Muere Elgin Baylor, una de las grandes leyendas de los Lakers
El exjugador de los Lakers, que disputó 14 temporadas en la franquicia y fue 11 veces All Star, fallece a los 86 años por causas naturales.
El exjugador de los Lakers y miembro del Hall of Fame, Elgin Baylor, ha fallecido esta tarde por causas naturales en Los Ángeles a la edad de 86 años. Tal y como ha informado la propia franquicia angelina en un comunicado oficial, lo ha hecho acompañado de su esposa Elaine y su hija Krystal. Baylor, nacido el 16 de septiembre de 1934 en Washington DC, es el último (y sexto) laker en contar con una estatua en los aledaños del Staples Center. De tal magnitud es su figura. En sus catorce temporadas vestido de púrpura y oro (1958-1972), sin embargo, no consiguió ningún anillo, sometido al dominio de los Celtics. Para muchos, el mejor jugador que nunca ganó un anillo. "Elgin fue el amor de mi vida y mi mejor amigo. Como todos los demás, estaba asombrada por su inmenso coraje, dignidad y el tiempo que le dio a todos los fans. En este momento pedimos que a mí y a nuestra familia se nos permita lamentar su fallecimiento en privado", ha declarado su esposa Elaine.
En su carrera NBA, en la que sólo vistió la camiseta angelina, consiguió ser once veces All Star, diez veces First Team All NBA, Rookie del Año y, por supuesto, su número 22 ya ondea en las alturas del Staples. Haciendo justicia a su juego. "Él era Doctor J. y Michael Jordan antes que Doctor J. y Michael Jordan", le describió el mismísimo Kobe Bryant, gran admirador de sus movimientos, saltos y gestos técnicos. Fue pionero en el arte de volar y sus números en la competición llegaron a cotas al alcance de unos pocos elegidos. En los 846 partidos oficiales que disputó, promedió 27,4 puntos, 13,5 rebotes y 4,3 asistencias, siendo uno de los únicos cuatro jugadores de la historia en terminar su carrera con, al menos, 25 puntos por partido y 10 rebotes. Sólo Michael Jordan y Wilt Chamberlain han promediado más puntos que él. En su mejor temporada numérica, registró 38,3 tantos, atajó 18,6 balones tras su contacto con el aro y repartió 4,6 pases de canasta. Y todo ello, a pesar de que, al estar alistado en la Reserva del Ejército Nacional, sólo podía jugar durante los fines de semana. Otros tiempos. Antes de llegar a la franquicia de su vida, cursó su educación secundaria en el College of Idaho y estudió en la Universidad de Seattle, donde llevó al equipo hasta su primera final de la NCAA.
Jannie Buss, propietaria actual de la franquicia de Los Ángeles, le ha despedido en nombre de la institución, donde su legado permanecerá eternamente. Así como en el baloncesto, deporte que contribuyó a cambiar con su prematuro estilo. "Fue uno de los pocos jugadores de los Lakers cuya carrera se extendió desde Minneapolis hasta Los Ángeles. Pero lo que es más importante, era un hombre de gran integridad, incluso sirviendo a su país como reservista del ejército de los EE. UU. En nombre de toda la familia de los Lakers, me gustaría enviar mis pensamientos, oraciones y condolencias a Elaine y la familia Baylor ", ha publicado en la página web oficial de la organización. Tras su trayectoria como jugador, Baylor pasó por los banquillos y los despachos. Primero, ejerciendo como asistente y entrenador principal de Utah Jazz (1974-79) y, posteriormente, como vicepresidente de Los Angeles Clippers (1986-2008).
La leyenda que pudo evitar la desaparición de los Lakers
La traicionera memoria puede hacer que Elgin Baylor quede relegado a un segundo plano cuando se piensa en los jugadores más importantes de la historia de los Lakers. O de la historia del baloncesto, incluso. Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, Shaquille O'Neal, el propio Kobe o, inlcuso, su compañero generacional, Jerry West, ostentan un hueco más privilegiado que él en la memoria colectiva. El último, también castigado por el paso del tiempo, pero propulsado por ser nada más y nada menos que el jugador que da forma a la silueta del logo actual de la NBA, o por haber logrado el MVP en la temporada 1971-72. Pero no se puede entender a West sin Baylor, ni a la historia de la franquicia angelina. Literalmente.
Los Lakers, tras la jubilación de George Mikan, estaban en serios problemas deportivos y financieros. Su llegada pudo salvar a un equipo que no econtraba salidas: "Si me hubiera rechazado, me habría quedado sin negocio", dijo el entonces propietario de los Lakers, Bob Short, al LA Times (1971), en declaraciones recuperadas por el periodista Harrison Faigen. Elgin llevó a los Lakers a las Finales en su temporada de rookie y, al unirse a Jerry en 1960, alcanzó hasta seis más. Los Celtics de Bill Russell, el jugador con más anillos de la historia, les negaron la gloria casi eternamente y les relegaron a ser los dos baloncestistas de la historia con más intentos de alcanzarla: West con ocho y Baylor con siete, son los dos jugadores con más Finales perdidas de la NBA.
Y el casi tiene su explicación. West sí la alcanzó, pero fue junto a Wilt Chamberlain. Técnicamente, Baylor también formó parte de ese elenco, pero no se le considera campeón. Fue en la temporada 1971-72 y, por aquel entonces, las lesiones de rodilla eran un martirio para él. Tanto que, en sus dos últimas campañas, sólo pudo disputar once partidos. Los Lakers le entregaron el anillo, como a uno más del equipo, pero los registros oficiales no lo contemplan. Más allá de la burocracia, su imagen ha sido capaz de trascender. Hasta los 81 puntos de Kobe Bryant frente a los Raptors, en el curso 2006-07, los 71 tantos que Baylor consiguió encestar frente a los Knicks, en 1960, fueron la máxima marca anotadora en la historia de la franquicia. 46 años entre una y otra. Una de tantas marcas que, como sucede con todos los grandes jugadores de todos los tiempos, hacen que sus nombres vayan saltando a la palestra de la actualidad de forma esporádica. Como, seguramente, volverá a suceder en el caso de Elgin Baylor. El ayer en el hoy. Un legado que perdurará para siempre. El anillo de las leyendas que trascienden.