Heurtel y el 'síndrome Ayón'
El Real Madrid se hizo con el pívot mexicano en 2014 tras desvincularse de un Barcelona que tenía sus derechos desde 2012.
Thomas Heurtel quería dejar el Barça para fichar por el Real Madrid y de ahí surgió toda la tormenta. Los azulgrana se sintieron engañados por el jugador y su agencia de representación, BeoBasket, y lo dejaron en tierra, sin poder subir al avión que trasladaba al equipo desde Estambul (Turquía) a la Ciudad Condal. Una situación incómoda, que daña la imagen de un club al que no le debería haber pillado por sorpresa: los blancos buscan un base comunitario en el mercado a precio asequible tras la salida de Facundo Campazzo y el francés, si llega a recibir parte del salario que le restaba en su rescisión, combinaba todas esas facetas.
El Barça no podía permitirse eso. Dar a su eterno rival un jugador del calibre de Heurtel y pagando parte de su suelo a escasos días de disputarse el Clásico en la Liga Endesa (27 de diciembre). Y, además, removiendo viejas heridas como la salida gratis de Gustavo Ayón, que acabó en un Madrid que volvió a reinar en Europa gracias, en parte, al Titán.
Ayón nunca debutó en el Barça
El equipo culé se hizo con los derechos del pívot en 2012 tras pagar 300.000 euros en distintos conceptos, incluido el último pago de la cláusula que el jugador debía al Fuenlabrada tras irse a la NBA: allí estuvo tres años (2011-14) entre Nueva Orleans, Orlando, Milwaukee y Atlanta. No llegó a lucir y solo jugó 135 partidos con una media de 16,7 minutos
El mexicano quiso volver a España tras esa experiencia, pero nunca llegó a debutar en el Palau Blaugrana. En 2014, con Xavi Pascual en el banquillo y Chichi Creus como director deporivo, se hizo efectiva su desvinculación del club y fichó por el Real Madrid con un contrato por tres temporadas y una cantidad anual ligeramente superior al millón de euros.
El internacional azteca fue un refuerzo de lujo para el conjunto blanco y un dolor para los azulgrana que vieron como ganaba dos Euroligas, cuatro Ligas Endesa y tres Copas del Rey en un ciclo de cinco años espectacular.