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NBA | JAZZ 122 - CELTICS 108

Nadie puede parar a estos Jazz

Partidazo de Donovan Mitchell y otro triunfo de unos Jazz que están en el mejor inicio de su historia, con 16 victorias en los últimos 17 partidos. Los Celtics se quedaron cortos.

Nadie puede parar a estos Jazz
Russell IsabellaUSA TODAY Sports

Hace mucho, mucho, que el excelente momento de Utah Jazz no es ni transitorio ni circunstancial ni, realmente, noticia: sí lo es que después de sudar contra los Celtics (122-108) está en el mejor arranque de su historia (20-5, 16 victorias en 17 partidos). Y también lo es que tiene todas las trazas de aspirantes al título. Sí, no solo de outsider o animador en playoffs. Estos Jazz aspirarán a todo si llegan así de bien a las eliminatorias. Y no hay razones para pensar que no lo harán.

Con un excepcional entrenador como Quin Snyder, los Jazz llevan años siendo una roca en regular season pero quedándose cortos en playoffs. Esta vez todo parece distinto, básicamente por el crecimiento interno de los que han sido pilares de un proyecto cocido a fuego lento y para el que ha llegado el gran momento. Contra los Celtics no estuvo Mike Conley, con una lesión muscular que lo va a parar unos cuantos partidos. Pero los Jazz, sin el jugador con el mejor +/- de toda la NBA, volvieron a ganar y a equivocarse poquísimo en los momentos decisivos. Donovan Mitchell, que rompe en megaestrella, jugó de base y acabó con 36 puntos y 9 asistencias. En los últimos cuatro partidos en los que ha tenido que jugar oficialmente de uno, sus medias son de 36,7 puntos y 8,7 pases de canasta.

Ahora mismo da la sensación de que, vaya la cosa como vaya, siempre llega el momento de los Jazz. En todos los partidos. Esta vez fue en un segundo tiempo en el que anotaron 74 puntos y 11 triples con unos porcentajes de 53% en tiros y 44% en triples a los que sumaron un 21/24 en tiros libres solo en esa segunda mitad. El tercer cuarto (42-32) tuvo un momento de zarandeo (+14 local) al que sobrevivieron de maravilla los Celtics, que mandaron con pequeñas ventajas en el primer tiempo y convirtieron en el último cuarto un 99-89 en un 108-104 a tres minutos del final. Ahí llegó un 7-0 (115-104) ya definitivo y en poco más de un minuto, con triples de Mitchell y un Joe Ingles que irrumpe en el quinteto en cuanto hay una baja y, como chico para todo, sigue brillando en una temporada excelente (24 puntos, 6 asistencias, 5/11 en triples). Los puntos de Bogdanovic (16 con 8 rebotes y 4 asistencias) apoyaron en esa segunda parte, en la que creció un Rudy Gobert que estuvo en todas partes (18+12+3 con 3 tapones) y jugó otro partido sencillamente fenomenal.

Los Celtics acabaron doblegados por un equipo que ahora mismo es mejor que ellos… y que casi, casi todos. No es una derrota para hacer sangre, cierre de una dura gira por el Oeste que acaban 2-3, con tres derrotas en cuatro partidos. En total están 12-11, un balance desde luego muy discreto pero que debería ir a mejor ahora que vuelven al Garden y el calendario se suaviza. Siguen sin Marcus Smart, al que echan obviamente de menos, pero en Salt Lake City regresó Jaylen Brown. Y a lo grande: 33+4+8. Mejor que un Tatum (23+4+4 pero 7/20 en tiros) que arrancó mal y acabó de base, soluciones en un equipo que se desangra por ahí, con Jeff Teague fuera de juego y Kemba Walker sin capacidad, por ahora, de corregir su pésima marcha. Esta vez 7 puntos con un 2/12 en tiros y otro voto de confianza de Brad Stevens, que no quiere dejarse por el camino al cuatro veces all star: “Si llegamos a ser el equipo que queremos ser, será en parte porque Kemba será el jugador que necesitamos que sea”. Al final los Celtics volvieron a quedarse cortos pese a dar la cara, como en Phoenix, y Jaylen Brown lamentó que los Jazz acabaran presumiendo, de victoria y de racha: "Nos lo teníamos que haber tomado como algo personal. El último cuarto fue vergonzoso, es cuando teníamos que haber sido más duros y nos descompusimos. Faltaron, de alguna madera, dureza y liderazgo. Y gran parte me lo achaco a mí mismo".