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NBA | KNICKS 103 - HEAT 109

Adebayo rescata a los Heat del puño de hierro de Thibodeau

El pívot fue el líder de los Heat, que suman su segunda victoria consecutiva y siguen intentando salir del pozo. Gran partido de los Knicks, que sólo cedieron al final.

Duncan Robinson y Bam Adebayo defienden a Julius Randle durante el partido de la NBA que ha enfrentado a New York Knicks y a Miami Heat.
Mike StobeAFP

Ya dijimos que estos Knicks no son los de otros años. Y también que Miami necesitaba reaccionar cuando antes para salir de un pozo en el que cada vez les estaba costando más no ahogarse. Y ambas cosas se han cumplido en el Madison Square Garden, con todo el mundo en Estados Unidos (y en el mundo) pendiente de la Super Bowl, en el el corazón de Nueva York se ha visto un gran partido de baloncesto con una igualdad extrema: ningún cuarto se ha decidido por más de cuatro puntos de diferencia, ha habido 12 cambios de liderato en el marcador y 16 empates y todo se ha decidido al final, cuando los Knicks, con menos talento y más minutos en pista que sus rivales, mucho cansancio y una pizarra con menos recursos que la de Erik Spoelstra, curtido en mil batallas y mejor entrenador que un Tom Thibodeau que, lo que hace, lo hace muy bien. Sobre todo sacar jugo a una franquicia que parecía perdida en el desierto más grande que se ha visto., y que ahora tiene algo parecido a una identidad y una plantilla que ha dejado de parecer un chiste para asemejarse a un verdadero equipo.

El martillo pilón que son los Knicks ha quedado más que patente, y se ha personificado en la figura de Julius Randle. En el mejor momento defensivo de su carrera, el ex de Lakers y Pelicans ha encontrado su función perfecta dentro de un equipo. Y es posible que nunca vaya a ser la estrella de un aspirante, pero hace de todo, involucra a todos y es el ancla en una ofensiva siempre rara con Thibodeau, y en una defensa extraordinaria. Randle llevaba al descanso 15 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, y ha acabado con 26+13+7, incluido un excelente 10 de 18 en tiros de campo. Ha jugado 38 minutos hasta la extenuación, con descansos esquematizados y muy bien medidos por su entrenador, que suele cambiar a los mismos jugadores en momentos concretos del duelo. Y ha sido el mejor de un equipo en el que también ha destacado Reggie Bullock (21 puntos con 7 de 14 en triples) y Alec Burks (13), pero no Immanuel Quickley, que se ha quedado en 5+3+3 en un día en el que ha pasado muy desapercibido.

Randle postea, rebotea y pasa, corre al contraataque cuando tiene que hacerlo y es capaz de llegar a la zona empezando desde fuera de la línea de tres, gracias a su increíble fortaleza y su aceptable capacidad para el bote (tratándose de alguien de 2,03, claro). Pero claro, en frente tenía a Bam Adebayo, otro perfil muy distinto que necesita menos el balón, pero que está obligado a dar un paso al frente para suplir el regulero nivel de Jimmy Butler (17+10+9, pero con 3 de 11 en tiros) y el momento tan extraño en el que se encuentra un equipo que, hace unos meses, estaba disputando las Finales de la NBA. Adebayo ha acabado con 24 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias, un +10 con él en pista y un esfuerzo máximo para cerrar los rebotes ofensivos a Mitchell Robinson y Julius Randle durante los últimos minutos del choqe, que los Heat han cerrado desde la personal y tras un fallo incomprensible de Robinson en un palmeo que habría empatado el partido a 98 con menos de 3 minutos para el final. Los locales todavía le dieron emoción (99-101, con 2 minutos para la conclusión), pero los de Spoelstra cerraron el partido impulsados por los 7 tantos de Adebayo en el último periodo.

Los Knicks se quedan con el octavo entorchado del Este y se ven adelantados por los Hornets, que ganaron a los Wizards. El récord de 11-14 les deja muy igualados con Charlotte, pero también con Hawks e incluso Pacers por delante, y con Raptors y Cavs por detrás. La mayor duda para los neoyorquinos es si podrán mantener este nivel físico durante todo el año (lo de Thibodeau con los cambios y la rotación es hasta gracioso) y si no se hundirán ante un mala racha y en medio de muchos rivales con una fortaleza mental, a priori, superior a la de ellos. Detrás de los Cavs van, precisamente, Bulls y Heat. Miami sale ligeramente del pozo y no ve ya muy lejos a un rival directo como los Knicks, que no tendría que serlo si las cosas hubiesen salido bien. De momento, Erik Spoelstra puede respirar tranquilo... pero no durante mucho tiempo. En pocas horas, se reedita el duelo ante los Knicks, esta vez en Florida. Y después, gira del Oeste: Rockets, Jazz, Clippers, Warriors, Kings, Lakers y Thunder. Lo dicho: cuidado.