NBA | BUCKS 105 - CLIPPERS 100

Giannis va muy en serio

El griego destroza a Kawhi y Paul George con una actuación sublime y un último cuarto para enmarcar. Los Bucks prueban cosas nuevas... y aciertan.

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En Milwaukee se daban cita dos equipos con muchas cosas en común. Uno, de mercado pequeño y que defendía su propio feudo, venía dos dos temporadas con un amargo final, especialmente la pasada, cuando se despidieron antes de tiempo del sueño del anillo después de tener, por segundo año consecutivo, el mejor récord de la NBA. El otro, de mercado grande pero una historia radicalmente opuesta a la ciudad en la que residen y en la que siempre han estado a la sombra de una franquicia, ese hermano mayor, que proyecta una inmensa luz, se había dado de bruces de manera tan inopinada como merecida cuando ya estaban rozando el enfrentamiento contra los Lakers, ese que parecía estar predestinado pero que finalmente no se dio, por obra gracia de las culpas compartidas de plantilla, banquillo y despachos y el pundonor de un rival que aguantó hasta el final y supo triunfar donde su rival fracasó. Ambos equipos, Bucks y Clippers, cayeron además en ronda idéntica de los playoffs hace unos meses: las semifinales de Conferencia. Los primeros, en el Este, con un inapelable 4-1 ante los Heat, a los que le vino muy bien la ausencia de falta de campo y el propio desarrollo de una campaña más extraña que nunca y se colaron en las Finales. Los segundos, en el Oeste, ante los Nuggets, dejándose remontar un 3-1 cuando todo el mundo daba por hecho que el consabido enfrentamiento ya mencionado iba a tener lugar.

Como cualquier gran franquicia dentro del deporte profesional, el objetivo era claro para los próximos meses: mejorar, corregir errores, templar ánimos, gestionar egos y, en definitiva, ser mejores al final, en ese momento de la temporada en el que nadie puede fallar y solo gana el que más se acerca a esa frase, que casi podríamos considerar un mantra. Milwaukee se ha dedicado a tener más de un plan, esa crítica poco constructiva que todo el mundo ha hecho a un equipo que juegan de manera unidimensional y que no varía el plan en unos playoffs en los que (casi) todos cambian cosas menos ellos. Mike Budenholzer, que sigue en su puesto por connivencia directa de Giannis Antetokounmpo, se está olvidando de las temporadas regulares dominantes del pasado más reciente y se dedica a probar cosas nuevas, intentar encontrar soluciones más allá de un Giannis que ha reducido su porcentaje de uso y ha aumentado su número de pases, rodear a la estrella con tiradores acertados desde las esquinas y defender mucho y muy bien, ya sea con cinco pequeños o con otras variantes que permiten jugadores de la calidad de Jrue Holiday.

Los Clippers, más de lo mismo: han abandonado el controvertido y a la vez ambiguo load managment, han involucrado a sus estrellas, y tienen, en Tyronn Lue, una figura casi paterna con la que se han reducido egos y se ha encontrado una compenetración entre Kawhi y Paul George, entre Kawhi y el resto de la plantilla, entre Paul George y el resto de sus compañeros y entre la pareja de estrellas con todos los demás. También, ambos aleros son más efectivos en sus lanzamientos y han mejorado mucho en la distribución en ausencia de un base de un perfil pasador que sigue sin llegar y que nadie sabe si+ conseguirán de aquí a final de temporada. Marcus Morris está activo, Lou Williams ha pasado de promediar menos de 10 puntos por partido en enero a 17 en febrero, Nicolás Batum muestra una actitud extrañamente buena y todo funciona como un ente capaz de romper la racha de los Jazz y de tener una dinámica ascendente contraria, por cierto, a la de los Lakers, en el dique seco y asolados por las lesiones tras un inicio inmejorable que ha tornado en un momento lleno de dudas.

Y Giannis prevaleció

La cita tenía cosas en común, pero en el baloncesto sólo hay un ganador y Giannis se llevó la victoria con justicia y de forma increíblemente legítima. Más alllá de los números, de nuevo espectaculares (36 puntos, 14 rebotes, 5 asistencias, 1 robo y 4 tapones con 15 de 27 en tiros de campo), la actitud de la estrella fue arrolladora, y su último cuarto sublime: 17 puntos, 2 rebotes y 3 tapones con 6 de 9 en tiros y un mate para sentenciar (pudo haber pasos, como señaló Paul George) y que puso un 103-100 que sentenció un error de los Clippers desde el triple y la sentencia desde la línea de personal. Giannis le ganó la partida a Kawhi (25 puntos, solo 4 en el último cuarto) y a Paul George (16 y 2 en el último periodo con 1 de 9 en tiros de campo y 0 de 5 en triples). Volvió a mostrar un físico impecable, estuvo poderosos en ambos lados de la pista, aprovechó el miss match de una manera brutal (pobre Patrick Beverley) sin que los angelinos pudieran cortarle unas alas que parecen hechas de oro pulido,. Irrompibles, como la determinación de su dueño, que está, por enésima vez, en números de MVP: 28,9+11,7+5,9, más de un robo y más de un tapón por partido y un 55% en tiros de campo. Estadísticas parecidas, pero mayor colaboración; es decir, éxito asegurado.

El partido siempre fue igualado, pero un apretón de los Clippers en la segunda mitad les ponía por delante. De nada sirvió: una mala selección de tiro y un final de partido monopolizado por sus dos estrellas les hizo muy predecibles, y los Bucks siguieron estando colaborativos y acertados desde el triple (12 de 38, con 3 de 7 en el último cuarto), sin variar, esta vez con grandes resultados, el plan de un Budenholzer que ve la luz. Milwaukee, con un 20-13, no lidera como otros años ni acapara tantos titulares, pero juega mejor. También los Clippers, a pesar de haber tirado de estatus y no de Lou Williams (14 puntos al final): 24-12 y buenas sensaciones a pesar de la derrota y de un amargo final en el que Lue ha sido tácticamente superado por Budenholzer. Y con, ojo, un 0 de 9 en tiros en los últimos cuatro minutos, la peor marca de la franquicia en una década... y con todos los lanzamientos realizados por sus dos estrellas. Además, 15+11 de Ibaka y 11 de Morris para los angelinos, con 19+6+8 de Khris Middleton en el otro lado, 10 de Brook Lopez y 11 de Donte DiVincenzo. Partido divertido, decidido al final y por dos aspirantes que están sabiendo mejorar y corregir errores para poder seguir siéndolo. Los Clippers, ahí están, rascando a ratos y asustando en otros muchos. Y los Bucks, ojo. Que Giannis va muy en serio.