Los Rockets se rinden: James Harden va a ser traspasado
Tim MacMahon (ESPN) asegura que los Rockets ya han asumido que no podrán reconducir la situación. Su objetivo ahora es lograr una oferta a la altura de la estrella que se irá.
Tiene que haber pocas formas más claras de saber que alguien no quiere estar contigo que el hecho de que rechace cobrar más de 50 millones al año para poder irse a otra parte. James Harden (31 años) llegó en 2012 a Houston Rockets y, con él como aspirante perenne al MVP (ganó el de 2018) y como gran cañonero de la NBA (Máximo Anotador las tres últimas temporadas), los Rockets han estado siempre en la pelea. Es el equipo que más temporadas seguidas lleva en playoffs (todas desde que llegó, ocho), pero no ha podido llegar ni una vez a las Finales. Su bagaje para en dos finales de Conferencia, una con Dwight Howard con escudero y otra con Chris Paul. En 2018, su año: 65 victorias y 3-2 a favor en al final del Oeste contra los todopoderosos Warriors, con el séptimo partido en casa y como rival en la final, unos Cavaliers muy venidos a menos y con LeBron James muy mal acompañado.
Los Rockets no ganaron ese último partido. Chris Paul se lesionó y los Warriors tuvieron más carácter en ese séptimo partido, en Texas, en el que los Rockets enlazaron 27 triples seguidos fallados. Después, los de la Bahía le endosaron un 4-0 a los Cavaliers y se llevaron el anillo. Agua para los Rockets y para Harden, que no logró el gran objetivo ni con Dwight Howard, ni con Chris Paul ni, la temporada pasada, con Russell Westbrook (4-1 de los Lakers, sin miramientos, en segunda ronda). El bloque creador y gestor del proyecto se fue: Daryl Morey manda ahora en los despachos de los Sixers y Mike D’Antoni ayuda a Steve Nash en el banquillo de los Nets. Y Harden quiere irse. Tras su mala experiencia con Westbrook, que llegó como su gran amigo desde sus años juntos en Oklahoma City thunder, no quiere seguir en los Rockets, da por quemada esa etapa y le han entrado las prisas: quiere jugar con Kyrie Irving y Kevin Durant en lo que serían unos Nets atómicos… y de personalidades complicadas.
Y los Rockets van camino de ceder. Todos los pasos que se siguen parecen ir en esa dirección. Harden rechazó una ampliación de dos años y 103 millones de dólares que le habría permitido llegar a 36 años con un sueldo de más de 50 millones anuales, algo inédito en la NBA hasta ahora. Una pista más que obvia de que lo tenia claro. Después, los Rockets aseguraron que no tienen prisa con Harden ni con Westbrook (por el que no reciben buenas ofertas aunque esta operación si están dispuestos a hacerla con gusto) y que estaban más que dispuestos a comenzar la temporada con los dos, incluso si estaban enfadados. Una forma de hacer fuerte su posición ante futuras negociaciones, que serán inevitables. Así lo asegura en el podcast de Briand Windhorst (ESPN), otro peso pesado de la cadena televisiva, Tim MacMahon, que siempre maneja buena información de los Rockets: “Lo que me llega de los Rockets es que su ambición, su esperanza, ya no es reconducir su relación con Harden y volver a lograr que se implique con el proyecto. Se han dado cuenta de que no va a cambiar de idea. Quiere salir, y han asumido que tendrán que hacerlo y que así son las cosas en la NBA”.
Eso sí, Harden no puede esperar que los Rockets se plieguen a sus deseos solo porque él etá empeñado en jugar en los Nets: “Solo porque James Harden quiera irse, no significa que tenga derecho a decidir dónde, cuándo y cómo tiene que ser traspasado. Harden fue el que forzó el traspaso de Chris Paul por Russell Westbrook antes de la temporada pasada. El dueño, Tillman Fertitta, también lo veía bien, pero su gran impulsor fue Harden. Eso no era ningún secreto. Ahora no va a poder forzar al equipo y conseguir un traspaso en el que los Rockets saquen 60 céntimos por cada dólar. Es un candidato perenne al MVP”.
Además, MacMahon da pistas de qué buscan los Rockets… y cuáles pueden ser los problemas de unos Nets más que dispuestos a tirar la casa por la ventana: “Los Rockets están empezando a pensar ya en la reconstrucción post Harden. Lo que buscan es una estrella joven, un jugador que pueda dar un nuevo impulso a la franquicia. Y un lote de picks que no sea menos que lo que los Bucks dieron por Jrue Holiday (tres primeras rondas y el derecho a intercambiar otras dos). Los Nets quieren a Harden a toda costa, pero ¿tienen este tipo de jugador joven? ¿se puede pensar que Caris LeVert es eso? En todo caso, todo está cogiendo mucha velocidad. La situación es muy fluida”.