NBA | ROCKETS 111 - PELICANS 98
Duncan Robinson saca el fusil en Navidad
Los triples del alero de los Heat, que iguala el récord en 25-D, lanzan a unos Heat que acaban recurriendo a la defensa para parar a Zion Williamson y Brandon Ingram.
El primer partido de la jornada de Navidad siempre es peligroso: horario muy temprano, equipos que salen a jugar con las legañas y juego muchas veces deshilachado. Esta vez, además, sin público y en solo el tercer día de partidos de la temporada el riesgo parecía mayor. Pero lo cierto es que el Miami Heat-New Orleans Pelicans fue un buen aperitivo para abrir boca al atracón de NBA navideño, la jornada que hizo que la Liga se plantara ante los jugadores y exigió empezar solo 71 días después de que acabaran las Finales de 2020.
Esas Finales las perdieron (contra los Lakers) unos Heat que enmendaron contra los Pelicans (111-98) su mal inicio de temporada. Después de perder contra Orlando Magic, ganaron a un rival que había dejado buenas sensaciones en su estreno, con triunfo en pista (Tampa, no Canadá) de los Raptors.
Al contrario de lo que podría parecer más lógico, el primer tiempo tuvo más ritmo y más acierto y el segundo fue una pelea en el barro en la que, como casi siempre, ganó el equipo que entrena Erik Spoelstra. Y lo hizo sin Jimmy Butler, que no jugó después del descanso por problemas en un tobillo. Después de un buen inicio de los Pelicans (9-17), los Heat jugaron un tramo excepcional, con la brillantez colectiva en ataque del equipo que maravilló en la burbuja de Florida: llegaron a un 61-38 a cuatro minutos del descanso, antes de que entre Brandon Ingram y Zion Williamson se empeñaran en mantener vivos a unos Pelicans zarandeados. Tras el descanso, los de Stan Van Gundy empezaron a defender la línea de tres y se posicionaron para culminar el vuelco: 91-85 mediado el último cuarto. Ahí se acabaron, sin ideas en ataque y, de repente, con un 107-88 (parcial de 16-3) que ya era definitivo.
Los minutos excepcionales de los Heat en la primera parte coincidieron con la presencia en pista de Goran Dragic, clarividente para desatascar un ataque que empezó ofuscado, con Jimmy Butler y Tyler Herro en pista, y se convirtió en una lluvia de triples hasta el descanso: 13/21, récord en la primera parte de una jornada de Navidad. Los Heat solo anotaron tres más (16/37), pero dos en el estirón final, de Herro y Avery Bradley, el escolta llegado desde los Lakers. El otro fue de Duncan Robinson,que había anotado seis en la primera parte y acabó con siete (7/13), cifra con la que igualó el récord navideño. En totales de carrera en 25-D, JJ Redick sumó el número 24, la cifra más alta de siempre.
El triunfo necesitó un esfuerzo defensivo final, con Bradley e Iguodala por fuera y, por dentro, el infaltable Bam Adebayo y Precious Achiuwa, ese aspirante a ser su clon que han drafteado los Heat en el puesto 20 del draft. Solidez en las zonas contra la percusión constante de Zion Williamson, que no paró de intentarlo y acabó con 32 puntos y 14 rebotes, de más a menos e irregular en defensa. Brandon Ingram anotó 28 puntos…. Pero ninguno en el último cuarto después de haber jugado minutos fabulosos antes. La mano de Stan Van Gundy promete en Nueva Orleans… pero el equipo de Luisiana se quedó corto contra el finalista de la NBA, unos Heat con Butler lesionado pero con todas sus sueñas de identidad. También irregulares, pero claramente superiores.