Un Jokic sobrehumano (50+8+12) no puede salvar a los Nuggets

Es un dato extraño: desde que los entrena Michael Malone (que fue despedido por Sacramento Kings) y en ascenso hasta convertirse en uno de los mejores equipos de la NBA en los últimos tres años, los Nuggets están 10-10 contra los Kings, la casa de Malone hasta diciembre de 2014 y uno de los peores equipos de la Liga en ese tramo. Peor: en esta temporada, y después de jugar la final de Conferencia en la burbuja de Florida, los de las Rocosas han perdido tres veces (0-3) contra los californianos, la última (119-114) a pesar de un partido monstruoso de Nikola Jokic. En realidad, ambos equipos no son tan distintos ahora mismo: 12-10 para los Nuggets, 11-11 para los Kings, que están en crecida y llevan cinco victorias en seis partidos, una corrección fantástica cuando parecía que su temporada se iba por el desagüe.

Jokic anotó 50 puntos menos de una semana después de sumar 47 contra Utah Jazz, en medio la pesadilla (13 puntos) en la derrota ante los Lakers. El serbio apiló también 8 rebotes y 12 asistencias (6 en el primer cuarto con los Kings en defensas zonales para frenar su influencia) y anotó 23 puntos en el último cuarto, intentando sostener a un equipo que se asfixiaba por su debilidad en defensa y su plaga de bajas en el backcourt: ni Jamal Murray, ni Gary Harris, ni PJ Dozier ni Facundo Campazzo jugaron. Hacía falta que alguien, además de Jokic, diera un paso al frente. Y nadie lo hizo: desde luego no Will Barton (11 puntos en 12 tiros) o Michael Porter Jr (8 en 11)…

Los Kings ganaron con una actuación coral y cuatro jugadores por encima de 21 puntos: 28 con 7 rebotes de Harrison Barnes, una de las claves del gran momento del equipo de un Luke Walton también reivindicado. 21+10 del trabajador Holmes, 24 con 5 asistencias de De’Aaron, de vuelta a su nivel de posible all star y 23+4+6 del fantástico Haliburton, un rookie que parece cualquier cosa menos un rookie (no se equivoca jamás, o eso parece) y es una de las grandes noticias para los Kings en los últimos años. Él y Fox forman un backcourt fantástico con un futuro radiante y un presente que, desde luego, da para competir casi cada noche. Y eso es mucho.

PELICANS 118-GRIZZLIES 109

Como los Kings, los Pelicans (ahora 10-12) van a más cuando parecían a punto de perder el tren de la temporada. Contra los Grizzlies (9-9) soltaron un estirón tremendo en el último cuarto, en el que convirtieron un 95-102 a falta de siete minutos en un 115-104, un parcial de 20-2 que sentenció el partido. Antes, el equipo de Van Gundy se caía en cuanto venía una ola en contra. Ahora resiste y responde: compite. Y está mejorando de forma dramática en defensa y en el tiro exterior, sus grandes lastres en el inicio de curso.

Zion Williamson sumó 29 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias (y está en el mejor tramo defensivo de su carrera) y Brandon Ingram acabó en 27+12+3 con 4 tapones. Además, siguen yendo a más Bledsoe (21+4+5) y un Lonzo Ball al alza (16+7+7 y 4/6 en triples). Los Pelicans adelantan a unos Grizzlies en los que Anderson sumó 21 puntos, Ja Morant 16 con 9 asistencias y Jonas Valanciunas 23 con 7 rebotes.

ROCKETS 106-SPURS 111

La vida sin Christian Wood, frenado en seco por una fea lesión de tobillo, va a ser dura para los Rockets, que compitieron contra los Spurs pero perdieron, hundidos finalmente por la eficiencia de DeMar Derozan, que sigue con su excelente temporada de perfil bajo: 30 puntos, 8 rebotes, 7 asistencias y un 9/16 en tiros. Sin LaMarcus Aldridge ni Walker, los Spurs vieron como una ventaja de diez puntos se esfumaban en el último cuarto, en el que los Rockets tomaron el mando por primera vez en el partido (100-98) tras un parcial de 10-0. DeRozan aseguró el triunfo en un duelo texano que mantiene a los Spurs en positivo (13-10 ahora) y deja a los Rockets en 11-11 a pesar de 27 puntos y 7 asistencias de John Wall. Mal partido de Victor Oladipo (9 puntos, 4/14 en tiros) para los de Stephen Silas.

THUNDER 120-TIMBERWOLVES 118

Doble duelo en dos noches y reparto de victorias entre Thunder (ahora 10-12) y Timberwolves (6-17). Del +3 para los Wolves al +2 para los Thunder, que pasaron de ganar por 23 puntos a verse con el agua al cuello, empatados antes de una canasta decisiva de Bazley. Después, Reid falló para enviar a la prórroga un partido loco: los Thunder anotaron 83 puntos en un primer tiempo tremendo (83-62), pero se secaron en el tercer cuarto (13-32) ante unos Wolves sin Karl-Anthony Towns, D’Angelo Russell, Culver… Shai Gilgeous-Alexander dirigió a los suyos (31 puntos, 9 rebotes, 7 asistencias) con siete jugadores en dobles dígitos. Reid (29 con rebotes) fue el mejor de los Wolves. Anthony Edwards anotó 20 puntos (con 8 rebotes y 4 asistencias asentado como titular) y Beasley sumó 17 puntos. Ricky Rubio fue titular y se quedó en 8 puntos y 6 asistencias.