Los españoles en la NBA 2020-21: así arrancan el curso los cinco
Ricky regresa al equipo que lo drafteó y Marc jugará donde fue campeón Pau. Ibaka, con el que Marc ganó en los Raptors, estará en la otra acera de L.A.
Año nuevo, vida nueva para los jugadores españoles en la NBA. En total, serán cinco los representantes nacionales en la mejor Liga del mundo. Todos vestirán colores distintos a los de la campaña anterior, con permiso de Juancho Hernangómez, que llegó a los Wolves desde Denver Nuggets el pasado 5 de febrero. Lejos quedan esas temporadas de hasta diez abanderados o de siete de los nuestros en playoffs. Ahora, la situación es muy distinta; pero que no cunda el pánico. Si bien es cierto que el número se ha reducido dramáticamente, la ilusión no. Ni mucho menos: las probabilidades de recibir un anillo desde Los Ángeles son muy altas.
El mercado se antojaba peligroso para los Gasol, Ibaka, Rubio y Hernangómez; pero, al final, ha resultado ser una bendición. A la espera de lo que pueda ocurrir con Pau, así será la temporada 2020-21 para los cinco españoles en la NBA:
MARC GASOL. Equipo: Los Ángeles Lakers Aspiración: Ganar el anillo Rol: Titular. Posición: Pívot. Temporada NBA: 13ª Contrato: 2 años / 5,3 millones. De campeón a campeón. Así se ha movido Marc en este mercado. Ha cambiado Toronto por los Ángeles, ha cambiado el campeón de 2019 por el de 2020. Después de seis largos años, un Gasol volverá a pisar el parqué del Staples Center con la camiseta púrpura y dorada. En 2008, Marc le abría las puertas de los Lakers a Pau en un movimiento que cambió la historia del baloncesto español (y, por qué no decirlo, de la NBA). El hermano pequeño partía a Memphis para convertirse en uno de los jugadores más importantes de la historia de los de Tennessee; el mayor llegaba a Los Ángeles para colocarse dos anillos en el dedo y escribir su nombre al lado del de los más grandes.
En el plano estrictamente deportivo, la llegada de Marc a los Lakers es lo que se suele denominar como un win win. El jugador, en un último tramo de carrera excepcional, tendrá la oportunidad de sumar su segundo anillo a la colección; la franquicia, necesitada en el juego interior, se lleva uno de los pívots más versátiles de la competición. “Está haciendo lo mismo que JaVale y Dwight, pero un poco más”, dijo el jugador angelino Kentavious Caldwell-Pope después de compartir los primeros entrenamientos con el catalán. Uno más para la lista: Marc ha impresionado por allá por donde ha pasado, y esta vez no será distinto.
Después de sus diez temporadas y media en Memphis, su camiseta fue retirada. “Ha elevado nuestro nivel en cuanto a la percepción que ahora tiene el equipo de lo que puede lograr", declaró Nick Nurse tras verle debutar en Toronto. Lo elevó tanto que la franquicia canadiense terminó consiguiendo el primer anillo de su historia. El Marc que llega a los Lakers es un Marc muy diferente a todos los anteriores. Es el Marc del “un poco más”, el de los movimientos que no recogen las estadísticas. El del impacto que no se puede cuantificar. Lejos de conjugar años con decadencia, el pívot español ha ido reinventándose. Ha mejorado su tiro al ritmo marcado por la era de los triples y ha encontrado la virtud entre defensa y ataque: el pequeño de los Gasol sigue siendo uno de los mejores stoppers interiores de la competición, pero ahora, desde la visión privilegiada que le otorgan sus dos metros once centímetros y sus 12 temporadas en la competición, también es un distribuidor de juego extraordinario. Su peso en el equipo poco tendrá que ver con el contrato que ha firmado (2 años por 5,3 millones). En principio, llega para ser titular. Montrezl Harrell, Mejor Sexto Hombre la temporada pasada, ha sido fichado para calcar ese rol. De esta forma, Marc podría formar quinteto junto a Dennis Schröder, Wesley Matthews, LeBron James y Anthony Davis. Más que suficiente para que Los Ángeles Lakers opten a su 18º anillo, y Marc a su segundo.
SERGE IBAKA. Equipo: Los Ángeles Clippers. Aspiración: Ganar el anillo. Rol: Titular. Posición: Pívot Temporada NBA: 12ª Contrato: 2 años / 19 millones. Al igual que Marc, ha volado desde Toronto hasta Los Ángeles, pero para recalar en el otro equipo de la ciudad. Con un contrato por dos temporadas (la segunda, con player option) y 19 millones de euros, es considerado uno de los grandes robos de la agencia libre. Llega a California con sentimientos encontrados. Deportivamente, aterriza en su mejor momento en uno de los principales aspirantes al anillo. Difícilmente mejorable. A nivel personal, sin embargo, su arraigo hacia la ciudad de Toronto ha hecho difícil su marcha. “Los tres últimos años y medio han sido fantásticos. Me sentí muy querido allí. Soy una persona a la que le cuesta moverse cuando se siente bien en un sitio”, confesó en su primera comparecencia como jugador de los Clippers. Normal. Siempre es difícil abandonar aquellos lugares en los que uno es feliz y, en la NBA, no existe mayor felicidad que la de ganar un anillo.
En su nueva franquicia, tendrá reminiscencias de ello. Se reencontrará con Kawhi Leonard, líder de aquellos Raptors de 2019 y, ahora, también de la franquicia angelina. Buenos amigos, además. Ibaka y Clippers, Clippers e Ibaka, aparentemente, conformarán una simbiosis perfecta. Tras las salidas de Montrez Harrell y JaMychal Green, la franquicia angelina necesitaba reforzar su juego interior a toda costa. Serge, por su parte, entrará en uno de los vestuarios con más carácter - a veces, en demasía - de la Liga. Estará en su salsa. A su disposición, pondrá los 15,4 puntos y 8,2 rebotes que promedió durante el curso pasado. Su primera y segunda mejor marca, respectivamente. Tendrá un papel importante, muy importante. En su mano estará arrebatarle la titularidad a Ivica Zubac; algo que, a pesar de su gran nivel, no logró nunca Harrel. En las dos últimas temporadas, el pívot croata sólo ha empezado tres partidos como suplente. Serge lo tiene todo para conseguirlo. De no hacerlo, tampoco supondría un problema. Desde el banco puede ser tan determinante como desde el inicio, tal y como ya demostró en Toronto.
Serge no se esperaba empezar esta temporada en los Clippers. Los Clippers, seguramente, tampoco contaban con su presencia para este año. Pero, vistos juntos, parecen hechos el uno para el otro.
RICKY RUBIO. Equipo: Minnesota Timberwolves. Aspiración: crecer como proyecto. Rol: Líder veterano. Posición: Base. Temporada NBA: 10ª Contrato: 2 años / 34,8 millones. El hijo pródigo vuelve a casa, a la franquicia que le drafteó hace más de diez años. Curiosamente, será por Navidad. Regresa en plena madurez baloncestística y tras una de las mejores temporadas de su carrera, si no la mejor. En su primera etapa en los Wolves (siete temporadas), promedió 10,2 puntos por partido y 8,2 asistencias; ahora, vuelve como MVP del Mundial y tras los 10,2 puntos y las 8,8 asistencias del curso pasado en Phoenix; además de su mejor porcentaje en el triple (36.1%). De Minnesota se marchó un Ricky que era muy bueno en lo suyo; ahora, vuelve siendo muy bueno en casi todo.
El destino, seguramente, es idílico, de película; el camino hasta él, en cambio, ha distado mucho de serlo. En tres días, cambió dos veces de equipo. Entre los Suns y los Timberwolves aparecieron unos Oklahoma City Thunder en pleno proceso de reconstrucción que, sin ninguna duda, representaban un paso atrás en su carrera. Ricky lo sabía. “Menudo negocio”, declaró nada más enterarse de su llegada a la disciplina thunder. Afortunadamente, las cosas cambiaron rápido y sus declaraciones también: “Estoy a gusto por regresar y siento que pertenezco un poco a este lugar", dijo tras confirmarse el inicio de su segunda etapa en Minnesota.
Si el Ricky que llega es un Ricky distinto al que se marchó, los Wolves tampoco tienen nada que ver con el equipo que le acogió en la NBA. Entonces, llegó a coincidir con Kevin Garnett y, por supuesto, con un Kevin Love en plena explosión. Un equipo que apuntaba alto, pero que las lesiones castigaron en exceso. De todo eso queda poco. El mayor nexo de unión con ello es su actual entrenador, Ryan Saunders, que entonces ejercía como asistente. Aquellos Timberwolves se quedaron en esperanza. Sin ir más lejos, los resultados de la última década han hecho que la franquicia de Minnesota posea el peor récord acumulado de toda la NBA desde 2007, pero algo ha cambiado. O puede cambiar. Al menos, eso es lo que se respira en el ambiente. La plantilla invita a ello. Ricky conformará junto a Karl Anthony Towns (número uno del Draft en 2015 y dos veces all star) y D’Angello Russel (all star en 2019) un tridente atractivo. Los tres reyes magos de Minnesota. “Nunca he jugado con nadie de su calibre, alguien que aporta lo que él aporta al juego en el uno”, declaraba Russel tras sus primeros entrenamientos con el de El Masnou. Sabe que su capacidad anotadora puede verse catalizada a través de los regalos - siempre con el mejor envoltorio - de Ricky.
A ellos, se ha unido el número uno del último draft, Anthony Edwards, y se han mantenido Malik Beasley (20,7 puntos por partido en los 14 partidos que jugó con la franquicia) y Juancho Hernangómez. Un roster en teoría competitivo, que lo tendrá difícil para mirar los playoffs del Oeste. El base español no tendrá asegurada la titularidad, pero el calibre de su peso en el equipo no plantea dudas: será muy grande. "Siento que me fui dejando algo sin terminar", dijo Ricky nada más regresar a casa. Toda una declaración de intenciones. De momento, tiene por delante dos años, a razón de 17 y 17,8 millones respectivamente, para finalizar su obra.
JUANCHO HERNANGÓMEZ. Equipo: Minnesota Timberwolves. Aspiración: crecer como proyecto. Rol: Importante. Posición: Ala-pívot. Temporada NBA: 5ª Contrato: 3 años / 21 millones. La otra mitad del ADN español en Minnesota. Puede, y debe, ser la temporada de su confirmación. Lo tiene todo para ello: una trayectoria ascendente, un equipo ilusionante y la confianza de su entrenador. "Estamos muy muy felices con las cosas que nos han dado los chicos que ahora son agentes libres", declaró Ryan Saunders antes de confirmarse el nuevo contrato de Juancho. Ahora, con la renovada vinculación del ala-pívot español por 3 años y 21 millones, sus deseos se han visto cumplidos.
A diferencia del resto de representantes españoles, Juancho no cambiará de camiseta. Llegó a Minnesota en el tramo final de la pasada temporada regular, a modo de curso introductorio avanzado. Y tan avanzado: 14 partidos, 14 titularidades, 12,9 puntos por partido, 7,3 rebotes y un 42 % de acierto en el triple. Todas ellas, las mejores marcas de su carrera NBA. Normal que Saunders le quisiera retener. Está llamado a tener un papel destacado en el equipo. En principio, peleará por seguir como titular. Sus minutos en cancha, eso sí, dependerán en gran medida de su capacidad para mantener los porcentajes de acierto mostrados durante el curso pasado. De la mano de Ricky y del resto de la cuadrilla, sueña con pelear por volver a unos playoffs; ahora, siendo un jugador más importante. En la temporada 2018-19, cuando alcanzó las semifinales de conferencia con Denver, disputó tres pobres minutos por partido. A sus 25 años, Juancho ya acumula - y transmite - la experiencia, entereza y autoridad de un veterano; pero mantiene la ilusión y el hambre que solamente un espíritu joven puede otorgar. Está en el momento ideal para dar el paso definitivo, tanto en la NBA como en la Selección, y de erigirse como uno de los estandartes de las nuevas generaciones del baloncesto español.
WILLY HERNANGÓMEZ. Equipo: New Orleans Pelicans. Aspiración: Pelear por los playoffs Rol: Rotación. Posición: Pívot. Temporada NBA: 5ª Contrato: 1 año / 2,5 millones. La situación de Willy será muy distinta a la de su hermano. El mayor de los Hernangómez entró en la NBA con buen pie. En su primera temporada (2016-17), disputó 72 partidos con los New York Nicks promediando 8,2 puntos por partido y 7 rebotes. Registros que le valieron para ser incluido en el Mejor Quinteto de Rookies. Nada mal. Desde entonces, sin embargo, no ha terminado de encontrar su sitio en la competición.
Ahora, tras dos temporadas y media decepcionantes en los Hornets (en total, disputó cuatro partidos como titular), los Pelicans han aparecido para poner un gran punto y aparte en su carrera. La franquicia de New Orleans es todo un halo de aire fresco para la competición, y también para él. Willy ha llegado al equipo en este mercado por un contrato mínimo (2,5 millones por un año), pero con una máxima: reivindicarse. Para hacerlo, tendrá que pelear sus minutos con Steven Adams, que con siete temporadas y seis Playoffs a sus espaldas ha llegado para ser titular, y Jaxson Hayes, la apuesta joven de la franquicia en la posición de pívot. No lo tendrá fácil; pero, de recuperar su mejor nivel, debería entrar en la rotación.
En todo caso, el jugador madrileño ha recalado en una de las franquicias que, más allá de los grandes contenders, más atención acapara. Zion Williamson, número uno del Draft de 2019, es una bestia bajo el aro, pero también en el ámbito mediático. Lonzo Ball es un Ball, con todo lo que ello conlleva en este sentido. Junto a ellos, Brandon Ingram, all star y Jugador Más Mejorado de la pasada temporada, J.J. Redick, que disputará su 15ª campaña, o Bledsoe, que llega tras ser el base titular de los Bucks. Argumentos más que sólidos para pelear los últimos puestos de playoffs del complicado Oeste. El que, para muchos, es considerado el país de las oportunidades, ha hecho lo suyo con Willy. En sus manos queda aprovecharlo.