NBA | RAPTORS 116 - MAVERICKS 93
Los Raptors secan a Luka Doncic y amplían la crisis de los Mavs
El buen trabajo defensivo para retener a Luka Doncic surtió efecto. Toronto venció con claridad y para Dallas ya es la tercera derrota consecutiva.
Los Mavericks están pasando muchas penurias y los Raptors, cuyo inicio de temporada es decepcionante, se han aprovechado de ello. Las oportunidades así no hay que dejarlas pasar. El equipo texano tiene poco más que hacer que resignarse ante lo que tiene: un Doncic espectacular que debe asumir demasiado protagonismo, un Porzingis que todavía tiene está entrando en ritmo y, sobre todo, una rotación escasa en la que el coronavirus ha hecho mella. Recuperaron a Hardaway, otra pata en la que apoyarse para sacar puntos fáciles, respecto al anterior partido, pero Kleber, Richardson, Powell y Finney-Smith, cuatro jugadores muy importantes, continúan fuera por el protocolo de la Liga. Para Rick Carlisle, el entrenador, está siendo "una semana matadora".
En Tampa Bay los Mavericks se enfrentaron a los canadienses Raptors, casa ajena por culpa también de la pandemia. Y los locales juguetearon hasta que vieron la oportunidad de asestar el golpe y llevarse el partido. Sin mucho sufrimiento y dejando a su rival en números impropios. Dallas, equipo que maravilló el año pasado por su capacidad ofensiva, sobrepasó los noventa puntos por los pelos. Aunque Carlisle destaca que el esfuerzo defensivo es en el que tienen que trabajar contando con sus circunstancias, pocos jugadores a los que poner y poca experiencia generalizada para los momentos de decisiones importantes. El narrador de la radio oficial de la franquicia, Chuck Cooperstein, califica el rumbo de estos días como "la primera crisis real de la temporada".
El ritmo fue uno de los principales problemas de Dallas. Porque, efectivamente, el problema aquí era de contención. No fueron capaces de frenarlo, sólo de adaptarse a él y cabalgar hasta que se cayeron del caballo. Con eso contó Toronto y así lo hizo ver en la segunda parte, donde sacaron el partido adelante. Los ataques, no sólo al inicio sino durante buena parte de la jornada, eran en transiciones fulgurantes o ya en estático pero sin apurar el reloj de posesión. No es el estilo de Nick Nurse, pero en saber ver la ocasión también está la virtud.
Doncic todavía estaba con el reconcome del anterior partido, un día anterior, en el que hizo 30 puntos en la primera y luego se vino abajo. Jugó un buen partido, pero él se flageló públicamente diciendo que había sido demasiado egoísta. Con eso en la cabeza jugó ante los Raptors y pasó más desapercibido, algo que no le viene ben ni por asomo a los Mavericks con lo que tienen encima. El esloveno, con 0/3 en triples y sólo 11 lanzamientos intentados, prefirió dar más protagonismo a otros compañeros, pero la estrategia hizo aguas. Anunoby y Johnson, con codazo incluido para este último, hicieron un buen trabajo para contener al genio de Liubliana.
El primer descanso de los titulares fue lo que forzó una primera ventaja que rozó la decena. Pero los Mavs se repusieron bien por la sapiencia de Brunson y la entrada en segunda instancia de Porzingis, al que se le ve bien después de empezar la temporada de baja. Un buen parcial de los visitantes dejó el encuentro empatado al descanso (47-47). En otro día en el que VanVleet no se encontró fueron Kyle Lowry (23) y Norman Powell (17) los que arrancaron las pegatinas a Green y Burke y capacitaron, con los triples de Anunoby y las dentelladas de Boucher, un segundo parcial (20-5) que en el tercer cuarto machacó la moral de las tropas de Carlisle.
No había más aire y los Raptors acabaron con sosiego la faena. Aunque los errores defensivos de los Mavs, como bien hizo ver el entrenador, son un problemón. Y no sólo se dieron en los últimos minutos, dado el desgaste, durante todo el encuentro se vio falta de comunicación entre los jugadores y con expertos como Johnson y Hardaway, aunque éste último no destaque por ello, perdidos ante un equipo que sólo había ganado cuatro de los doce partidos disputados.