El número 1 del 'draft' ya tiene lío: "El baloncesto no es lo mío"
"En football puedes ser todo lo irrespetuoso que quieras ser. En la NBA no puedes hacer nada de eso o te multan. No veo partidos de baloncesto", dijo Anthony Edwards.
Era un secreto a voces en las últimas previas a un draft lleno de incógnitas: Anthony Edwards, el escolta de Georgia, fue elegido por Minnesota Timberwolves con el número 1 del draft. Se trata de un jugador con un físico espléndido, perfecto para jugar de escolta y listo ya en ese sentido para jugar en la NBA. Puede anotar desde casi cualquier posición y es muy peligroso en transición y cuando apuesta por penetrar. Sin embargo, no siempre tiene la concentración adecuada y muchas veces se conforma con tiros en suspensión tras dribbling en lugar de aprovechar sus virtudes cerca de aro. Aún así, para muchos es el gran proyecto de estrella en un draft en el que no se anticipan muchas. Y como los Wolves ya tienen a Karl-Anthony Towns, no había opción de que apostaran por James Wiseman, otro pívot (número 2 para los Warriors). Así que la opción Edwards parecía cantada. Y así fue.
Edwards tiene fama de gran compañero y de tipo para nada conflictivo ni complicado. Lleva el número 5 porque perdió a su madre y a su abuela en menos de un año, ambas por cáncer y ambas en días cinco de mes. Antes de dedicarse plenamente al baloncesto, jugaba también al football y soñaba con la NFL. Hasta que vio una gran oportunidad en el baloncesto. Ahora, se le ha cuestionado por un reportaje publicado por Alex Scarborough (ESPN) en el que no parece un gran aficionado al baloncesto, por decirlo de alguna manera: “El baloncesto… no es precisamente lo mío. Lo llevo en el corazón, me encanta… pero empecé en el football y no se me olvida. Pero para mí el baloncesto es lo más importante porque es lo que siento que me va a ayudar a conseguir muchas de las cosas que quiero conseguir. Es lo que hago, jugar al baloncesto. Es un trabajo, mi sensación es que estoy trabajando. Me encanta”.
Su preparador personal, presente en la entrevista, se apresuró a matizar que lo que a Edwards no le gusta es ver partidos de baloncesto, que ahí sí prefiere el football. Y él asintió: “Para ser sincero, ni puedo ver partidos de baloncesto”. Además, aseguró que si fuera drafteado en la NFL dejaría el baloncesto: “En el football puedes hacer lo que quieras en el campo. Puedes lanzar la bola contra el suelo, bailar… hacer lo que sea en las celebraciones. Puedes ser todo lo irrespetuoso que quieras ser. En la NBA no puedes hacer nada de eso o te multan”. Edwards solo tiene 19 años, pero lo cierto es que son palabras sorprendentes para el nuevo número 1 del draft de la NBA y la nueva gran esperanza de Minnesota Timberwolves.