Los Lakers, negados: Drummond se lesiona y Marc pierde el sitio
Los Bucks ganan con mucha autoridad en cuanto se funden en ataque unos Lakers bajo mínimos. Drummond solo aguanta unos minutos sano en su estreno con los angelinos.
Si hace falta una metáfora de cómo está siendo esta temporada para los Lakers, el debut de Andre Drummond parece una perfecta: unos minutos en pista… y lesión. El pívot forzó de salida en un ataque raquítico sin LeBron James ni Anthony Davis (2/6 en tiros, 3 pérdidas), transmitió algo de energía en sus primeras defensas… y perdió por completo la uña del dedo gordo del pie cuando Brook Lopez le pisó tras un salto todavía en el primer cuarto. Después intentó seguir jugando… pero se tuvo que ir del partido, muy renqueante. Finalmente menos de 15 minutos en pista (la mitad al menos ya tocado) por un problema que Markieff Morris aseguró que ha sufrido y que lo pasó sin tiempo de baja pero con más de un mes de mucho dolor y sin sensación de normalidad.
Otro golpe de mala suerte para los Lakers, que llevan desde el 15 de febrero sin Anthony Davis (20 partidos ya) y desde el 20 de marzo (seis partidos) sin LeBron. Y que contra los Bucks (97-112 final) vivieron otra vez la realidad de jugar sin estrellas: no les llega, hagan lo que hagan. Al menos salvaron los muebles con sus triunfos contra Cavaliers y Magic porque vienen curvas: visita a Sacramento contra unos Kings en buena línea y peleando por el play in y luego partido contra los Clippers antes de irse al Este para jugar contra Heat, Nets, Hornets… dos semanas sin jugar como local y sin noticias, seguramente, de Davis y LeBron. Así que es cuestión de ver hasta dónde cae el campeón en la clasificación del Oeste. Ahora se sostiene, 30-18, pero lo que viene será seguramente feo. Los Bucks están parecido por números, 30-17, pero con sensaciones mejores aunque por detrás de Nets y Sixers. El Este es otra cosa, desde luego.
Drummond, como se había anunciado, debutó con puesto en el quinteto titular. El primer relevo fue Montrezl Harrell e, incluso con la lesión del recién llegado (y sin Davis, claro), Marc Gasol no pisó la pista hasta el inicio del último cuarto, con el partido ya roto (75-89) y los Lakers yéndose por el desagüe tras un prometedor (e irreal) inicio de partido. Marc jugó (bien) seis minutos, con los Lakers intentando una remontada imposible, que ni asomó más allá de algo de maquillaje, y se volvió a sentar. Después del partido no quiso hablar, la prensa de L.A. se hizo eco de ello y su situación parece definitivamente enrarecida, pese a las buenas palabras de Frank Vogel y a que los rumores de buyout no parecían concretos. Veremos cómo queda la cosa con la posible baja de Drummond.
Wesley Matthews, otro veterano con mil batallas encima, reconoció después del partido que no era fácil manejar la situación que le ha tocado a Marc y apuntó a la profesionalidad del español en la gestión de sus minutos y su rol en este partido... y de las noticias y rumores de los últimos días.
Los Lakers se dieron un gusto en el primer cuarto (llegaron a mandar 28-18, 30-24 final), en el que defendieron con intensidad y anotaron 8 triples para un 8/13 que enseñó un problema habitual en los Bucks, que sobrecargan las ayudas y dejan tiradores libres. A mitad de segundo cuarto el partido estaba igualado (47-47) pero la inercia ya estaba virando por completo. A mitad del tercero la lógica (56-71) campaba a sus anchas por el Staples. Un inmenso Jrue Holiday (28 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias, 4 robos) y un fino Khris Middleton (17+6+8) anotaron tiros muy difíciles cuando la defensa de los Lakers todavía tenía fe. A partir de ahí, los angelinos se desmoronaron como suelen los equipos inferiores, desde la certeza de que la derrota era segura. Y lo fue. Giannis Antetokounmpo percutió (25+10+4) con muchas pérdidas (9) y viajes a la línea de personal con esas penetraciones que parecen a ninguna parte y que le funcionan mejor en regular season que en playoffs.
Ahora mismo hay un abismo entre Lakers y Bucks. Desde ese 8/13 inicial, los angelinos firmaron un horrendo 2/23 en triples, la constatación de sus terribles problemas en ataque. Cosas de un equipo pensado para jugar alrededor de sus megaestrellas, obviamente, y que lleva mucho sin ellas. Sin más… pero con la sensación de que Dennis Schröder podría hacer más, especialmente si, como se ha filtrado, anda rechazando ofertas de extensión en el rango de los 20 millones anuales. Kuzma falló mucho, Caldwell-Pope sigue sin nada parecido a un nivel de acierto digno y los Lakers se fueron quedando sin argumentos, desnudos. Así están las cosas con un calendario terrible a la vista, malas noticias constantes en la enfermería y veremos si una situación extraña con Marc Gasol. Malos tiempos.