El Burgos bombardea a un Valencia sin referentes ni energía
El San Pablo Burgos, que anotó 18 triples, conquistó La Fonteta ante un Valencia sin respuestas que fue dominado en su feudo y no mostró oposición.
El Hereda San Pablo Burgos firmó este domingo, ante un Valencia Basket huérfano de energía y referentes, una brillante victoria (81-99) en el pabellón de la Fuente de San Luis, donde dominó el partido al ritmo de sus dieciocho triples y los 25 puntos y 30 créditos de valoración del cubano Jasiel Rivero. El antillano completó un excelente partido con los mencionados 25 puntos, con 6 de 7 en tiros de dos puntosl 3 de 4 en triples y 4 de 5 desde la línea de personal. Además capturó seis rebotes, dios una asistencia y recuperó un balón para esos 30 créditos de eficacia que lo erigieron como el mejor del partido.
El Burgos golpeó primero con una buena circulación y un alto acierto desde la línea de 6'75, facilitado en parte por el despiste defensivo de Derrick Williams. Cuando parecía que los locales se cogían en defensa, la entrada de McFadden dio un impulso al equipo de Joan Peñarroya para completar un 5 de 7 de triples que le dio el primer cuarto y un buen colchón (14-24, m.10). Trató Jaume Ponsarnau, a falta de otros referentes, de que la juventud de Jaime Pradilla y Josep Puerto le dieran el impulso que les faltaba, y le funcionó con mínimamente con el segundo pero no con el primero. Ni el maño ni Williams en su regreso pudieron con un inspirado Jasiel Rivero.
Tuvo que recurrir el Valencia a juntar a Vives y a Van Rossom para intentar hacerse con el mando pero en cuanto se les agotó la gasolina, Vitor Benite castigó su falta de agresividad defensiva (cinco faltas de los locales en los primeros veinte minutos) con nuevas canastas de tres hasta firmar un cuatro de cuatro y la máxima ventaja (39-53, m.20).
Regresó el Valencia con su quinteto más sólido pero no recortó su desventaja como para poner nervioso a su rival, que con Renfroe a los mandos y Salvó como inesperado ejecutor siguió castigando desde las esquinas el marcador y sobre todo la moral de los locales. Los puntos de Kalinic aplazaron unos minutos la inapelable primera victoria burgalesa post COVID 19 que llegó con una exhibición final de Jasiel Rivero que puso en evidencia que, salvo el alero serbio, ninguno de los rutilantes fichajes locales ha cuajado aún, aunque Williams maquillara su estadística.