Mumbrú: "Cuando se juntan las derrotas, parece que nada vale"
El técnico del Bilbao Basket vio falta de actitud ante el Zaragoza pero por el peso de los malos resultados no por tener gente pasota, y pide que el ADN sea la valentía. Jenkins ya está en Bilbao.


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El Bilbao Basket va de la cancha al mercado y del mercado a la cancha, obligado por las circunstancias: el error en la contratación de Jones y Moses, y las lesiones. Ha llegado Jenkins y hoy ha completado la primera sesión de cara al partido del domingo ante el Fuenlabrada, crucial para decantar la parte baja de la clasificación. Un debut esperanzador del escolta norteamericano. El pívot Aminu tiene que realizar los trámites en el consulado nigeriano y los PCR pertinentes, así que hasta el lunes no estará disponible. El primero llega con un perfil más anotador y el segundo, para cerrar la zona, algo parecido a Balvin, al que reemplaza estos dos meses, aunque es más liviano. Serron y Rigo también están lesionados. "Con tantos nuevos, estamos pasando más tiempo en que entiendan la filosofía del equipo que avanzando en el plano táctico", resume Mumbrú.
La derrota del pasado domingo ante el Zaragoza ha escocido mucho. Por primera vez se vio a un equipo de Mumbrú bajar los brazos, poner cara de debacle. "Cuando se juntan las derrotas, parece que no vale nada, ni los jugadores, ni el entrenador, ni Miribilla", entiende, y subraya que "lo que debemos saber es quiénes somos, a dónde vamos y de dónde venimos". "Aunque hayamos tenido años buenos hay que saber sufrir estando abajo en la clasificación y que es el momento de apoyar. Vendrán momentos difíciles y hay que esperar a que llegue nuestro momento. Estoy convencido de que habrá un punto de inflexión que esperemos que llegue lo antes posible", proclama el exalero. Está siendo una Liga muy rara, condicionada por la pandemia, y eso justifica, en su opinión, marcadores sorprendentes y tan desiguales en muchas jornadas. "En Zaragoza fallaron muchas cosas, hubo problemas de actitud, veíamos que no llegábamos y ellos olían la sangre". En ese sentido, Huskic y Rousselle han pedido perdón "y eso habla de su implicación".
Mumbrú montó en cólera en un tiempo muerto al ver que todo se venía abajo. Su minuto más bronco desde que está en los banquillos. "Buscas una reacción rápida de los jugadores cuando ves que estamos haciendo aguas por todos lados. Cuando las cosas no salen, bajamos los brazos y eso no nos lo podemos permitir. Hay que intentar jugar bien y ganar, pero no podemos dejar de luchar cada segundo, yendo 20 abajo o 15 arriba. Tiene que ser nuestro ADN y el otro día noté que en algún momento faltó por el desanimo. El otro día hicimos un partido pésimo, muchas veces la cabeza afecta, es inevitable mirar la clasificación, todos la miran y está claro que andamos en la parte baja". Hakanson no sale de una y se mete en otra: se dañó el tobillo en el Príncipe Felipe y es duda.





