019 y que era el principal candidato al título, después de clasificarse para la final con una victoria sobre la bocina ante UCLA, por obra y gracia de un triple impresionante de Jalen Suggs, tan desaparecido como el resto de sus compañeros en el partido más importante de la temporada.
Los Bears apabullaron a Gonzaga desde el inicio, con un 0-9 de parcial que pilló por sorpresa a los favoritos, que ni con tiempos muertos ni con reacciones espontáneas consiguió frenar la sangría. Scott Drew, que llegó a los banquillos de Baylor en 2003, con tan solo 32 años, y los rescató de una crisis estructural y deportiva que sumaba una participación en el March Madness en 53 años y un asesinato (el de Carlton Dotson a Patrick Dennehy unos meses antes de la llegada de Drew). El proyecto del técnico, natural de Misuri, culmina con una espectacular victoria ante un equipo que promediaba 90 puntos (el mejor ataque de los últimos cinco años) y se ha quedado en 70. El dominio ha sido total en todas las facetas del juego, se ha visto reflejado en las dos partes y en una ventaja clara que siempre ha ido de la mano del rebote (38 a 22, con 16 ofensivos para los Bears) y del triple (7 de 11 al descanso y 10 de 23 al final, por solo 5 de 17 de Gonzaga).
Los favoritos cayeron, por cierto, de 16 puntos, la máxima diferencia por la que ha perdido la final de la NCAA un cabeza de serie desde que se registraron por primera vez, en 1979. Ese año, por cierto, tuvo lugar la única final que se ha perdido con dos dígitos además de esta última. Y fue, ironías del destino, cuando los Sycamores de Larry Bird cayeron ante los Spartans de Magic Johnson. Gonzaga, que nunca ha ganado el título, ha hecho historia, y por desgracia de la mala, pero al menos se encuentra con una casualidad que figurará en los libros del baloncesto universitario. Otra curiosidad a tener en cuenta afecta a los campeones, que llevaban 73 años sin pisar la final de NCAA, concretamente en 1948. Es la mayor diferencia de siempre entre una final y otra... y ha acabado con un desenlace de lo más feliz para ellos. De vez en cuando y sin que sirva de precedente. David derrota a Goliat.
Butler, Mitchell y Teague, los héroes
La victoria, más trabajada de lo que dice el luminoso, se fraguó en la primera parte, cuando los Bears consiguieron una ventaja de 15 puntos, una situación en la que Gonzaga no se había visto en toda la temporada y que no supo resolver. Butler, Mitchell y Teague lideraron la victoria: el primero acabó con 22 puntos, 3 rebotes y 7 asistencias (el primer jugador desde Carmelo Anthony en tener esos números, que le han dado el MVP), Mitchell sumó un excelente 15+6+5 y Teague, 19 tantos. Los tres fueron los artífices que lograron resolver el momento más crítico del partido, el 49-58 con el que Gonzaga amenazó con la remontada. Fue un intento fugaz, resuelto con un tiempo muerto bien dirigido de Scott Drew y un parcial que, en apenas unos minutos, dejó la distancia de nuevo casi en insalvable con un triple de Adam Flagler que ponía el 51-67. Gonzaga no volvió a acercarse tanto en el luminoso, mientras que los Bears consiguieron mantener en todo momento una distancia potenciada por una defensa espectacular, que provocó hasta 14 pérdidas en sus rivales.
En el subcampeón, Timme no fue el de las rondas anteriores (12 tantos y pocos destellos), Kispert sumó 12 puntos pero apareció de manera intermitente y Suggs, ese jugador que debería haber sido el héroe, se fue a 22, máximo anotador de los suyos, pero la mayoría de sus puntos llegaron en momentos intrascendentes y con el partido ya resuelto aprovechó para sumar estadística. El partido fue de Baylor de principio a fin, y la Universidad de Texas consiguió el primer título masculino de la historia tras conquistar el femenino en tres ocasiones (2005, 2012 y 2019), entrenadas por una histórica como Kim Mulkey. Los Bears inscriben su nombre en la máxima competición de baloncesto universitaria, dan una lección a un rival (quizá) confiado y dan la sorpresa del March Madness. Una competición que, por otra parte, siempre viene acompañada de algún hecho insólito. Algo que, ya se sabe, ha ocurrido de nuevo. Los Bears, campeones de la NCAA.