Real Madrid RMA
76
Barça BAR
81
1234T
RMA 19 19 16 22 76
BAR 24 17 16 24 81
FINALIZADO

EUROLIGA | 29ª JORNADA

El Clásico se tiñe de azulgrana

El Barça gana su cuarto duelo seguido a los blancos. Oriola, clave. El Madrid aguanta hasta el final con Tavares como faro, pero cerrará la Euroliga con 0-6 antes los españoles.

La tendencia se acentúa. Quinto Clásico del curso, cuarto triunfo seguido del Barcelona (76-81). El pulso se tiñe de azulgrana, aunque el Madrid estuvo en él, al contrario que en la Copa, hasta el último minuto. Le faltaron recursos, eso sí. Su inferioridad parece patente. En el Barça de las estrellas, desequilibró uno de Tárrega (Lleida), Pierre Oriola. Movilidad y acierto frente a Tavares, de nuevo el mejor del Real de largo (el segundo, Deck, que va siendo norma), para dejar hueco dentro a Mirotic.

Oriola, decíamos, abrió la veda y encarriló el tramo final con un triplazo (3 de 5, 18 puntos) y un mate por actividad y lectura del espacio. El tapón de Mirotic a Deck terminó de parar en seco a los merengues antes de que Higgins apuntillara desde la personal. Un Barça sereno, que se sabe ahora superior, ya en cuartos y… algo más, porque con 21 victorias es muy líder y tiene casi amarrado el factor cancha. Su rival, en cambio, sigue en la pelea por una plaza de playoff, le quedan cinco jornadas por sudar y cerrará la Euroliga sin haber vencido a ninguno de los tres equipos españoles, ni en casa ni fuera, un llamativo 0-6.

El quinteto inicial blanco resultó atípico, con Alocén, Taylor, Deck, Tyus y Tavares. Laso repetía pareja interior respecto al domingo en Murcia y Tyus funcionó bien (hasta la lesión) al lado de Edy, incluso pese a tener que marcar a Mirotic. El Barcelona encontró su caudal encestador en piezas menos habituales, Calathes y Oriola: 3-10. La respuesta llegó de Alocén, que viendo que en el bloqueo y continuación con Tavares su par, Calathes, se quedaba rezagado y la defensa azulgrana se hundía para evitar que conectara con el gigante, buscó el aro con penetraciones y tiritos en movimiento. Tres aciertos seguidos que forzaron la entrada de Hanga como base para frenarle, luego el húngaro buscó castigar al poste a Laprovittola.

El Real agarró una buena dinámica a pesar del acierto de Kuric (3 de 4), que lanzaba batiendo a Causeur. El rebote era blanco y el Barça trataba de desconcertar a su rival con defensas zonales. El 5 de 9 en triples ponía a los azulgrana arriba (19-24) y los locales respondían con la misma moneda (5 de 6 en el segundo cuarto). Buenos minutos de Abalde (acabaría como director de juego). Tavares cometía dos faltas y descansó casi la mitad de la primera parte. Garuba y Tyus también se cargaban con personales, el estadounidense, además, se torció un tobillo él solo, cuando ya se imaginaba machacando al contraataque, y no regresó.

Tavares y MIrotic, buenos pasadores

El tercer acto arrancó con canastón de Mirotic y réplica de Alocén, pero el base encadenó tres pérdidas y disparó las de su equipo hasta las 15 en el minuto 26 (solo añadieron una más en lo que restaba). El gran caballo de batalla blanco de un tiempo a esta parte. Los problemas en la dirección y la falta de generadores embotan su juego y le llevan a forzar de más en individual con la bocina de posesión hostigándole. Los rechaces se quedaban en casa, aunque los de Jasikevicius encadenaron varios muy valiosos en aro ajeno que les espolearon. Abrines, Oriola, Kuric, Davies… ligera ventaja (54-57).

Para contrarrestar el atasco, Tavares como faro ofensivo y asistente (3 pases de canasta más 16 tantos y 11 capturas). Hombre orquesta hasta su cuarta falta (también cuatro entonces Garuba, Davies y un Abrines que acabó eliminado). Un lapso de tres minutillos en el banco que aprovecharon Calathes y Mirotic (5 asistencias) para conectar, incluso intercambiando roles. Con la torre de vuelta, Oriola descerrajó su tercer triple. El Madrid había echado el gancho y no se soltó nunca, pero no le dio para más. Le faltan armas ofensivas, y le faltaban Llull y Rudy, que se manejan en estas citas. La brecha se abre, el Barça manda y sueña con el cambio de ciclo. De momento, líder sólido de la Euroliga.

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