Giannis Antetokounmpo charló de manera telemática en el parón por el All-Star con Fran Fermoso, de Movistar+, y explicó aspectos de su relación con España y lo que pudo ocurrir si la NBA, en 2013, no se hubiera interpuesto tan pronto en ese camino.

En primer lugar habló de la prueba que le hizo Willy Villar, por aquel entonces director deportivo del Basket Zaragoza y ahora pilotando al C.B. Gran Canaria en el mismo puesto, junto al malogrado José Luis Abós en Grecia cuando no estaba ni siquiera en el primer plano del baloncesto heleno: "Estaba extremadamente nervioso. Hay una historia detrás de aquello. Recuerdo que, cuando me dijeron que iba a venir a verme, fui a echar unos tiros por la mañana antes de jugar contra el filial del Panathinaikos. Él estaba allí y yo estaba tremendamente nervioso. Mi madre también estaba. Yo pensaba que sólo tendría que lanzar unos pocos tiros a canasta y que luego podría volver a casa para jugar el partido, pero me forzó a hacer un entrenamiento completo durante una hora y media. Ahí ya estaba muy cansado. Pero seguía estando nervioso por el partido porque sabía que era algo que me podía cambiar la vida para siempre y que podía ser una oportunidad para toda mi familia. Recuerdo que los machaqué. Lo di todo y fui el mejor en la cancha. Estaba en todos los lados: ayudando a los compañeros, creando juego, reboteando, etc. Los dos días siguientes me mordí las uñas esperando hasta que llegó la llamada de mi agente y me dijo que el Zaragoza quería que me mudara allí con mi familia para jugar los siguientes cuatro años. Estaba muy feliz por ir allí, pero nunca lo hice. Unos meses después me eligieron los Bucks y ya sabéis cómo acabó la historia: conmigo en la NBA".

Luego se refirió a lo acontecido con su nacionalidad, ya que en aquel momento era apátrida y Nigeria, su origen, Grecia, la que le acogía, e incluso España, como afirmó su representante Giorgos Panou años después, se pelearon por llevárselo consigo: "No sé nada sobre aquello. Para mí no era importante tener pasaporte griego o nigeriano, sino tener un documento que nos permitiera viajar a mis hermanos y a mí para seguir jugando al baloncesto. En España sé que se ayuda mucho, en los clubes de la ACB, a jugadores africanos para que les sea más fácil llegar alto. Pero no sé si hubo conversaciones para conseguirme un pasaporte español; quizás mi agente las tuvo por detrás, en la trastienda de aquello, pero yo no lo sé". 

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