Los Suns vencen, convencen y ahondan en la herida verde
El equipo de Arizona siempre fue por delante, tuvo paciencia para resolver al final y suma su quinta victoria en los últimos seis partidos. Los Celtics se hunden.
La noche y el día. Sin irnos tanto a los extremos, es lo que hemos visto en Arizona, durante el partido de la NBA que ha enfrentado a Phoenix Suns y Boston Celtics. Los primeros, del Oeste, llegaban en una dinámica ascendente que han alargado con una merecida victoria ante un rival que está en bajada y no encuentra la identidad que lo ha definido desde que Brad Stevens llegó a su banquillo y creó un proyecto que sigue intentando, sin suerte, pelear por el anillo y dar el salto definitivo a las Finales. Los Suns han sumado, con esta victoria, la quinta en los últimos seis partidos, y se colocan en la cuarta posición de la Conferencia Oeste con un récord de 13-9 que les deja por encima de los Spurs (que nadie sabe cómo han llegado hasta ahí), aunque sin ver de cerca a la pareja de equipos angelinos que suma victorias con mucha facilidad ni a su invitado especial en el pódium y líder, esos Jazz en un momento extremadamente dulce. Boston, por su parte, se va a cuatro derrotas en el mismo periodo de tiempo, seis duelos en los que han notado mucho las bajas (Jaylen Brown y Marcus Smart) y han perdido fuelle respecto a otros rivales del Este, uno muy competido y sin un pronóstico claro más allá de la aparente superioridad de los Sixers.
La mala racha de los Celtics podría alargarse, con siete derrotas en los últimos 11 partidos. Jayson Tatum volvió tras su inoportuna baja, que se produjo antes de la última de las cinco victorias que los verdes llevaban a inicios de temporada. Hoy, el alero no ha sido el problema, pero tampoco la solución: 23 puntos (con 8 de 22 en tiros de campo, fatal), 4 rebotes y 7 asistencias. Boston se ha aprovechado de que nadie está bien y se mantiene en la tercera posición del Este gracias al colchón conseguido a inicios de curso, pero si mira por el retrovisor, va a ver muchos perseguidores. Los Nets están en empate técnico con ellos, y los Pacers a 1,5 partidos. El octavo, los Knicks, está solo a tres. Entre medias encontramos a Hawks y Hornets. Y todo esto, sin contar que equipos como Toronto o Miami llegan tarde a una fiesta para la que tienen invitación y nadie espera su ausencia. En otras palabras: nadie puede relajarse en el Este, pero los Celtics necesitan despertar del letargo cuanto antes, con o sin bajas, para espabilar y acomodarse en una Conferencia en la que, realmente, nadie está cómodo.
En Arizona, los Suns llevaron casi siempre la batuta, aunque Boston estuvo todo el rato en el partido. Es más, llegaron a estar con 94-91 a falta de un minuto para la conclusión, gracias a un triple de Payton Pritchard (12 puntos con 4 de 9 en triples) que fue, a la postre, la última canasta visitante del partido. Hasta ahí llegaron los Celtics, que tuvieron otro día horrible en el tiro de Kemba Walker, una costumbre que se está alargando demasiado y de manera ligeramente inexplicable: el base, All Star en los Hornets (y el año pasado en Boston), está lanzando con un 38% en tiros de campo, su peor cifra desde su año rookie. Y por primera vez en su carrera, no supera el 30% en triples, algo realmente bochornoso para alguien de su categoría. Ante Phoenix, 14 puntos con... 4 de 20 en tiros, todos ellos desde el triple (intentó hasta 11) y con una selección de tiro que, lo más preocupante, no es del todo mala. Kemba, simplemente, no mete una. Y los Celtics, sin Jaylen ni Smart, lo están notando en demasía sin que Brad Stevens vea alguna solución mágica o lógica para llevar a cabo.
Los Celtics tiraron bien de tres a pesar de Kemba (17 de 44 en total). Mucho mejor, en todo caso, que sus rivales (8 de 29), que apuntalaron con el uso de la zona y del tiro en suspensión, consiguiendo torpedear las carencias rivales gracias al bien dirigido esquema de Monty Williams, un gestor fantástico (y un buen tío) que se ha hecho con el grupo. Chis Paul anotó 15 puntos (0 de 5 en triples, pero buen partido), y Devin Booker 18, incluyendo un lanzamiento en suspensión dentro del último minuto y cuando Boston se había puesto a solo tres puntos. Booker, que no termina de explotar esta temporada como se esperaba (en el plano estadístico y en el que no lo es), añadió 7 rebotes y 11 asistencias, buenos números que se compenetraron a la perfección con la actuación de DeAndre Ayton (16+11) y Mikal Bridges (19+9). Los Suns que ganaron la lucha por el rebote y repartieron 25 asistencias (por 19 de Boston), sonríen, vencen y convencen. Y los Celtics se enfrentan a los Jazz antes de poner rumbo a un calendario sin excesivas complicaciones (aunque no haya partidos fáciles este año), en el que tendrán que aprovechar para poner la directa y evitar sustos. Que tal y como está el tema, claro, es de agradecer.