Marc Gasol será suplente con la llegada de Andre Drummond

Andre Drummond ya es jugador de los Lakers. De hecho, no está descartado su debut para el partido de mañana contra Milwaukee Bucks, un duelo a priori muy desequilibrado a favor de los de Wisconsin, toda vez que los angelinos siguen (y lo que les queda…) sin Anthony Davis y LeBron James. Al menos, han minimizado daños con dos victorias en partidos que tenían que ganar sí o sí para no caer mucho en el Oeste contra Magic y Cavaliers, el equipo del que ha salido Drummond gracias a un buyout de los 27,9 millones de su último año de contrato. Ha perdonado menos de un millón, lo que se llevará ahora en L.A. (la parte prorrateada del mínimo de veterano).

Aunque no juega desde el 12 de febrero, cuando los Cavs dejaron de contar con él tras la llegada de Jarrett Allen en la operación James Harden, Drummond asegura que se ha mantenido en perfecta forma física, así que no tendría problemas en intentar ayudar ya a partir de mañana a su nuevo equipo. Dice que ha perdido más de 6 kilos desde el parón obligado y dijo también, en su primera comparecencia ante los medios como jugador de los Lakers, todas las cosas que tenía que decir para empezar con buen pie. Que llegaba para “hacer lo que hiciera falta para ganar”, que esperaba “sembrar el terror en las zonas” y formar “una defensa temible cuando regresen Davis y LeBron” y que estaba allí para “llevarse todos los golpes” en la pintura y aliviar el trabajo de Anthony Davis.

Ahora está por ver el encaje del recién llegado en un equipo que, en lo que se refiere al juego interior, perdió antes de la temporada a JaVale McGee y Dwight Howard y ha sumado a Marc Gasol, Montrezl Harrell (un cuatro que juega mucho de cinco) y que mantiene al ahora lesionado Anthony Davis, que ejerce de pívot solo en momentos concretos de la temporada regular y siempre que hace falta en playoffs, cuando cada partido es trascendental. Drummond, según el periodista de L.A. Jovan Buha (The Athletic) será titular. Tal vez parte de la razón por la que no cambió de idea y se comprometió con los Lakers aunque los Celtics apretaron mucho hasta el sábado, cuando su decisión se hizo pública. Antes de quedar en el dique seco había promediado en los Cavs 17,5 puntos, 13,5 rebotes, 1,6 robos y 1,2 tapones. Desde su llegada a la NBA, Drummond (dos veces all star) suma 44 partidos de al menos 20 puntos y 20 rebotes. El siguiente con más en ese tramo (nueve años) es DeMarcus Cousins con… quince.

Drummond, ya se sabe, es un jugador de tremendos números que resulta frustrante muchas veces desde un prisma colectivo por su poca eficiencia cuando se empeña en jugar al poste y sus lagunas en defensa a pesar de su imponente físico. Ahí recibirá la ayuda de Frank Vogel, un excepcional técnico defensivo que ya hizo milagros en Indiana con Roy Hibbert. Los Lakers creen que pueden convertir a Drummond en la presencia física que era Howard la temporada pasada, un perfil muy distinto al de Marc Gasol, que pasará a la suplencia y, según Buha, alternará minutos de pívot suplente con Harrell. Según el tipo de rival y de partido su presencia será mayor… o prácticamente nula.

Es un cambio para Marc, desde luego. El español, que acaba de superar un período de bajo por la COVID, que reconoció que la había golpeado con fuerza, ha sido titular siempre que ha estado en disposición de jugar (38 partidos) desde que firmó por dos años y el mínimo de veterano para buscar, tras su etapa en Toronto, el segundo anillo de su carrera en L.A. Marc tiene 36 años por los 27 de Drummond, y su producción numérico es muy inferior: esta temporada 4,8 puntos, 3,9 rebotes y 2 asistencias por partido. Pero su producción a nivel de intangibles y de beneficio para el colectivo va mucho más allá. De hecho, el quinteto Schröder-Caldwell Pope-LeBron-Davis-Marc es el tercero mejor de toda la NBA entre aquellos con al menos 250 minutos (+13,9 de net rating). Y el trío LeBron-Davis-Marc tiene un +14 de net rating en 346 minutos juntos en pista. Vogel, que tendrá que gestionar la nueva rotación, ya ha dejado claro que cuenta con todos y que todos tendrán su momento según las circunstancias y el rival.