NBA | CAVALIERS 147 - NETS 135

Increíble: un Sexton heroico le revienta la fiesta al big three

Los Nets enseñaron por primera vez a Kyrie junto a Durant y Harden pero perdieron en un partido espectacular resuelto tras dos prórrogas y con un Collin Sexton memorable.

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Kevin Durant, James Harden y Kyrie Irving debutaron juntos en el primer partido del tercero desde el 5 de enero y después de sus siete ausencias por sus misteriosos (todo con Kyrie acaba siendo misterioso) motivos personales. Los Nets habían ganado a Bucks y Bucks con Harden y Durant, y el estreno del big three atómico era prometedor ante los teóricamente accesibles Cavaliers. En Cleveland, donde Kyrie fue campeón en 2016 (ya va lloviendo), de donde salió espantado por la alargada sombra de LeBron James y donde no había vuelto a jugar (todo con Kyrie es misterioso) desde octubre de 2017.

Jugó el big three y hubo triples imposibles, rachas para el recuerdo, 20 puntos seguidos en un tramo decisivo y una actuación pletórica en una segunda prórroga épica. Sí, todo eso lo hizo un jugador. ¿Kevin Durant? No ¿James Harden? No ¿Kyrie Irving? Tampoco. Fue Collins Sexton. El guard de los Cavs (22 años, producto de Alabama) llegó a Ohio por la gatera de Kyrie, precisamente: con el pick (de los Nets, precisamente) que los Celtics dieron a los Cavs para llevarse al base, que (por decirlo suavemente) no cuajó en el Garden. En su primera temporada, Sexton (número 8 del draft de 2018) tardó en parecer un legítimo jugador NBA. Su arranque fue calamitoso, en un equipo sin orden ni concierto, y sus rachas de puntos parecían calorías huevas, un monumento a la ineficiencia. Pero es que tenía 19 años cuando debutó en la NBA. En el final de su primer curso y durante el segundo, Sexton (que hasta juega con el 2 que usaba Kyrie en Cleveland) mejoró a pasos agigantados y en el tercero es una nota brillante dentro de un equipo que está a un sorprendente nivel pero que no había acaparado titulares… hasta hoy.

Porque los Cavaliers ganaron (con marcador de videojuego: 147-135) a los Nets en el primer partido del big three. Después de dos prórrogas y con un Sexton excepcional: 42 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias. Sus números no cuentan, siendo impresionantes, la verdadera historia: anotó 15 puntos y 4 triples en la segunda prórroga, canastón a canastón, muchos cara a cara contra Kyrie. Antes, había anotado otro triple, el primero de su cuenta, para empatar la primera prórroga a falta de menos de dos segundos (también por encima de Kyrie). Luego falló Kevin Durant y los Nets se precipitaron al vacío en el segundo tiempo extra, en el que en un visto y no visto estaban 145-131. Sexto había anotado 15 puntos y asistido para la otra canasta, un triple de Taurean Prince… ex de los Nets que llegó en el traspaso múltiple por James Harden y que acabó con 17 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias. Jarrett Allen, el otro que salió de Brooklyn y un jugador muy interesante para el futuro de los Cavs, jugó muy bien en momentos importantes: 12 puntos, 11 rebotes, 4 tapones. El muy notable rookie Okoro defendió a Kyrie, Cedi Osman jugó 50 minutos de mucho nivel (25+7+7) y los Cavaliers lograron su gran triunfo en lo que por ahora es una gran temporada: 7-7 y el futuro más cerca de lo que parecía. Y todo jugando sin Kevin Love y sin Darius Garland, su base estrella de segundo año. La gran pareja de Sexton. Ya se sabe, Sexton+Garland=Sexland.

Los Nets llevan, cosas, las mismas derrotas que los Cavs. Y están 9-7 después de un anticlimático debut de su arma mortal, un big three que anotó 96 puntos y que enseñó, en realidad es lógico, cómo de peligroso puede ser pero cómo de verde está todavía. Sin entrenar juntos, los nuevos Nets anotaron sus diez primeros tiros y fallaron los once siguientes y se congelaron en un primer cuarto en el que pasaron de meter 16 puntos en seis minutos (10-16) a siete en los seis siguientes (28-23). Y jugaron mal a partir de ahí hasta que entraron en calor, sobre todo gracias a Durant, con una remontada pletórica en el último cuarto: de 98-85 a falta de ocho minutos y medio a 113-113 con 68 segundos por jugar. Ahí falló Harden y ahí Nash salvó a su equipo con un challenge ganado tras falta de ataque señalada a Kyrie, que había recibido la bola tras robo de Harden. En la segunda prórroga se pasó de un 113-118 al 127-127 final. Y luego vino ese ilógico y espectacular trance en el que Sexton pudo más que tres de los mejores anotadores de la historia. Hasta Kyrie lo reconoció: “Tienes que amar el baloncesto que se juega en la NBA, hasta yo estaba sonriendo cuando Sexton metía esos tiros”.

Los números fueron impresionantes, eso sí: Durant, que puso la energía en los dos lados de la cancha para despertar al equipo en el último cuarto, acabó con 38 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias. En 50 agotadores minutos. Kyrie jugó más que nunca en su carrera (más de 48 minutos) y acabó en 37+2+3. Entre los dos, 27/53 en tiros. Y Harden, el último en llegar, firmó su segundo triple-doble en tres partidos con los Nets: 21+10+12 ejerciendo de base y muy tímido al principio. Solo dos tiros en la primera parte y un crecimiento progresivo a medida que se calentó el partido. Los Nets, más allá de sus tres estrellas, no tuvieron mucho (un asunto que también será recurrente). Buenos minutos de Jeff Green y un Joe Harris menos útil (6 puntos) desde un banquillo que solo puso diez puntos totales en un partido de 58 minutos. Uno que no fue lo que nadie esperaba, que resultó muy divertido y en que Collin Sexton pudo más que Kevin Durant, Kyrie Irving y James Harden juntos. Las cosas de la NBA.