NBA

Las seis superestrellas que regresan con mucho que demostrar

Después de trances, en casi todos los casos terribles, con las lesiones, seis jugadores que han estado entre los mejores de la NBA regresan esta temporada. Quieren reivindicarse.

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Las seis superestrellas que regresan con mucho que demostrar
Rob Carr AFP

El tiempo vuela en el deporte profesional. Hace no mucho, este equipo habría sido imbatible: Stephen Curry, Victor Oladipo, Kevin Durant, Blake Griffin y DeMarcus Cousins con John Wall como sexto hombre. Ahora, es una lista de seis jugadores que han sido all star y que regresan en esta temporada 2020-21 después de trances duros con las lesiones y mucho que demostrar. Son los seis que, como apunta CBS, vuelven (en algunos casos prácticamente desde la tumba) tras graves percances físicos y que tratarán de recuperar su lugar en la élite de la NBA. Unos parecen tener un camino más sencillo que otros para conseguirlo.

STEPHEN CURRY. Con el que menos dudas debería haber. Su lesión, una fractura en la mano izquierda tras una caída fortuita con Aron Baynes, ha sido de largo la menos grave, y de hecho el base jugó la pasada temporada, pero solo cinco partidos. Ahora Curry regresa y lo hace ya camino de los 33 años y con la necesidad de demostrarse que puede seguir siendo uno de los mejores jugadores de la NBA y un aspirante al MVP. Después de una temporada pasada que fue un paréntesis en la Bahía tras cinco agotadoras presencias seguidas en las Finales, Curry se pone al frente de los Warriors sin Kevin Durant... y otra vez sin Klay Thompson, que se perderá la segunda temporada consecutiva (primero la rodilla, después el tendón de Aquiles). Tiene que dirigir a un grupo muy renovado, en el que sigue Draymond Green, en el que tendrá una nueva oportunidad Andrew Wiggins y al que llegan nuevas piezas (Kelly Oubre, James Wiseman...), y que sin Klay tiene difícil estar entre los grandes aspirantes del Oeste. Pero si Curry vuelve a lo grande…

KEVIN DURANT. También con 32 años, Kevin Durant regresa tras sufrir una de las lesiones más graves que puede padecer un jugador de baloncesto, la fractura del tendón de Aquiles. Se rompió en el quinto partido de las Finales de 2019, cuando los Warriors trataban de remontar ante los Raptors y Durant volvió a pesar de que había dudas sobre el estado de la lesión muscular que le había tenido parado desde la eliminatoria de segunda ronda contra los Rockets. Ya lesionado, Durant dejó los Warriors y se fue a los Nets con Kyrie Irving. Y tras una campaña en blanco, regresa ahora con el objetivo de llevar a su nuevo equipo a lo más alto del Este… y volver a ser uno de los mejores jugadores del mundo. Ambas cosas van unidas: con la mejor versión de Durant, los Nets (y casi cualquiera) pasan a ser automáticamente uno de los aspirantes al anillo. Pero habrá que ver si, ojalá, podemos tener realmente esa versión óptima de KD, uno de los grandes jugadores de la historia.

DEMARCUS COUSINS. Uno de los regresos más complicados. Cousins tiene 30 años y ha sido cuatro veces all star. En 2015 y 2016, de hecho, entró en el Segundo Mejor Quinteto de la NBA. Pero desde entonces solo ha podido jugar 158 partidos entre Regular Season y playoffs y ha sufrido tres lesiones peliagudas: tendón de Aquiles, cuádriceps y ligamento cruzado de la rodilla. Y ha pasado por cinco equipos, primero de Kings a Pelicans, donde sufrió la fractura del tendón de Aquiles cuando estaba a un nivel excepcional y se aproximaba a un gran contrato que nunca llegó. Después ha firmado pequeños contratos con los Warriors (donde la lesión en el cuádriceps le estropeó el regreso), Lakers (no pudo ni debutar por la lesión de rodilla, en pretemporada) y ahora Rockets, donde buscará parecerse al jugador que fue. Habrá que ver si tiene la movilidad y la explosividad necesarias para seguir siendo un interior de primer nivel. El talento va de serie pero, tras ese tramo de pesadilla de los dos últimos años, puede que no sea suficiente…

BLAKE GRIFFIN. Tiene 31 años y, en su caso, espera demostrar que no se dejó literalmente la rodilla izquierda en su heroica temporada 2018-19, en la que jugó 75 y llevó casi él solo a los Pistons a los playoffs donde, ya muy mermado, apenas pudo contribuir en la eliminación sumarísima de primera ronda. Había promediado 24,5 puntos, 7,5 rebotes, 5,4 asistencias con un 36% en triples. Había sido all star (por sexta vez) y había entrado en el Tercer Quinteto de la temporada. Pero el pasado curso se quedó en 18 partidos, en los que fue una sombra de sí mismo antes de volver a pasar por el quirófano, el 7 de enero. Griffin cobrará 36,8 millones esta temporada y tiene una player option de 38,9 para la 2021-22. Muchos ojos estarán puestos sobre él: con los Pistons en plena reconstrucción, si está a buen nivel puede ser tentador en el mercado para un aspirante al título. Si la rodilla no responde... El último Griffin, ese de la temporada 2018-19, era un jugador en plena madurez, mejor que nunca como líder, con un tiro cada vez más fiable y más rango como creador de juego. Un grandísimo ala-pívot al que no sabemos si volveremos a ver a ese nivel.

VICTOR OLADIPO. 28 años... y muchas dudas por culpa de una traicionera lesión de cuádriceps. Después de ser número 2 del draft en 2013, jugó a un nivel pobre en Orlando Magic y Oklahoma City Thunder antes de resucitar en los Pacers, donde llegó en el traspaso de Paul George a OKC. En la temporada 2017-18 promedió más de 23 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y 2 robos por partido. Fue all star (también en 2019), Jugador Más Mejorado y entró en el Tercer Quinteto y en el Mejor Quinteto Defensivo. Había nacido una estrella… pero una que en el 23 de enero de 2019 se rompió el tendón del cuádriceps de la pierna derecha, una lesión grave y muy delicada que no le permitió volver a jugar hasta el 29 de enero de 2020, 371 días después. El parón por la pandemia le hizo renunciar, de entrada, a la burbuja. Pero cambió de idea... y tal vez no debió hacerlo. En Florida demostró estar lejos de su mejor nivel y jugó una eliminatoria horrible contra los Heat (4-0 para los de Spoelstra). Le queda esta temporada de contrato (21 millones). Y ni los Pacers han accedido a sus pretensiones económicas para ampliar ni ha habido verdaderos pretendientes (se habló de los propios Heat) que pujaran realmente para hacerse con él vía traspaso. Todo depende, a partir de ahora, de como responda esa pierna y de si puede volver a ser el jugador total de la temporada 2017-18, que empieza a quedar lejos…

JOHN WALL. Con 30 años, Wall llega (como Cousins, con el que jugó en Kentucky) a unos Rockets en plena renovación y con el caso Harden todavía caliente. En Texas no solo pisará una pista NBA por primera vez desde el 26 de diciembre de 2018, hace casi dos años, sino que será titular y tratará de crear una química positiva con el descentrado Harden… si es que no hay antes un último traspaso bomba. En su momento un base supersónico y de excepcional nivel (all star cinco veces seguidas, 2014-18), Wall entró en el Tercer Quinteto de la NBA en 2017, después de una temporada excelente: 23,1 puntos, 4,2 rebotes y 10,7 asistencias. El 26 de julio, cerrado un curso espectacular en el que el equipo de la capital cayó en siete partidos de segunda ronda del Este contra los Celtics y parecía en rampa de despegue, Wall firmó una extensión de 170 millones por cuatro años. Ahora ese contrato es una losa tremenda, tal vez el peor de la NBA: le quedan por cobrar 132 millones, con player option de 47,3 millones en la temporada 2022-23. Especialmente feo si no recupera su explosividad física y no puede acercarse al gran base que era antes de sus lesiones de rodilla y de, finalmente, una fractura en el tendón de Aquiles.