Campazzo apunta alto en unos Nuggets al alza

No se puede decir que los Denver Nuggets sean una nueva fuerza en el Oeste. Vienen de jugar las finales de Conferencia el año pasado, tienen a uno de los aspirantes al MVP y han acabado entre los tres mejores de su lado de la liga las dos últimas temporadas. Sin embargo, la llegada de Aaron Gordon les convierte en una amenaza todavía mayor, un cojunto muy a tener en cuenta en la lucha por el anillo desde ya mismo. Quizá tan favorito como el que más en el Oeste.

Gordon debutó anoche y estos renovados Nuggets demostraron de lo que son capaces pasando por encima de un buen equipo, unos Hawks que habían ganado nueve de sus últimos once encuentros. Pero Gordon, uno de esos jugadores bastante mejores de lo que piensa el público general, uno de esos nombres que la gente no tiene demasiado en cuenta en el escalafón de la NBA, cambia por completo el panorama en las Rocosas. Y se ha visto a la primera oportunidad que ha tenido para demostrarlo. Saliendo de ala-pívot titular por delante de Paul Millsap, que ahora actúa de suplente junto a la también nueva incorporación de JaVale McGee (ojito a ese juego interior), el ex de Orlando rompió el encuentro en el segundo cuarto, cuando su equipo pasó de estar empatado a irse al descanso ganando de 10. Fue entonce cuando metió 7 de los 11 puntos que logró en la primera mitad. En total, 13 para él con un 6/9 en tiros, machacando la zona rival con insistencia.

Su llegada abre un mundo de posibilidades a Nikola Jokic, que ya se lo comía y se lo guisaba él solo. Ahora, con la fuerza interior de Gordon, el serbio va a tener menos ojos sobre él y más libertad para crear (y otro gran aliado a quien regalar opciones de canasta). Sin forzar la máquina, se quedó al borde del triple-doble: 16+10+8. AL final todo los titulares acaborn con más de 10 tantos en una actuación coral que si consiguen replicarla con asiduidad les va a convertir sin duda en uno de los ogros de la competición. Con unos Hawks despeñados en la segunda parte, totalmente superados atrás y también adelante, Mike Malone no necesitó forzar a nadie y apenas WIll Barton y Jamal Murray superaron los 30 minutos de juego.

Facundo Campazzo, el suplente que más estuvo en pista (y ya no es noticia), acabó con 6 puntos y 5 asistencias. QUe el argentino, después de un incio de temporada complicado, se ha hecho con un puesto fijo e importante en la rotación de los Nuggets es un hecho. Teniendo menos el balón en la mano que en su etapa en el Real Madrid (y que en toda su carrera en general), estamos viendo una nueva faceta del base, en la que cede más protagonismo a sus compañeros soltando el balón antes, sin elaborar tanto las jugadas y sin apenas tirar de dos. Y aunque le ha costado cambiar el chip, ahora que lo ha hecho está rindiendo en este papel de manera muy efectiva. Y atrás, uno de sus fuertes que tampoco lograba lucir en las primeras semanas en Estados Unidos, cada vez se acerca más a ser un jugador clave en ese aspecto del juego. Buenas noticias para el Facu y buenas noticias para los Nuggets en general, a los que parece que les espera un futuro inmediato brillante.