Álex Abrines ha jugado una magnífica Copa del Rey. No ha fallado ni un solo triple (8/8 en el torneo) y en la gran final ejerció de perro de presa para un Jayce Carroll que se quedó sin anotar. Después del partido estaba muy satisfecho, como todo su equipo: "Estoy muy contento porque he podido ayudar al equipo a levantar esta Copa, que es muy importante para nosotros. Y para mí porque hace poco se fue mi abuelo al cielo y sé que estaría muy orgulloso de mí ahora. Así que esta Copa es suya, se la dedico".

El mallorquín explicó lo que le había dicho su entrenador y también la satisfacción que sentían por haber dado su mejor nivel en el momento más importante: "Jasikevicius me dijo que el pinchazo que tenía en los isquios era solo mental, que había trabajado mucho para esto. Hoy el partido ha sido difernete a los anteriores, nuestro mejor partido de la Copa, hemos demostrado a qué nivel podemos llegar a estar. Y cuando estamos a este nivel, nadie nos puede parar".

Sobre ese trabajo defensivo sobre Carroll, ha reconocido que era la estrategia que tenían fijada para parar a uno de los tiradores más peligrosos del Madrid: "He hecho mi trabajo, hoy tenía que centrarme en la defensa. En ataque han entrado los tiros pero estaba más concentrado en la defensa".