Un Movistar Estudiantes sin miedo entre las mejores
El recién ascendido equipo colegial es cuarto tras ganar cinco de los seis primeros partidos en Liga Femenina. Su balance desde la pasada temporada, 26-2.
Hay buenos inicios de temporada y luego está el del Movistar Estudiantes. El conjunto colegial ha ganado cinco de los seis primeros partidos que ha disputado en Liga Femenina Endesa, el último, además, con sobrada contundencia: 97-51 al Quesos El Pastor en el Magata. Un arranque que catapulta a las ramireñas del ascenso a la cuarta posición, solo superadas por los grandes titanes de la competición estos últimos años, Perfumerías Avenida y Uni Girona, y uno que quiere serlo los próximos, Valencia Basket. Su única derrota llegó en la primera jornada de la competición, contra las catalanes, en Fontajau, tras una prórroga y después de maniatar al campeón liguero de 2019 durante varias fases del duelo (+11, 45-56, a un minuto de acabar el tercer cuarto).
El balance que atesoran en los 28 partidos disputados entre la pasada temporada (inconclusa por la pandemia) y la presente es de 26 victorias y solo 2 derrotas. Perder no es lo suyo. No entra en sus planes. Pero tiene truco: el grupo. El que comenzó en Liga Femenina 2 era un colectivo cohesionado bajo las órdenes de Alberto Ortego, liderado por Mariana González, la leyenda del Estu, y Leslie Knight, y aderezado por la magia de Judy Jones.
El actual se mantiene compacto, sin grietas, aunque ya sin González y Jones. Siguen Ortego a los mandos y Knight en la cancha (al igual que la capitana María Espín), y una reconstrucción para asentarse en la élite del baloncesto español que trajo siete caras nuevas y sólidas más dos canteranas (Cristina Mato y Begoña de Santiago). “Con la configuración del equipo aprendimos del pasado. Tenemos más experiencia, jugadores que conocen la Liga. Cometeremos errores, pero no los mismos”, dijo el entrenador durante la presentación de la plantilla. El 2-24 del descenso en el curso 2017-18 dolió y sirvió a partes iguales.
“Todo el mundo hace lo que tiene que hacer”, subraya Knight. La estadounidense (34 años y 1,83 metros), formada en la Universidad de Minnesota y presentadora de radio, atiende a AS por teléfono en el Magariños. En su segunda temporada en el club, ya se ha convertido en todo un referente y en la punta de lanza del Estudiantes: 15 puntos de media por partido, octava máxima anotadora en LF, y 17,5 de valoración, quinta. No es la única que destaca en el apartado estadístico: Melisa Gretter (27 años y 1,68 metros) comparte la segunda posición en asistencias con 4,3 por encuentro junto a Julie Vanloo (Casademont Zaragoza).
Los pies en el suelo
“Tenemos un grupo humano magnífico. La intensidad de cada una, jugadoras que trabajan muy bien. Aquí todo el mundo defiende bien y con una buena defensa se ganan partidos”, continúa Knight desmenuzando unos secretos estudiantiles que son visuales sobre la pista y también sobre el papel. El Movistar es segundo en anotación (79,7) y en porcentaje de tres (38,2%) por detrás del Perfumerías; y es primero en asistencias (16,8) y en valoración (89,7) por delante del propio Avenida. A pesar de esta catarata de cifras positivas, la ala-pívot no lanza aún las campanas al vuelo, esto solo acaba de comenzar: “Hay que mantener los pies en el suelo. Hasta que no consigamos la permanencia no me voy a dejar tentar”.
Y todo ello en un escenario extraño por la pandemia, sin casi público en el Magariños (“si se pudiera, se llenaría y sería la leche”) y con las malditas PCR como vía crucis antes de poder jugar. “Al principio chocaba un poco: tomarnos siempre la temperatura, los geles, esperar 30 minutos para entrenar después de los chicos porque hay que desinfectar la pista… pero ya estamos acostumbradas”, relata Knight. “Las PCR son un poco molestas, pero llevaderas”. El coronavirus también ha afectado a su día a día fuera de las canchas: “No he visto a amigas mías cara a cara desde hace semanas, aunque me gusta tanto lo que hago… Además, no soy una persona de mucho salir, me gusta cocinar, leer…”. El Estudiantes navega viento en popa a golpe de timón de su nueva comandante.