Towns relata sus "noches de miedo" sufriendo el coronavirus
El jugador de la NBA ha hablado de su experiencia curándose de un virus que el año pasado se llevó a su madre: "No había nada a mí favor".
Después de una lesión en la mano a Karl-Anthony Towns le tocó sufrir en sus carnes el coronavirus, del que se contagió y que obligó a algunos contactos directos a guardar cuarentena. Su equipo, tras perder de nuevo en el partido en el que él ha regresado (Clippers), es el peor de la Conferencia Oeste con 6 victorias y 19 derrotas. Hundidos en la clasificación, Towns (que se ha perdido 20 de los 25 partidos de su equipo) sólo piensa en que ha superado todo un reto: su propia salud.
El jugador americano, de 25 años, se ha confesado ante los medios de comunicación.
Towns confiesa que, tras conocer la noticia de que se había contagiado, una de las primeras a las que avisó fue a su hermana: "Le dije: 'Oye, lo tengo. Tengo mucho COVID dentro y no es de una buena variante. Pero voy a pelear y voy a vencerlo". Tras ello se dirigió por FaceTime a sus sobrinos, Jolani y Max, a los que trata como hijos porque su hermana es madre soltera. "Les vi y dije: '¿Por qué lloráis? El tío va a estar bien. No os preocupéis por eso'. Me respondieron: 'Eso es lo que dijo la abuela'. Les mandé un mensaje por Instagram, donde se meten a ver qué posteo, diciendo que les prometía que no acabaría en un ataúd al lado a la abuela y que superaría esto". Jacqueline Cruz murió a principios de abril de 2020 tras complicarse su caso de contagio, lo cual dejó a la familia destrozada y replanteó las prioridades de Karl.
Towns ha vivido no sólo con su enfermedad sino con el recuerdo de la de su madre. "Mis condiciones no jugaron a mi favor en absoluto en lo del COVID. Una de las partes más aterradoras es que estoy genéticamente muy conectado a mi madre, soy el más parecido y lo soy bastante. Fue algo que me dio miedo. Nada estaba a mi favor. Sabía que iba a ser un viaje largo y difícil". Durante el aislamiento ha permanecido en contacto diario con su padre por teléfono, pero ni así: "Han sido muchas noches de miedo. Vino bien que nos dedicáramos tiempo, que nos levantáramos el ánimo. Creo que tuvimos muchas conversaciones y momentos geniales y tuvimos muchos momentos geniales. Lo llevé con mucha emoción". No eran sólo charlas entre padre e hijo, era soportar en compañía que la matriarca ya no estaba con todos ellos.
Las confesiones de Karl-Anthony ante la prensa no se quedaron ahí...
Sobre su vida: "He visto tantas tragedias en mi vida que he sido desafortunado. Vives y mueres. Supongo que tomo lo que la vida me da, lo bueno y lo malo. Cuando llegaron los malos pensamientos, me concentré en los niños y en mi familia. Estaba tratando de hacer todo lo posible para, obviamente, no solo sobrevivir sino no tener efectos negativos a largo plazo. Estaba mirando más allá".
Sobre el All-Star: "No creo que deba haber un Partido de las Estrellas. Pero, ¿qué se yo? Está claro que no sé lo que es el COVID-19, ¿no? Bueno, a lo mejor me hago una idea... No, no creo que eso deba jugarse".
Sobre la pandemia: "¿Mascarilla? ¿Te molesta ponértela? Venga, no hagas pereza. Piense en los demás antes que en ti mismo. Ponte la mascarilla. Haz tu parte. Si realmente odias esta enfermedad y este virus, ayúdanos a detener que se propague. Póntela, sigue con su día y sé inteligente y responsable. Es así de simple. Los trabajadores que están en primera línea, con la forma en que se comprometen y la tensión mental que conlleva ver a personas así, merecen mucho crédito. Te están dando la oportunidad de sobrevivir, agradéceselo".
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