120 días de cárcel para Beasley
El escolta de los Wolves apuntó con un rifle a un matrimonio que aparcó junto a su casa, en la que se encontraron drogas y armas, al menos una de ellas robada.
Malik Beasley, una de las estrellas de Minnesota Timberwolves, ha sido condenado por un juez de Minnesota a una de 120 días de cárcel. El escolta podrá, al menos, cumplir la sentencia cuando termine la temporada NBA tras declararse culpable de los cargos que pesaban sobre él, crímenes por amenazas con uso de violencia.
Beasley tiene 24 años y firmó antes de esta temporada un contrato por cuatro años y 60 millones de dólares, la prueba de que los Wolves lo quieren en su núcleo duro como ayudante anotador de Karl-Anthony Towns y D’Angelo Russell. Beasley, que llegó antes del cierre del mercado invernal de la pasada temporada proveniente de los Nuggets (como Juancho Hernangómez) promedia más de 20 puntos por partido en los Wolves. Esta temporada está en 20,5 con 5,2 rebotes y 2,5 asistencias. El equipo de Juancho y Ricky Rubio marcha 6-18, el peor del Oeste y en la cola de la NBA junto a Detroit Pistons. Su gran estrella, Towns, dio positivo por COVID y solo ha jugado cuatro de los 24 partidos del equipo. Beasley no se ha perdido ninguno.
El abogado del jugador ha confirmado que este tendrá que completar también una terapia para controlar la ira y que finalmente podría cumplir parte de la condena en arresto domiciliario y con un dispositivo electrónico de control, dados los protocolos y restricciones sanitarias de las cárceles de Minnesota en estos tiempos de pandemia. Además, Beasley no podrá consumir alcohol o drogas durante un tramo vigilado de tres años. “Estamos muy satisfechos con el resultado de un proceso que está ayudando a Malik a ser una mejor persona, a tomar mejores decisiones”.
Beasley fue arrestado en septiembre, en su casa de Plymouth (Minnesota). La policía recibió el aviso de unos ciudadanos que buscaban casa por la zona, aparcaron ante la de Beasley y este (que en ese momento no fue identificado) salió a su coche y les apuntó con un rifle mientras les exigía que se marcharan. Además, el informe aseguró que las víctimas (un matrimonio y un hijo de 13 años) “vieron al sospechoso sujetar el arma por encima del hombro y apuntar en su dirección mientras se marchaban”. Cuando los agentes llegaron la casa de Beasley, notaron un fuerte olor a marihuana y detuvieron un coche en el que intentaban irse tres individuos, uno de ellos un Beasley que gritaba a los agentes y que se acabó identificando como el propietario de una casa en la que se encontraron narcóticos y numerosas armas, al menos una de ellas robada. El jugador, que ha recibido el apoyo de los Wolves durante todo este trance, se disculpó en su momento: “No soy ese tipo de persona. Pido humildemente perdón por mis actos”.