GIPUZKOA BASKET

Milagros caseros en Illunbe

Iñaki Martín, segundo técnico, y Carlson, que estaba en San Sebastián a la espera de ofertas, relanzan al Gipuzkoa Basket.

Juan HerreroEFE

En la jornada 18, todo se veía negro por Illunbe. El Gipuzkoa estaba último, con dos victorias, y acababa de perder un duelo clave con el Bilbao Basket en Miribilla, pese a disponer de tres tiros para ganar. El equipo vizcaíno ponía un peldaño más de distancia con los donostiarras en la escalada de estos casi imposible hacia la permanencia. Esta quedaba a dos victorias. Pero lo más grave era la lesión de rodilla de Echenique, la estrella del equipo, para lo que resta de temporada.

Por si fuera poco, cayó contagiado por COVID el entrenador del equipo donostiarra, Marcelo Nicola, uno de los artífices del ascenso el año pasado aunque este tuvo que llegar vía auto judicial porque la temporada en la LEB Oro no pudo concluir por la pandemia. El panorama en San Sebastián era desolador.

El Acunsa GBC estaba obligado a moverse rápido y no tuvo ni que levantar el teléfono. La solución la tenía en casa. Primero, mientras Nicola permaneciera convaleciente, ascendió a su ayudante. Iñaki Martín ha tomado las riendas y lleva un 2-0, tras ganar a Tenerife y Joventut, las mismas victorias en dos partidos que en los 17 anteriores. Así que el equipo ha dado caza a Betis y Bilbao Basket, sus antecesores en la tabla. Iñaki no es un cualquiera. Llegó el año pasado a Illunbe tras una dilatada carrera que le llevó por el Lusitania portugués y el Maxaquene de Mozambique, con el que se proclamó campeón de liga. En este mismo país también fue seleccionador y director técnico del Clube Ferroviario. Igualmente dirigió al Ciudad de Valladolid en LEB Plata y fue ayudante en un puñado de equipos, entre ellos el Guaiqueries de Margarita venezolano.

El técnico vallisoletano se quita todo el mérito en este milagro del colista de la ACB. “No tengo ninguna varita mágica. Esto va para Marcelo, seguro que le dará fuerzas para afrontar el futuro”, señaló en su estreno ante el Tenerife. “La ausencia de Nicola es como si nos falta nuestro mejor jugador. No me alegro de ocupar su puesto, porque significa que tiene un problema de salud”, no deja de incidir. De hecho, no ha querido sentarse en el sitio del preparador argentino en el bus del equipo, deja al fisioterapeuta que se acomode ahí. El contacto con su superior es constante. Se encarga del scouting y planifican la semana. Y en los partidos se comunica con el delegado para dar instrucciones.

El otro punto pendiente tras la lesión de Echenique se arregló con Carlson, aunque es más cuatro que cinco. Llevaba entrenando con el equipo desde octubre, a la espera de una oferta. Fue uno de los héroes del ascenso en la temporada 2016-17 y cuando iba a debutar con el Gipuzkoa en la ACB, sufrió una grave lesión que le impidió pisar la élite. Así que siente que el baloncesto le debía una y ahora se la ha pagado. Suya fue la canasta milagrosa sobre la bocina en el último segundo ante el Tenerife. Y a partir de ahí, todos empezaron a soñar.

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