Los Pelicans eligen a Van Gundy para conducir la era Zion
Stan Van Gundy vuelve a los banquillo tras dos temporadas alejado de ellos con el reto de formar y elevar el nivel de una plantilla muy joven y de la que se espera mucho.
Los New Orleans Pelicans tienen nuevo entrenador. Se trata de Stan Van Gundy, que sustituye en el puesto a Alvin Gentry, quien fue despedido hace unas semanas. Según Adrian Wojnarowski, el periodista que ha adelantado la noticia, el contrato se habría firmado por varias temporadas. Van Gundy vuelve así a los banquillo tras dos años alejado de ellos desde que abandonase su puesto en Detroit, donde lo compaginó con el de presidente de operaciones deportivas.
Según las fuentes consultadas por Wojnarowski, Van Gundy ha sido elegido entre otras cosas por su fama de saber enseñar el juego y el gran trabajo defensivo con sus equipos, dos cosas que estos Pelicans aún tienen mucho que mejorar. Algo que no es de extrañar teniendo en cuenta la juventud de la mayor parte de la plantilla. Aunque muchos de ellos tienen un gran potencial, aún están en el inicio de sus carreras. Zion Williamson, número 1 del último draft, es el mejor ejemplo de ello y ahora Van Gundy será el encargado de sacar todo lo que tiene dentro en lo que sería su primera temporada completa en la NBA. Este año se perdió muchos partidos por problemas físicos y lesiones varias. Por cierto, será el séptimo entrenador en la historia de la franquicia.
Además de Zion, Brandon Ingram (Jugador Más Mejorado), Lonzo Ball y Joe Hart están entre las piezas que auguran un buen futuro a una franquicia que también cuenta con dos veteranos ilustres y que aún tienen mucho que ofrecer como son Jrue Holiday y J.J. Redick. Éste último ya coincidió con el entrenador en la etapa en la que ambos estuvieron en Orlando. En los Magic fue donde Van Gundy consiguió su mayor éxito al llegar a las finales de 2009, cayendo con los Lakers en cinco partidos.
Los datos apoyan su trabajo como entrenador, ya que tiene un balance en temporada regular de 523-384 (57,7% de victorias) y en playoffs de 48-43 (52,7%). En cuanto a su capacidad para construir defensas sólidas, la estadística dice que en las once temporadas que acabó el curso en el banquillo, en diez de ellas sus equipos finalizaron de la mitad para arriba en rating defensivo, y en ocho acabaron en el top-10.